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Nacional

19 de Octubre de 2012

Rectores, estudiantes y universitarios piden al menos US$ 250 millones más para educación

Representantes del Consejo de rectores universitarios, estudiantes y parlamentarios plantearon hoy que es necesario aumentar en al menos 250 millones de dólares el presupuesto de educación para 2013 que el Gobierno ha establecido en 12.800 millones de dólares

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Representantes del Consejo de rectores universitarios, estudiantes y parlamentarios plantearon hoy que es necesario aumentar en al menos 250 millones de dólares el presupuesto de educación para 2013 que el Gobierno ha establecido en 12.800 millones de dólares, un 9,4 % más que en 2012.

En rueda de prensa, todos ellos coincidieron en que las medidas planteadas por el Ejecutivo no apuntan a las demandas solicitadas en los últimos 5 años.

“No aluden a poner fin al lucro arraigado especialmente en la formación superior”, subrayó el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), Noam Titelman.

En Chile, con casi 17 millones de habitantes, hay un millón de alumnos en la educación superior, incluidas universidades e institutos técnicos, pero esa amplia cobertura contrasta con las elevadas deudas que los jóvenes y sus padres deben contraer para financiar los estudios.

En esa línea, Titelman le pidió al ministro chileno de Educación, Harald Beyer, “que reconozca con sinceridad que con el presupuesto actual de ninguna manera se va a lograr revertir la tendencia de crecimiento de (los costos de) la educación pública”.

Titelman dijo que los estudiantes también le piden franqueza a Beyer para que admita que el presupuesto que ya se discute en el Congreso “no da respuesta a los planteamientos del movimiento estudiantil, movilizados desde mayo del año pasado”.

Las movilizaciones comenzaron a mediados de mayo del año pasado para exigir que el Gobierno central vuelva a administrar la educación primaria y secundaria, que se prohíba a las instituciones privadas lucrarse con la educación y que se garantice en la Constitución el derecho a una educación pública y de calidad.

En tanto, el vicepresidente ejecutivo del Consejo de Rectores, Juan Manuel Zolezzi, coincidió con Titelman al reiterar que el presupuesto de 2013 para educación “no resuelve el problema de fondo de la educación pública”.

Zolezzi indicó que lo planteado por el Ejecutivo no soluciona el conflicto social que hay en la educación ni tampoco pone fin al lucro que vive el sector y agregó que hay un absoluto desequilibrio entre el aporte a la demanda y el aporte a la oferta.

“Se ha ido cada vez creciendo más hacia el aporte a la demanda y en eso no hay restricciones si es hacia universidades con tradición, calidad, que no lucran o instituciones que no tienen la calidad que corresponde y están lucrando algunas de ellas”, advirtió.

El pasado 1 de octubre, el presidente Sebastián Piñera presentó en cadena nacional los aspectos más importantes del Presupuesto 2013, como Educación, Seguridad Ciudadana, salud y Pobreza, proyecto que 24 horas antes había ingresado al Congreso para su tramitación.

Piñera señaló en la oportunidad que el sector educación tendría un incremento del 9,4 por ciento, alcanzando la mayor inversión en la historia con 12.800 millones de dólares.

En cuanto a la educación superior, el mandatario anunció que se triplicaría el número de becas, pasando de 118.000 en el año 2009 a 314.000 en 2013.

El diputado socialista Carlos Montes, que planteó el aumento de 240 millones de dólares más para el presupuesto de educación, dijo en la misma rueda de prensa que “estamos planteando a nivel escolar y preescolar la necesidad de que haya un plan y un fondo especial de revitalización de la educación pública”.

“Es necesario asumir que hay muchos colegios que les ha bajado la matrícula y que se mantienen los costes fijos y la responsabilidad de este Gobierno y del Parlamento es evitar que eso ocurra”, añadió.

En opinión de los estudiantes, el Gobierno ha respondido hasta ahora con ofertas de créditos más baratos, más becas y la reforma tributaria que se debate en el Congreso, pero se niega a los cambios estructurales del sistema que exigen los estudiantes.

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