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Opinión

5 de Diciembre de 2012

Bernardo Ossandón Larraín: “Manuel quiere cagar a mi mamá y mi abuela materna y si mis papás aceptaran su chantaje al día siguiente cambiaría su declaración”

La virulencia al interior de esta familia, ligada a la elite política, religiosa y empresarial de Chile ha ido en aumento. Más aún luego que el lunes pasado The Clinic Online revelara que el tata fisco los obligó a pagar 220 millones de dólares, luego que ingresaran a las arcas del fisco la carga impositiva de una sociedad creada en Panamá y que tiene un espejo en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes con acciones al portador, llamada BLV. La sigla es usada como "una lógica familiar de cariño y respeto" con quien fuera el dueño de la multimillonaria fortuna, el fallecido empresario y político Bernardo Larraín Vial.

Jorge Molina Sanhueza
Jorge Molina Sanhueza
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Foto: Gentileza Ciper

Un hermético silencio ha guardado el clan Ossandón Larraín y sus abogados, luego que el Servicio de Impuestos determinara que evadieron 220 millones de dólares que debía tributar la sociedad Real State Golden Investment (RSGI), constituida en Panamá con un espejo en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes, tal como lo reveló este lunes The Clinic Online.

La cabeza pensante detrás de la “reorganización tributaria” de esta familia ligada a la elite económica, religiosa y politíca, es Bernardo Ossandón Larraín, a quien su hermano Manuel acusa de apropiarse de su patrimonio de 200 millones de dólares mediante engaños.

El nivel de virulencia al interior de la familia ha ido en aumento desde que Manuel Ossandón Larraín, además, se querelló contra Bernardo en 2011 por estafa y apropiación indebida en la fiscalía. Y si hasta ahora este último había mantenido silencio, en una declaración prestada el pasado 3 de agosto ante el SII, se confesó:

“Manuel quiere cagar a mi mamá y abuela materna y si mis padres aceptan el chantaje de Manuel, cambiaría su declaración al día siguiente”, les dijo al abogado Hugo Zamora y al funcionario Pablo Escobar del SII.

En el mismo testimonio, Bernardo Ossandón Larraín vuelve a emprenderlas contra su hermano, luego que los interrogadores del Tata fisco lo inquirieran sobre el testamento de su padre y por qué en el documento no constaban todos los bienes que poseía su progenitor.

“Por último, encuentro de muy mal gusto de parte de Manuel y de Roberto Edwards (el tributarista), usar como prueba el testamento de mi padre para fundamentar una querella en contra de mi madre y mi abuela”, siguió.

Toy que te creo

El 7 de agosto le tocó el turno a Gabriel Ossandón Valdés, el padre de Bernardo y Manuel.

El testimonio es llamativo, porque en varias oportunidades es requerido por los funcionarios del SII. Gabriel Ossandón Valdés asegura no tener idea, aun cuando participó en distintas etapas de la “reorganización tributaria” y de la “operación Panamá”, como también de la Fundación Educacional BLV en las Islas Vírgenes.

“¿Qué activos conformaron la fundación BLV”, preguntó el SII. Gabriel Ossandón Valdés respondió: “No tengo idea, Bernardo, mi hijo, Marko Jürgensen (el abogado) o Roberto Ossandón Irarrázaval (el dirigente RN) deberían saberlo”.

Sin embargo, frente a la pregunta sobre la modalidad contractual en torno a cómo Real State Golden Investment aportó acciones a BLV, respondió sin problemas y nuevamente indicó que Jürgensen sabía del tema.

Hay que recordar que este último, junto a su colega Rodrigo Ruiz Tagle, están querellados ante la fiscalía por prevaricación de abogado.

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