“Buen vivir”: Eje articulador del movimiento social

Por Juan José Moreno

A propósito del encuentro CELAC-UE y la reciente Cumbre de los Pueblos, desde nuestro espacio de trabajo territorial en La Esquina, queremos aportar el debate y la construcción de alternativa con algunas reflexiones.

En primer lugar, no es un paso menor la constitución de la CELAC, comunidad de Estados que agrupa a todos los países del continente al sur del Río Bravo y que a partir de la hegemonía que hoy tiene un grupo de países progresistas – con diferentes matices y énfasis – genera un espacio que se levanta para luchar por una independencia real y un desarrollo que no se subordine a los poderosos.

Ahora bien, antes de ahondar en esta convergencia del movimiento social, creemos importante no poner estas dos instancias como antagónicas, pues consideramos sumamente necesario un diálogo de los pueblos con sus representantes, dado que desvincularse totalmente de instancias como la CELAC podría llevar a los pueblos a marginar totalmente su poder de influencia en los espacios más determinantes.

De acuerdo a esto, queremos hacer referencia a la Cumbre de los Pueblos y cómo esta nos hace sentido como Plataforma de Trabajos Territoriales. Una de las ideas que tiene total consenso dentro de nuestro espacio, es la articulación de diferentes actores sociales como forma de fortalecer el movimiento social, convirtiéndolo en una herramienta eficaz que pueda aportar en la transformación de la realidad actual.

Esta articulación implica una serie de beneficios al movimiento social, como aumentar su convocatoria y transversalidad social, otorgándole la capacidad de entender la realidad de manera mucho más global y generando demandas que escapan de lo gremial, comenzando a apuntar a cambios estructurales. Con la Cumbre se avanzó bastante en este punto, en donde pudimos ver que los ejes de las discusiones tuvieron como puntos centrales temas de carácter estructural y donde cada sector desde sus luchas, aportaba a una estrategia para el movimiento social como un actor político unitario.

Cabe destacar que actividades de estas características pueden servir como dinamizadoras de ciertos procesos, ya que si bien las reflexiones de los diferentes espacios sociales respecto a las transformaciones estructurales tiene niveles muy heterogéneos, esta convergencia obliga a cambiar la óptica de la discusión, escapando de lo coyuntural y reivindicativo, y poniendo a todos los participantes a discutir una estrategia política común.

Escapando de la generalidad, nos alegra comprobar cómo los ejes que los pueblos definieron son muchos de los que desde “La Esquina” queremos potenciar, lo que nos da más certezas de nuestros principios, diagnósticos y formas de acción.

Un tema que fue constitutivo de este encuentro fue el Buen Vivir, el cual fue tratado de manera prioritaria como uno de los 4 ejes de trabajo que estructuraba la Cumbre. Hoy el Buen Vivir o Sumak Kawsay, cobra fuerza cuando vemos que, como decía Mariátegui, “ni calco ni copia” y que las alternativas al capitalismo deben recoger mucho de nuestra propia tradición y cultura nacionales. Por esta razón, no levantamos hoy el Buen Vivir desde una actitud conmemorativa, sino desde un frente del cual empujamos un paradigma de alternativa al modo de producir la vida. Este habla de producir para nuestras necesidades, a diferencia del consumo a destajo sin conciencia de nuestro planeta y sus recursos, de colaboración y solidaridad, frente a la competencia y el individualismo.

Gran importancia cobra la solidaridad entre los pueblos, ya que muchos de estos aprendizajes son producto de largos procesos de acumulación histórica de países hermanos. Lo que tenemos al alcance gracias a los vínculos generados está a nuestra disposición como insumos muy valiosos para, desde nuestra propia realidad nacional, aportar a la construcción de otro mundo posible.

Rescatamos de manera especial ciertos énfasis mencionados en la relatoría final de la cumbre de los pueblos, tales como:
-Construcción y empoderamiento desde los territorios, generando la construcción política desde lo local, construyendo estos espacios de base en actores políticos.
-Forma de entender la democracia, donde esta sea ‘’directa, participativa y popular’’.
-La politización del movimiento social.

Gran ánimo nos da saber que el pueblo trazó el camino al cual, hace algunos meses, nos propusimos contribuir. Seguiremos trabajando desde lo local pensando en los cambios estructurales y por supuesto en la construcción de la Patria Grande.

*Coordinador General, Plataforma de Trabajos Territoriales La Esquina.