La batalla de los vecinos de Cerro Colorado contra la alcaldesa Vicky Barahona

Eran las 7 de la mañana del sábado pasado cuando una micro de carabineros se estacionó frente a Balmaceda 5266, en el corazón de la comuna de Renca. Hasta el viernes funcionaba allí La Nueva Escuela de Renca, un centro de educación comunitario y popular levantado por los vecinos de la población Cerro Colorado y mantenido por los mismos.

La orden de desalojo había sido arrojada dentro del recinto 10 días antes. Marlen Soto, Presidenta de la organización que administra la escuela la encontró en el suelo. “Era el tercer aviso, pero era el primero que veíamos”, cuenta. Una orden de desalojo debe ser recepcionada, pero este no fue el caso. En las horas siguientes, los vecinos de la población se agolparían a las puertas de la escuela para tratar de evitar el desalojo inminente.

Había un zorrillo, un carro lanza agua y una micro, además de un piquete de carabineros para controlar a los vecinos según declararon pobladores del sector, quienes en un comienzo opusieron resistencia y luego abrieron paso ante lo inminente. Antes del mediodía, una máquina retroexcavadora botó las rejas de la escuela y se abrió paso para derrumbar la parte trasera del edificio. Cinco salas y un policlínico popular quedaron en el suelo junto con una historia que data de hace 40 años atrás.

Los postulantes
En los años ’60, mucho antes de que Renca la llevara, la comuna era una especie de campo lleno de parcelas. Hasta ahí llegaron cientos de pobladores a construir casas propias en un sistema de loteo. Los vecinos se organizaban para comprar un terreno loteado por letras a la Corporación de la Vivienda (institución que hacía lo que actualmente realiza el Serviu). Eran quienes habían postulado a un terreno para construir casas propias. Eran los postulantes.

El sistema que se utilizaba era la autoconstrucción: el material era puesto por el Estado y el trabajo, por los pobladores. Los habitantes de la floreciente población Cerro Colorado determinaron que lo que hoy es Balmaceda 5266 sería un espacio para la comunidad. Ahí construyeron una escuela que pasaría a ser la escuelita N°326, donde asistieron los hijos de los vecinos, muchos de los que siguen viviendo en Renca.

Con el golpe militar del ’73, la construcción quedó parada durante meses. La nueva situación atemorizó a los vecinos que abandonaron temporalmente el espacio. Ya en los ’80, con Eduardo Bajut como alcalde designado, el espacio comunitario pasa a ser administrado por el municipio. Esto bajo la legalidad de un decreto proclamado por la dictadura militar que hizo lo mismo con todos los espacios comunitarios a lo largo del país.

Mario Carvajal, presidente de la Junta de Vecinos del sector, afirma que durante muchos años ese espacio fue ocupado como bodega por la municipalidad. El año 2003, un grupo de personas pidió en asamblea ocupar ese espacio para hacer nivelación de estudios y actividades culturales, lo que fue aprobado por los vecinos de Cerro Colorado.

El grupo incluía a distintas agrupaciones, como el Partido Comunista, la Zurda, y vecinos del sector. En un comienzo, la asamblea vio con desconfianza el proyecto, pero el apoyo de Fernando Figueroa, un profesor jubilado, que se sumó a la planta docente de la escuela, terminó con esa preocupación.

Ya en ese tiempo, los vecinos habían recuperado el lugar por comodato. Se ocuparon las instalaciones que habían quedado de la escuelita n°326. Se repararon las salas que estaban en mal estado y la primera semana de abril de ese año, comenzaron la clases en lo que se llamó como Nueva Escuela de Renca. Desde entonces, la escuela da clases vespertinas a jóvenes y adultos que quieran nivelar sus estudios, utilizando como herramienta la educación popular, como explica la directora.

La Nueva Escuela no es una instancia examinadora, por lo que los estudiantes que nivelan sus estudios ahí deben luego rendir exámenes libres en el lugar que la provincial de educación determine para ello. Actualmente, asisten alrededor de 50 estudiantes que van de los 15 a los 68 años.

La comunidad funciona por medio de la autogestión. A los estudiantes se les pide que colaboren en las actividades para reunir dinero y que se organicen como curso para pagar los gastos básicos. Pero el trabajo es voluntario y el servicio que se entrega gratuito y a disposición de los vecinos.

El 2009, durante el gobierno comunal de Vicky Barahona, el municipio inscribió el terreno a nombre suyo expropiándolo de los vecinos. Los planes de la alcaldesa de la UDI, Vicky Barahona, que entregó el terreno a la JUNJI, es construir un jardín infantil. Mientras los vecinos alegan que no es necesidad de la población construir otro jardín infantil y además que el terreno es suyo. Que fue comprado por sus padres y pertenece a la comunidad. Desde entonces, se desató la polémica.

La toma
Luego del desalojo del sábado, los vecinos de Cerro Colorado decidieron tomarse el recinto. Ya no hay escombros. De lo que queda de las salas, cuelgan lienzos, algunos pintados sobre propaganda electoral de la misma alcaldesa reelecta.

El recinto está lleno de gente. Cabros jóvenes pintando lienzos, jugando ping pong. Comienzan a llegar algunos viejos para realizar la reunión de su club de adultos mayores. Se sientan alrededor de las mesas de colegio y las sillas color azul y amarillo y cantan canciones religiosas.

Mario y Marlen cuentan que la toma es para pedir la devolución del terreno. “Si la señora alcaldesa no accede, nosotros seguiremos trabajando porque es nuestro terreno”, dice Mario que luego debe partir a trabajar. Por el momento no hay carabineros ni mayores noticias del municipio. Las clases se reanudaron el lunes. Es el último mes de repaso antes de que los alumnos rindan los exámenes de nivelación. Para el sábado se prepara una chingana de la reconstrucción donde la gente de la escuela espera recibir ayuda para volver a levantar las salas caídas. El cerro de Renca arde en la tarde con su terreno tipo Hollywood. En la sombra de la escuelita, Lucho, un vecino del sector dice: “Esto es como el conflicto mapuche. Este terreno era nuestro y nos lo quitaron. Pero lo vamos a recuperar”.

Así fue el desalojo: