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Opinión

5 de Diciembre de 2012

Ha llegado carta: la importancia de un Community Manager

Por Darío Burotto C.* Al parecer, una de las costumbres atávicas más difíciles de combatir en nuestra sociedad, es ese conservadurismo entronizado en distintos ámbitos de la comunidad, esa misma que se siente amenazada frente a los diversos cambios, que se paraliza ante nuevos paradigmas, que se desespera por absorber e inhibir las nuevas estéticas, […]

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Por Darío Burotto C.*

Al parecer, una de las costumbres atávicas más difíciles de combatir en nuestra sociedad, es ese conservadurismo entronizado en distintos ámbitos de la comunidad, esa misma que se siente amenazada frente a los diversos cambios, que se paraliza ante nuevos paradigmas, que se desespera por absorber e inhibir las nuevas estéticas, estilos, lenguajes, etc.

La historia de la humanidad nos revela el entusiasmo aparente que despierta lo nuevo, pero ese mismo entusiasmo se consume en la superficie, en la materialidad. Cuando lo nuevo afecta paradigmas culturales, aparecen las fuerzas de la reacción que a través de la censura, las guerras santas, el poder, la farándula, la mofa o la ilusoria ironía vanguardista, se despliegan para anularlo. En otras palabras, la innovación siempre es bienvenida en su dimensión material o en el discurso políticamente correcto, pero también temida en su dimensión cultural y en su dimensión subversiva.

A principios del S. XX fueron muchos los que se burlaron de la constitución de la disciplina del diseño. Total, hasta ese entonces artesanos y arquitectos se dedicaban a diseñar y para muchos esto era suficiente. Pese a ello, figuras como Peter Behrens, o instituciones como la Bauhaus o la Escuela de Ulm legitimaron la figura del diseñador en nuestra cultura y hoy nadie lo pone en tela de juicio. Con el cine y la fotografía pasó lo mismo: ¿cómo alguien estudiaría cine o foto, cuando bastaba salir a la calle con una cámara a captar el mundo? Estudiar cine o fotografía como profesión era considerado ridículo, un chiste, incluso digno de todo tipo de mofa, y ya sabemos que pasa hoy con ambas profesiones.

Es indudable que Internet hoy en día ha modificado completamente nuestro paradigma cultural, no sólo desde el punto de vista material, sino que en la forma de concebir el mundo, al otro, el pensamiento, el lenguaje…todo. Frente a ello es evidente que nuevas posibilidades se abren, nuevas estructuras de pensamientos, nuevas prácticas, nuevos oficios, nuevas profesiones. Es imperativo para las instituciones de educación el plantearse crítica y creativamente frente al mundo, ello conlleva muchas veces propuestas innovadoras antes impensadas. Esa es la propuesta que nuestra institución, el Instituto Profesional ARCOS, asumió con la creación de la carrera técnica “Community Manager”, la que se inscribe en nuestra misión y que está lejos de ser una propuesta irresponsable o “chanta” como fue motejada por el artículo de vuestro diario junto a otras carreras de otras instituciones.

Estoy consciente de la resistencia, que puede generar, y que siempre generan, en Chile propuestas como la nuestra, pero también estoy consciente que esta misma situación se dio en países europeos como España o en Alemania, en donde hoy los Administradores de Redes Digitales o “Community Manager” están plenamente legitimados como profesionales e integrados totalmente a la estructura económica formal. Con todo, me hubiera encantado que la periodista autora de la nota nos hubiese solicitado más información sobre la carrera, los ramos, el perfil y su orientación. Pero al parecer los prejuicios primaron.

* Director Escuela de Comunicación y Cultura
Instituto Profesional ARCOS

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