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Opinión

8 de Febrero de 2013

En el día de la piscola: El pisco es peruano

Para mucha gente, el pisco es algo así como el tercer elemento que debería adornar el escudo nacional. Merece una estrofa en el himno y un pie de cueca en la parada militar. Incluso se logró darle un día en medio de las vacaciones para reafirmar la mentira más grande del chovinismo nacional: que el […]

Romina Reyes
Romina Reyes
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Para mucha gente, el pisco es algo así como el tercer elemento que debería adornar el escudo nacional. Merece una estrofa en el himno y un pie de cueca en la parada militar. Incluso se logró darle un día en medio de las vacaciones para reafirmar la mentira más grande del chovinismo nacional: que el pisco es chileno.

Pero no se engañen. El pisco es peruano y afirmar lo contrario es tan fútil como insistir en la soberanía del mar por encima o debajo de una linea imaginaria.

La gesta por la chilenidad del pisco parece tener su origen y asentamiento en la supuesta superioridad chilena por sobre el peruano, la misma que hace que estos sean flancos imaginarios de los valientes soldados.

El pisco se comenzó a producir en el Virreinato del Perú en el siglo XVI, y a la zona chilena llegó 20 años después de las primeras plantaciones de la vid en lo que hoy es Perú. La palabra pisco es quechua y significa “ave”, y se denomina así por el sector donde fue plantada, donde Chuquimanco, cacique de las tierras del sur de Lima, contemplaba diariamente miles de pájaros.

Mientras en Chile las variadades del pisco se miden por grandos, en Perú se determinan por el tipo de uva: Pisco Puro, Pisco Acholado, Pisco Mosto Verde y Pisco Aromático. Además, el pisco ha sido reconocido como un producto peruano en muchos países mientras que Chile es el único que insiste en lo contrario.

Por último, Perú tiene una ciudad llamada Pisco, una provincia y un distrito dentro de la provincia llamado, adivinen, Pisco. Además existe una decena de localidades con la palabra pisco en su nombre.

Pasa que a muchos les gusta alimentar la idea de la supuesta superioridad del chileno por sobre la del peruano porque les gusta quedarse con la imagen del vecino sentado en la catedral para matar el tiempo libre. Como si la pobreza y la negrura no fuera también una condición de este país. Pero basta darse una sola vuelta por Perú para darse cuenta que la rivalidad tiene más de clasismo que de amor a la patria.

Entonces, el pisco es y siempre ha sido peruano. Eso sí, la piscola es chilena. Con la bebida helada y pisco hasta el último hielo que le caiga al vaso.

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#Chile#Perú#Pisco#Piscola

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