Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Opinión

10 de Diciembre de 2012

Macay: La muralista chilena que la lleva en Europa

Macay viene llegando a Chile. O algo así. Ha llegado varias veces pero se supone que ahora se queda. Pero ni tanto. En cinco meses se va a Francia. Y después vuelve. Y después se va. Estudió Artes en la Universidad de Chile y desde el 2007 que pasea entre Estados Unidos, Canadá, Inglaterra y […]

Melissa Gutierrez
Melissa Gutierrez
Por



Macay viene llegando a Chile. O algo así. Ha llegado varias veces pero se supone que ahora se queda. Pero ni tanto. En cinco meses se va a Francia. Y después vuelve. Y después se va.

Estudió Artes en la Universidad de Chile y desde el 2007 que pasea entre Estados Unidos, Canadá, Inglaterra y Francia.

A los 14 se fue de intercambio a Irlanda y a los 20 se fue a trabajar a un centro de ski en Estados Unidos por el verano chileno, invierno gringo. Antes de eso se pasó un año haciendo y pegando stickers por Santiago. En Estados Unidos el dueño de una tienda de accesorios para esquí se los imprimía a cambio de cervezas. De packs de 24 cervezas.

Después postuló a un magíster en Bellas Artes en la Universidad Central Saint Martins College of Art and Design en Londres y partió. Allá plasmó sus murales en las calles de Bricklane, donde también lo ha hecho el famoso Roa. En Francia va a una residencia artística en Saint-Étienne, donde estará trabajando con Ella+Pitr, una pareja de artistas que conoció en Londres y que han sido su mayor fuente de inspiración: “ellos dibujan con tinta china en papel, las recortan y las pegan. Es parecido a lo que hago. Desde que nos conocimos no hemos dejado de trabajar juntos”, cuenta Macay.

Pero antes de Francia y Londres, antes de todo eso, Macay trabajaba de cocinera y salía en su bicicleta con un balde de pegamento a pegar sus posters.
Ahora, a sus 30 años, Macarena Yañez vuelve a Santiago para participar con su mural en el Festival Hecho en Casa del GAM con su estética femenina y su estilo collage que ya la ha tenido trabajando en Lollapalooza, en el Bar The Clinic, diseñando poleras para Americanino y un mural para la misma marca en Parque Arauco.

¿Cómo es hacer arte en Francia o Londres?
Francia es bacán. Me encanta porque de verdad está súper bien valorado, lo toman en cuenta, le tienen respeto. Yo generalmente participo en exposiciones que son de street art, muchos graffiteros. Y tú estás en la exposición y ves abuelitos que van a verla o cualquier persona, es muy respetado. Acá todavia no se da eso, no existen galerías que sean exclusivamente de street art.

¿Cómo son las galerías de street art o arte callejero?
Es una versión alternativa de lo que tú haces en la calle. Yo igual hago cuadros de la misma forma que hago los murales porque también creo que está bien ser parte de la galería. Esta bien que yo trabaje en la calle, pero yo no puedo renegar de la galería que en el fondo es donde gano plata y donde puedo vivir de eso. En la calle nadie me paga por hacer los murales.

¿Por qué elegiste el formato de murales y trabajar en la calle?
Me encanta el formato calle porque es grande. Es una cosa que va más allá de una tela pequeña, me gusta el concepto de expandirme, de hacer una cosa muy grande que es superior a mí. Yo mido 1,56, ¿cachai? Y de repente estoy haciendo murales de siete metros, entonces eso a mí me encanta. El hecho de poder extenderme, ser una cosa más allá de mí.

¿Ha sido muy difícil meterse en esto que es más de hombres?
Sí, es súper de hombres, pero también hay muchas mujeres que lo hacen. No sé, yo siento que sobre todo, mi estilo es súper femenino. No hay hombres que recorten flores como las recorto yo, pero igual llevo años en esto. Empecé a hacer murales el 2008 y desde ahí que de a poco me he ido metiendo y entre más trabaje, más me voy a ir metiendo, es una cosa que no podís parar. Yo hago murales todas las semanas.

