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Nacional

6 de Abril de 2013

Harald Beyer: “no encontré a nadie de oposición que tuviera esa valentía de reflexionar sobre la validez de la acusación”

Harald Beyer hizo sus descargos en El Mercurio tras quedar con una pata afuera del Mineduc tras la aprobación en la cámara baja, de la acusación constitucional en su contra. Beyer reclamó que “no encontré a nadie de oposición que tuviera esa valentía de reflexionar sobre la validez de la acusación” insistiendo en su tesis […]

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Harald Beyer hizo sus descargos en El Mercurio tras quedar con una pata afuera del Mineduc tras la aprobación en la cámara baja, de la acusación constitucional en su contra.

Beyer reclamó que “no encontré a nadie de oposición que tuviera esa valentía de reflexionar sobre la validez de la acusación” insistiendo en su tesis de la “politiquería”.

El número uno del Mineduc dijo que se sintió apoyado desde La Moneda explicando que “el Gobierno estaba detrás de mí y que él (Piñera) personalmente estaba muy comprometido con la gestión del ministerio y, por lo tanto, podía contar con todo su apoyo”.

“No he pensado en renunciar” declaró Beyer, ante la posibilidad de dar ese paso y evitar la inhabilidad política por ese motivo. “Ahora, aunque renuncie, la acusación sigue su marcha; así que tampoco sirve desde el punto de vista de evitar una supuesta sanción” insistió Beyer, agregando que la inhabilidad “no me preocupa y nunca he sido una persona que planifique demasiado el futuro. Pienso el día a día, y si me tengo que ir, ahí voy a ver a dónde”.

Según el académico la votación “más que una sorpresa, fue una decepción, porque uno siempre piensa que hay políticos que tienen mayor altura de miras y que realmente estudian los antecedentes seriamente y votan en conciencia. Si hubiesen votado en conciencia, la acusación no habría prosperado. Esta fue una votación en bloque y sin mayor consideración de los antecedentes”.

Siempre en El Mercurio, Beyer repasó su labor en el Ministerio de Educación explicando que “lo que nosotros hemos tratado de hacer es reconocer que hay un problema regulatorio y una actuación un poquito remolona del Mineduc históricamente en materia de fiscalización, y tratamos de avanzar en los dos frentes con mayor fiscalización, y vuelvo a insistir: nuestras atribuciones son muy escasas y eso quedó bien argumentado en nuestra defensa. En general los abogados constitucionalistas sostuvieron que el hecho de que nosotros en el artículo 64 podamos sancionar no significa que tengamos potestades fiscalizadoras. La evidencia más clara de eso es que la superintendencia en general se aprobó con gran mayoría en el Senado”.

En la misma línea Beyer sostuvo que “el ministerio tiene algunas competencias y esas las hemos utilizado al máximo y hay otras áreas en que no las tenemos. Hay cosas que no podemos usar. Por ejemplo, nadie rebatió el planteamiento del abogado Enrique Barros de que el ministerio no puede ni siquiera exigir el libro de contabilidad de una institución de educación superior”.

Consultado por si es que le faltó hacer más gestiones políticas para evitar la acusación, el ex académico del CEP señaló que “ni siquiera gastando más tiempo en tomar café con los diputados hubiese evitado la acusación. Podemos discutir cuál es el tamaño de la educación pública y privada dentro de ese modelo. Esa es una discusión legítima y uno puede decir que debería existir mayor proporción de la educación pública. Si eso es lo que creemos, pongámosle más recursos a eso, pero eso no fue lo que hicieron los gobiernos anteriores”.

El timonel del Mineduc dedicó un párrafo a explicar el término de “politiquería” que achacó a la acusación en su contra. Beyer dijo al respecto que “la política supone deliberación, y cuando no hay deliberación, es politiquería. Si hubiese habido argumentos más sólidos, una reflexión más profunda, habría sostenido otra cosa, pero eso no lo vi. Incluso, citar mal e incompletamente el argumento de la Contraloría muestra incapacidad total de deliberación, mala fe, politiquería, poco interés de discutir los temas de educación de verdad. Porque aquí al final lo que hay es una incapacidad del sistema político de deliberar sobre qué es lo que le conviene al país”.

Respecto del planteamiento sobre educación que marcó su gestión, Beyer argumentó que “sigo convencido de que tiene que ser un sistema mixto, que requiere mucha más regulación de la que ha tenido, mayor financiamiento y transparencia, y esa ha sido mi agenda. Hemos hecho reformas profundas que buscan mantener un sistema mixto, pero corrigiendo las bajas exigencias regulatorias que ha tenido, las menores exigencias de calidad, el acceso y el financiamiento. Esa es la batalla intelectual de fondo”.

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