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Poder

10 de Diciembre de 2012

Padre de los Ossandón Larraín escondió pagarés en Miami de su “reorganización tributaria” para evitar pago en Chile

Gabriel Ossandón Valdés declaró ante el Servicio de Impuestos Internos que dio la orden de enviar los documentos a una oficina de abogados en el país del norte, hecho que su propio abogado, Luis Ocampo, que se encontraba presente en el interrogatorio, desconocía. Uno de los papeles establece que la sociedad panameña Real State Golden Investment le debe a Manuel Ossandón Larraín 112 millones de dólares, de los que no se ha pagado ni una sola cuota. El dinero es administrado por su hermano Bernardo, quien está querellado por estafa y apropiación indebida en la fiscalía. Esta es una de las aristas que determinaron que el tata fisco obligara a este clan de la elite chilena a pagar 220 millones de dólares por evasión tributaria, la más grande en la historia nacional.

Por


Foto: www.asesoríasfinancieras.com

A las 16.00 del pasado 7 de agosto, Gabriel Ossandón Valdés, llegó hasta la Subdirección Jurídica del Departamento de Delitos Tributarios del Servicio de Impuestos Internos (SII), junto a su abogado Luis Ocampo para ser interrogado.

Al frente tenía a las funcionarias Ditzel Carrasco, Josselyn Hernández y a la abogada Ximena Lazo, todo un team para requerir las respuestas del padre de Manuel Ossandón Larraín, quien se querelló contra su hermano Bernardo, porque a su juicio, mediante engaños, se apropió de los 200 millones de dólares que le pertecenen, como parte de la herencia del fallecido político y empresario Bernardo Larraín Vial.

Básicamente, las interrogantes de los representantes del tata fisco buscaban determinar de dónde provenían los activos de la sociedad constituida en Panamá por los Ossandón Larraín, Real State Golden Investment (RSGI) que a su vez creó un espejo en las Islas Vírgenes con acciones al portador, llamado BLV.

Al respecto, hay que recordar que el SII liquidó esta operación y obligó al clan a pagar 220 millones de dólares por evasión tributaria, tal como lo reveló este diario el pasado lunes .

Locación transnacional

Luego de consultarle sobre aspectos de modalidades contractuales y otras materias técnicas, las fiscalizadoras atacaron y le preguntaron respecto de la existencia de pagarés, que acreditan la deuda de 112 millones de dólares a Manuel Ossandón Larraín, por parte de su hermano Bernardo. Existen también otros documentos que pertenecen al resto de los hermanos (son cinco en total).

“¿Quién tiene físicamente estos pagarés o quién está a cargo de ellos de otro modo? ¿Con qué fondos RSGI va a cancelar las cuotas de los pagarés? ¿Existe intención de cancelarlos? ¿Se han pagado las cuotas? ¿Cuántas cuotas se han cancelado”, lo inquirieron con precisión.

Gabriel Ossandón Valdés, graduado en ciencias empresariales y de 70 años, respondió sin chistar: “Los pagarés en un momento estuvieron en posesión de cada uno de los acreedores de RSGI, pero al poco tiempo, luego yo se los pedí y los envié a Miami a la oficina de mis abogados, donde se encuentran en la actualidad”.

Hay que recordar que en 2008, los Ossandón Larraín iniciaron una “reorganización tributaria”, vaciando distintas sociedades de su propiedad, cuyos activos fueron a parar a RSGI y luego a BLV y mediante cláusulas dividieron en partes iguales la fortuna, impidiendo que Manuel Ossandón Larraín pudiera en vida administrarlos. En suma, todo un mayorazgo.

Según este último, firmó un mandato de administración de sus bienes sin siquiera sospechar que su hermano Bernardo lo estafaría, según denunció al Ministerio Público, y para acreditar que tenía físicamente parte de su dinero, se le extendieron estos pagarés, cuyos originales ahora están a buen resguardo en el país del norte, cuestión que sorprendió al SII, dijeron fuentes de la entidad.

Sorpresa

Gabriel Ossandón Valdés, en su testimonio, ahondó en mayores detalles en este conflicto al interior de una de las familias más acaudaladas de Chile y ligadas a la elite política, empresarial y religiosa, litigio muy parecido a series del tipo Dallas o Falcon Crest.

Indicó que “los pagarés no habrían ocasionado ningún problema de cobro con mis hijos”, apuntando tácitamente al intento de acceder al dinero por parte de Manuel Ossandón Larraín.

“En cuanto a la pregunta de los fondos con que RSGI va a cancelar las cuotas de los pagarés, lo único que tengo claro es que se deben pagar, pero Bernardo va a tener que ver cómo y con qué fondos. Siempre ha existido la intención de cancelarlos, pero aún no se ha pagado ninguna cuota y esto va a ocurrir cuando se cumplan ciertas condiciones, por ejemplo, que se den económicamente las circunstancias para pagarlos y mis hijos así lo quieran. La decisión de no pagar los pagarés fue mía”, explicó.

En las sombras

Poco después de las 18 horas la declaración estaba terminando y Gabriel Ossandón Valdés se aprestaba a firmar el documento, cuando su abogado Luis Ocampo le pidió a los funcionarios del SII hacer una precisión, “por cuanto él habría tomado nota de no existir certeza acerca de la existencia de los pagarés en Chile”. En otras palabras se vio sorprendido por su cliente.

“En razón de ello se le consulta al declarante… que precise sus dichos, al respecto señala: Yo no participé en la firma de los pagarés, pero deben haber sido firmados en Chile y quiero agregar que yo di la orden para que se fueran a Estados Unidos”, aclaró Ossandón Valdés.

Junto a la liquidación por 220 millones de dólares que hizo el SII al clan, existe además otra de la misma especie que está en curso, referida a las operaciones realizadas en Chile entre las sociedades que también debieron tributar.

A lo anterior se suma una indagatoria por fraude tributario que sustancia el SII y que podría derivar en una querella criminal y otra que tramita la fiscal Macarena Cañas por estafa, apropiación indebida, en contra de Bernardo Ossandón Larraín y por prevaricación en contra de los abogados Rodrigo Ruiz Tagle y Marko Jürgensen.

En tanto, en la edición de este domingo del diario La Tercera, Ocampo aseguró que sus representados son inocentes de la evasión acreditada por el SII. Indicó que el organismo cambió su criterio con las reorganizaciones tributarias y que el juicio terminará en la Corte Suprema en unos cinco o seis años más.

Este diario intentó obtener una versión de los abogados de los Ossandón Larraín, el profesional Gustavo Parraguez, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Revise toda la investigación de The Clinic Online sobre los Ossandón Larraín

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