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24 de Abril de 2013

El goleador que volvió de la muerte

Vía Kienyke Por Fabián Buelvas La madrugada del 25 de enero de 2010 Salvador Cabañas entró a un bar y salió de allí convertido en otra persona. De las últimas horas de su antigua vida no recuerda casi nada, ni cómo llegó al bar o con quién; tampoco rememora al hombre que cumplió la amenaza […]

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Vía Kienyke
Por Fabián Buelvas

La madrugada del 25 de enero de 2010 Salvador Cabañas entró a un bar y salió de allí convertido en otra persona. De las últimas horas de su antigua vida no recuerda casi nada, ni cómo llegó al bar o con quién; tampoco rememora al hombre que cumplió la amenaza de dispararle un tiro en la cabeza. Lo que Salvador no olvida es que en ningún momento sintió miedo.

– ¿De qué voy a tener miedo?, ¿de qué voy a tener miedo? No, no tengo miedo.

– ¿Ah sí?, ¿no tienes miedo?, ¿a esto que tengo en tu frente no le tienes miedo?

El bar donde le dispararon a Salvador Cabañas queda en la Avenida Insurgentes Sur, en Ciudad de México, a donde llegó a mediados de 2006 para hacer parte del Club de Fútbol América, el principal equipo de la ciudad.

En poco más de cuatro años con Las Águilas jugó 115 partidos de Primera División, marcó 66 goles y ganó una Interliga. Fue distinguido como el Futbolista del Año en Sudamérica (2007), goleador de la Copa Libertadores (2007 y 2008) y parte del Equipo Ideal de América (2007, 2008 y 2009). Había participado con su país, Paraguay, en la Copa Mundial de Fútbol de 2006, y el principal delantero para el mundial Sudáfrica 2010, que se iniciaría en menos de cinco meses.

Aquella madrugada, una bala calibre.22 atravesó su frente y se quedó en su cabeza para siempre. Los médicos le dieron pocas esperanzas de vida.

Mientras Salvador intentaba demostrarles a los médicos que la muerte no vendría pronto, la policía identificó a su atacante. Se trataba de José Jorge Balderas Garza, alias ‘J.J.’, nacido en Mazatlán, una de las ciudades más importantes del estado de Sinaloa. Tenía poco más de 30 años y lo acompañaba Juliana Sossa Toro, una modelo colombiana de 25 años, 170 centímetros de estatura y ojos verdes, quien en 2008 había sido reina del Turismo, en Antioquia.

‘J.J.’ resultó ser un narcotraficante vinculado a las órdenes de Édgar Valdez Villarreal, ‘la Barbie’, uno de los criminales más temidos de México. ‘La Barbie’ escondió a ‘J.J.’ y a su novia en una de sus tantas propiedades en el D.F. con la esperanza de que el hecho se olvidara.

Lejos de eso, México y Paraguay se volcaron hacia su futbolista. Los paraguayos, que descartaron cualquier posibilidad de tenerlo en el mundial de Sudáfrica, realizaron innumerables vigilias por su salud en Asunción, Ciudad del Este y Encarnación, las cuales se extendieron al resto del país. “Yo sé que ahora estás en terapia, que estás dormido, pero voy a estar contigo junto a toda esta gente hasta que te despiertes”, dijo un hincha que lucía la camiseta rojiblanca de su selección.

Los fanáticos del América se juntaron varias veces en el Hospital Ángeles, donde estaba el futbolista, a orar por él y pedir informes sobre su estado médico. Varios medios de comunicación lo dieron por muerto en reiteradas ocasiones. Pero al sexto día, luego de una serie de sedaciones, Cabañas comenzó a hablar en perfecto guaraní, una de las lenguas oficiales de su país.


La modelo colombiana Juliana Sossa y José Jorge Balderas Garza, alias ‘J.J.’

El 21 de febrero se publicó la primera foto de Salvador Cabañas después del accidente. Se veía delgado, con la cabeza rapada, incapaz de estar en pie sin ayuda. No podía mantener fija la mirada sobre algo o alguien. De nuevo se hicieron frecuentes los rumores sobre su muerte y cada tanto un diario sensacionalista confirmaba la noticia. Su regreso a las canchas estaba descartado.

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