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Nacional

20 de Diciembre de 2012

Universidad Autónoma: La trama que le permitió conseguir cinco años de acreditación

CIPER Chile revela un nuevo antecedente que se suma al cuestionado proceso de acreditación de la U. Autónoma (UA), propiedad del renunciado ministro de Justicia, Teodoro Ribera. Un connotado matrimonio de académicos participó en el proceso, pero en veredas opuestas: Raúl Atria, como par evaluador de la CNA, y María José Lemaitre, como asesora de la universidad. Además, otro evaluador de la UA se convirtió al año siguiente en rector del instituto Incacea, propiedad de la misma universidad. Ambos ejemplos ilustran cómo en la CNA se han sucedido relaciones incompatibles, conflictos de intereses y falencias en la fiscalización.

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Reportaje de Ciper Chile

En 2010 la Universidad Autónoma (UA) se jugó todas sus cartas para conseguir más años de acreditación que los que obtuvo en 2007. Un elemento vital era lograr que los “pares evaluadores” se llevaran la mejor impresión cuando visitaran sus sedes. Del informe que emita este equipo de académicos depende la decisión de acreditar o no, y por cuánto tiempo, que debe adoptar la Comisión Nacional de Acreditación (CNA). Los “pares evaluadores” representan en terreno los “oídos y ojos” de los miembros de la CNA.

Luis Eugenio Díaz, entonces presidente de la CNA, resolvió que el académico Raúl Atria sería el presidente de los pares evaluadores para la UA. Así lo comunicó a Andrea Aedo (secretaria ejecutiva de la CNA), en un correo electrónico del 25 de mayo. Su designación no revestiría conflicto alguno si no fuera porque la U. Autónoma había contratado a la esposa de Atria, María José Lemaitre -junto a otros dos evaluadores-para que le hicieran una asesoría que se conoce como “pre-visita”. Es decir, una suerte de ensayo general, que preparó a la universidad para responder de la mejor manera a los “pares evaluadores”. De hecho, Lemaitre y sus dos acompañantes revisaron el informe de evaluación que la universidad envío a la CNA, detectaron sus debilidades y simularon ser los “pares evaluadores” oficiales, preparando de esta forma a la Autonóma para que pudiese responder correctamente a la comitiva oficial que los visitaría más adelante y que estaría encabezada por Atria.

Este hecho no representa un ilícito, pero sí da cuenta de un conflicto de intereses que jamás fue informado a la CNA, ni por Atria ni por la U. Autónoma, al momento en que se designaron a los pares evaluadores que los visitarían. De hecho, los propios comisionados que votaron la acreditación de la Autónoma se enteraron recién ahora, a través de CIPER, y a la luz de este nuevo antecedente estimaron que Atria debió inhabilitarse.

El conflicto de intereses que no declaró Raúl Atria se suma a otros antecedentes en torno a la acreditación de la U. Autónoma, como los correos enviados por el ex presidente de la CNA investigado por cohecho, Eugenio Díaz, al recientemente dimitido ministro de Justicia y ex rector de la UA, Teodoro Ribera. En esos emails, Díaz pidió a Ribera un cupo en la carrera de Kinesiología y una beca para un sobrino-nieto, cuando la universidad estaba en pleno proceso de acreditación. Además, ya a cargo del Ministerio de Justicia, Ribera contrató a Díaz para realizar asesorías en Gendarmería cuando la CNA estaba acreditando el instituto Incacea, de propiedad de la familia del ex ministro.

Todos estos antecedentes configuraron una trama que puso en entredicho el proceso que le otorgó a la UA cinco años de acreditación, al punto de forzar la renuncia de Teodoro Ribera a la cartera de Justicia el pasado lunes 17.

Lee el reportaje completo en CIPER Chile

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