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Nacional

10 de Octubre de 2012

Joven baleado por gendarme trabajaba para pagar sus estudios y no participaba en marchas

Ányelo Estrada no es un activista, ni manifestante. Su papá dice que no va a marchas. Su hermano chico (14) dice lo mismo: “claro que el tema le interesa y le afecta, pero no va a manifestaciones”. No sólo porque es un joven tranquilo –como lo define su padre- sino porque entre los turnos nocturnos y el estudio, no le queda tiempo. Sin duda el perfil menos esperado de una persona baleada durante una manifestación.

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Ányelo, de 21 años, se encontraba ayer en el departamento que comparte con su polola Valeria en la calle San Martín cuando salió a mirar una protesta de estudiantes secundarios. Las primeras informaciones sólo decían que un joven había sido baleado por un gendarme durante una manifestación. La imaginación colectiva empezó a volar y nadie entendía nada. Pero no se trataba de un enfrentamiento. Un pequeño grupo de secundarios tiró piedras y patadas a un furgón de Gendarmería y el cabo 2º Jorge Retamal disparó al aire. Uno de esos dio en la cabeza de Ányelo, que nunca iba a las marchas. “¿Cuándo iba a ir? Si iba del trabajo a los estudios y de los estudios a la polola”, cuentan sus compañeros de Aramark, que a su vez presta servicios en la Clínica Vespucio en La Florida. Ahí trabaja Estrada reparando aire acondicionado en turnos nocturnos para poder pagarse sus estudios de Educación Física en la Universidad Internacional SEK.

Y es eso, precisamente, lo que más destacan sus amigos de infancia, que lo conocieron cuando vivía con su familia en San Ramón. Alexis lo recuerda deportista desde chico. “Bueno pa’ la pelota”. Colocolino, asiduo al Estadio, aunque “no a las barras”, señalan. De más chico jugó en equipos, pero el tiempo escasea y ahora de vez en cuando se junta a jugar con los compañeros del trabajo y del sindicato. Simplemente destacan que es un joven alegre y buena onda: “no es alguien que pasara piola. Se nota que está ahí, porque es muy extrovertido”.

Durante la noche, varios de sus amigos del trabajo y compañeros de Universidad llegaron a acompañar a la familia de Estrada. También lo hizo Jorge Segovia, Presidente de la Junta Directiva de la Universidad, quien calificó al joven como un “excelente alumno”.

Si bien su padre Andrés –conocido como Charly por los amigos- dio algunas declaraciones inicialmente, el pronóstico del joven -al cierre de esta edición- aún es reservado.

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