¿Cuánto te demoras en hacer un mural?
En hacer el mural físicamente me puedo demorar uno o dos días, pero en la planificación me demoro como una semana. Trabajo primero en Photoshop la imagen, lo que quiero hacer, después mando a imprimir todas las cosas, despues las tengo que recortar y despues las pego una a una, así por módulo.

Pero eso cuando son legales ¿o no?
Puede ser ilegal o legal. Si salgo a pegar no le pido permiso a nadie. Cuando hago ilegal, me tomo el tiempo antes. Los hago igual en módulos uno a uno, hago poster grandes y me voy. Ando en bicicleta con un tarro de pegamento. Pero me gusta más tener legal, porque me puedo demorar mucho más. Puedo pintar y después poner las fotocopias. Me gusta tener más tiempo porque me demoro más en los detalles.

¿Qué te mueve a hacer murales?
Me encanta trabajar en la calle porque siento que es una galería abierta. O sea, mi mural va a llegar a un montón de gente que quizás no iría a ver una exposición mía. Siento que al llegar y hacer algo en la calle estoy rompiendo la rutina y el esquema de la gente, del hueón que va caminando todo el rato sin darse cuenta por donde va. Creo que también inspiro a mucha gente a que hagan sus cosas. Siento que el hecho de trabajar ilegal abre puertas a que mucha gente saque lo que quiera decir, no tienes que pedirle permiso a nadie, dilo.

¿Y que buscas expresar con cada mural?
En general mis trabajos siempre tienen mucha naturaleza, porque siento que estamos todo el día encerrados en concreto o estamos en la casa, o en la oficina o en el metro. Entonces yo trato de abrir espacios verdes, espacios de libertad. Y trabajo mucho con la mujer, porque viene de mí, mi trabajo es súper femenino, entonces meto a la mujer y le doy carácter. Son los personajes principales de mis composiciones, siempre. Y a los hombres los trato de hacer antropomorficos porque… así es po hueón, los hombres son más animales. Por ahí va mi trabajo, siempre hay muchos pájaros que vuelan y son libres. Creo que es porque yo siempre estoy en búsqueda de eso, de una libertad y un espacio, por eso siempre estoy viajando.

¿No te da miedo que se convierta en una pega estresante?
Es que para mí es una pega. Hacer mis murales es mi trabajo, es lo que me gusta hacer. Yo vivo de eso. Obviamente me ponen plazos y me estreso, pero quién no. Pero soy igual que cualquier persona, tengo que pagar mi arriendo, mis cuentas, mi comida, mi médico, tengo que vivir de eso. Yo para llegar a esto, muchos años tuve que trabajar en otras cosas. Y recién este año logré vivir del arte y siento que ha sido un logro súper grande en mi vida porque a veces en la cocina hacía turnos de 16 horas, era horrible, y estaba súper cansada para salir a pegar, pero tenía que hacerlo, porque es lo que me gusta.

¿Crees que es necesario salir de Chile para desarrollar el arte al punto de poder vivir de eso?
Te diría que sí, pero yo sé que salir de Chile es difícil. Yo he tenido la suerte que he podido hacerlo, me he sacado la mierda y lo he hecho. Pero también creo que para la gente que no puede salir, está la tarea del que sale, traerlo a Chile. O sea, yo siento que yo, que salgo y entro todo el rato, me gusta pensar que alguien que no salió, al ver mi trabajo se pueda inspirar y pueda entender algo, un poco de lo que está pasando en otro lado. Yo siempre salgo para ver qué está pasando y traer nuevas ideas.

¿Te vas a quedar a vivir en Chile?
No tengo idea de cuándo me voy a establecer ni dónde.

Notas relacionadas