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Mundo

27 de Enero de 2013

¿Cómo se siente vivir congelado? historias de Rusia

Vía Semana Quizá para quienes han tenido la fortuna de estar en los lugares más fríos de la Tierra, como Alaska o Groenlandia, resulta casi impensable que exista un lugar que alcance temperaturas mucho más bajas, y en donde además, se asiente toda una población. Sin embargo, para sorpresa de muchos, existe y s e […]

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Vía Semana

Quizá para quienes han tenido la fortuna de estar en los lugares más fríos de la Tierra, como Alaska o Groenlandia, resulta casi impensable que exista un lugar que alcance temperaturas mucho más bajas, y en donde además, se asiente toda una población. Sin embargo, para sorpresa de muchos, existe y s
e llama Oymyakon. Allí, en la aldea del hielo, la vida constituye todo un desafío.

Al noreste de la República de Yakutia, en Rusia, viven unas personas que se alimentan de caballo y reno. La temperatura más baja registrada en su historia fue de -71.2 ºC y, por ello, se considera el lugar habitado más frío del mundo. Sus habitantes no pueden cultivar ningún tipo de alimento, la planta de calefacción funciona solo quemando madera y carbón, y morirse es un acto despiadado. Pues cavar un hueco para la tumba requiere de un proceso de tres días en el que se debe descongelar el suelo para poder enterrar al difunto. Y ni pensar del esfuerzo que tiene que hacer el cuerpo para romper las gruesas capas de hielo.

Antes de que el hielo pueda hacer de las suyas, los pescadores saben que deben actuar de inmediato porque los peces se congelan en menos de medio segundo una vez están fuera del agua. Igualmente, durante los nueve meses que dura el invierno, las actividades diarias deben hacerse en un lapso de tres horas porque el sol es esquivo.

Aunque los medios de comunicación también están presentes y cuentan con un periódico, la desconexión con el mundo es casi completa. Las páginas solo alcanzan para informar a la comunidad sobre las muertes, odiseas e historias personales de quienes han tenido que vérselas para no morir congelados.

Pero en Oymyakon no solo los humanos son protagonistas de esta historia de heroísmo. Más fuertes y resistentes, son los caballos salvajes. Pero los yakutos (sus habitantes) no vacilan a la hora de sacrificarlos para comer su carne grasienta, pues en la aldea del hielo la supervivencia es el principal objetivo de vida.

El menú no ofrece más que unas cuantas opciones. Las martas y las liebres son la principal fuente de energía, y también pueden sustituirse por renos y vacas, aunque estas últimas por lo general, están reservadas para ser ordeñadas durante los meses más cálidos, porque el resto del año sus ubres no reciben la temperatura adecuada para producir leche.

Yakutia donde se encuentra ubicado el poblado, tiene una extensión de tres millones de kilómetros cuadrados y es una de las más ricas del planeta por sus recursos naturales. Cuenta con las mejores reservas de gas, plata, metales, diamantes, oro y petróleo.

Como buenos rusos, los habitantes del lugar más frío de la tierra, en la región comprendida como “El anillo de la muerte de Stalin”, si no mueren congelados, fallecen por exceso de alcohol. Pues aunque este pueda ser un enemigo letal, al menos calienta el cuerpo y aleja la mente de la realidad fría que solo los hace visibles a los ojos del mundo por habitar un lugar que para muchos resulta irreal.

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#frío#hielo#rusia

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