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Cultura

27 de Noviembre de 2012

Diez películas recomendadas para los homofóbicos

Diez películas para entender la sensibilidad homosexual elegidas por el documentalista colombiano Santiago Martínez Caicedo.

Por

Vía Revista Arcadia

RESPETO

Torch Song Trilogy de Paul Bogart (1988)

En un diálogo constante entre el drama más ponzoñoso y la comedia más hilarante, la película escrita y protagonizada por el maravilloso Harvey Fierstein, sorprende por la franqueza con que aborda el travestismo y la aceptación familiar a mediados de los ochenta. Lejos del estigma del sida y el miedo generalizado de la época, la relación entre Arnold ­—cabaretero ronco y perspicaz­— y Alan —ingenuo modelo neonato— es presentada como una historia de amor entrañable y profundamente conmovedora. Además, un juvenil Mathew Broderick en el papel de modelo incauto resulta encantador.

 

 

TABÚ

Eyes Wide Open de Haim Tabakman (2009)

Enmarcado dentro de uno de los espacios más conservadores y herméticos que se puedan concebir, la comunidad judía ultraortodoxa de Jerusalén, el encuentro azaroso entre Aaron, el carnicero, y Ezri, el estudiante recién llegado de ninguna parte, no parece más que una relación de trabajo. Pero cada día, después de cerrar, los dos comparten cama y cuerpos, ocultos en la supuesta seguridad de la carnicería. La película resulta una valiosa aproximación a las formas en que interactúan la fe y las escogencias eróticas. Como lo resume Aaron: “No nos daría Dios esta prueba si no supiera que podemos lidiar con ella”.

 

 

 

ANARQUÍA

Taxi zum Klo de Frank Ripploh (1980)

El recorrido frenético del profesor de primaria y cineasta amateur Frank —interpretado por Ripploh— nos lleva a los baños públicos de Berlín del Oeste, donde se puede conseguir una mamada o un escritorio para calificar los trabajos de los estudiantes. También a una ciudad capaz de brindar los espacios perfectos para el amor ideal, añorado por Bernd, taquillero de un cine decadente y entusiasmado amante de Frank. Un binomio de gravedades ejerce fuerza sobre el personaje principal: la vida hogareña y monógama o el viaje por los “levantaderos” de la ciudad. Atención al extracto de cine educativo alemán de los setenta que el profesor presenta como resultado de su afición por el cine: una joya políticamente incorrecta del llamado found footage que aborda las relaciones entre menores y adultos. Única.

 

 

RECONSTRUCCIÓN

Les chansons d’amour de Christophe Honoré (2007)

Nos encontramos frente al renacimiento del gran musical francés de la mano de uno de los directores galos más interesantes de los últimos tiempos. Con tres capítulos separados y las canciones —escritas por Alex Beaupain e interpretadas por el elenco— a manera de trampolines hacia el interior del conflicto, el director desarrolla un relato sobre la posibilidad del resurgimiento del amor y las diversas plataformas en las que puede ocurrir. Tres personajes intentan rehabilitar una relación moribunda y se enfrentan, sin aviso previo, a la fragilidad del amor. Desde Clèo de 5 a 7 de Agnès Varda no se veía un París más cotidiano y hermoso en el cine. La banda sonora es imperdible.

 

UN LUGAR EN EL MUNDO

C.R.A.Z.Y de Jean-Marc Vallée (2005)

Son parecidas las casas de la clase media en todo el mundo. Y también sus conflictos. Zac, el cuarto de cinco hermanos, nacido con un don milagroso que lo hace sobresalir en su camada, se debate entre el profundo amor que siente por su padre y la convicción que tiene sobre las diferencias que los separan. Las hermosas imágenes cotidianas de la película, acompañadas de una banda sonora febril, relatan un drama familiar tan próximo que es difícil no identificarse con la encrucijada de Zac o con el personaje brutal de la madre. O, incluso, con las pegajosas canciones de Patsy Cline.

 

 

LAS AMARGAS LÁGRIMAS

Faustrecht der Freiheit de Rainer Werner Fassbinder (1975)

Cuando la fortuna le sonríe a Franz Biberkopf, conocido como Fox, la cabeza parlante —interpretado por el mismo Fassbinder—, otorgándole medio millón de marcos por un boleto de lotería, su entrada en el mundo de los homosexuales millonarios ocurre con inusitada velocidad. Ingenuo y simple, Fox se encuentra rodeado por gente con maneras que le son desconocidas y le interesan muy poco. El mundo descrito por Fassbinder es cruel; los momentos de cordialidad están empantanados por la ambición extrema y la torpeza social. Vemos a Fox luchando por entender el conflicto de clases en que se encuentra atrapado y sus intentos desesperados por leer las señales con las que se anuncia el fin.

 

UMBILICAL

J’ai tué ma mère de Xavier Dolan (2009)

Aunque el título pareciera prometer una truculenta historia de terror, se trata de una conmovedora película sobre el deterioro de la relación entre Hubert, un estudiante adolescente, y su joven madre. El director escribió, dirigió y protagonizó esta película de tono autobiográfico con apenas 18 años, y recibió tremendos elogios en los festivales del mundo. Una y otra vez la dupla madre-hijo intenta vivir en calma, restaurar una paz familiar que ambos parecen añorar y que no encuentran en sus vidas presentes. La belleza de la música y de las ensoñaciones de Hubert construyen una obra sutil y precisa sobre las transiciones del final de la adolescencia.

 

 

BOYS OF MELODY

Shortbus de John Cameron Mitchell (2006)

Haciendo eco de las palabras del crítico Jürgen Fauth, esta película representa un antes y un después en la historia del cine. O mejor, en la historia del uso del sexo explícito en el cine. Censurada en muchos medios y muy difícil de encontrar, Shortbus relata el devenir de un grupo de neoyorquinos cargados con dilemas sexuales y emocionales, que convergen en un local de Manhattan donde hay performance, conciertos de bandas maravillosas y una orgía multitudinaria. Experimental desde su concepción, la película fue escrita entre los actores —todos naturales— y el director, construyendo los personajes con base en sus historias de vida. Al parecer, la frase que pronuncia el exalcalde de la ciudad en su revelador diálogo no está lejos de la realidad: “Nueva York es el lugar al que todos vienen para ser perdonados”.

 

 

REINAS VERDADERAS 

Paris is burning de Jennie Livingston (1990)

Este documental que tardó siete años en terminarse disecciona con precisión el ritual del Ball, una fiesta que en los ochenta y noventa congregaba a seres de las más diversas procedencias —transexuales, lesbianas, gays latinos, negros y asiáticos— para concursar por el reconocimiento comunal a través de pasarelas, imitaciones y voguing. El mayor atractivo de esta pieza es su capacidad para mostrar el concurso como un reflejo de la sociedad. Las calles de Harlem se muestran vívidas y reales. La violencia está por doquier. Y el sentido final del Ball lo resume uno de sus asistentes con esta frase brutal: “Las verdaderas reinas son las que salen del Ball en la mañana y se montan al metro con todas sus ropas puestas y sin sangre goteando por la nariz”.

 

 

DOLOR Y PLACER

O fantasma de João Pedro Rodrigues (2000)

Con una cadencia perturbadora acompañamos a Sergio, recolector de basuras en las noches de Lisboa, en un descenso pausado hacia la anarquía total de sus obsesiones. La mirada fría del director revela un protagonista animal que responde a los estímulos con lujuria o furia, según el caso. Se trata de una película narrada con austeridad contemplativa y con personajes escasos de emociones; ideal para los amantes del sadomasoquismo y de la gélida estética contemporánea del cuero.

 

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