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LA CARNE

12 de Mayo de 2013

Directora triple equis: “la pornografía es buena para la sociedad”

“En la pornografía nadie hace el amor, todo el mundo hace el odio”, dice la feminista antipornografía Gail Dines. Y aunque quizás no todos hagan declaraciones tan tajantes, no es desatinado decir que, cuando se trata el tema, el consenso va por esas líneas. Sin embargo, para Anna Arrowsmith, “la pornografía es buena para la […]

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“En la pornografía nadie hace el amor, todo el mundo hace el odio”, dice la feminista antipornografía Gail Dines. Y aunque quizás no todos hagan declaraciones tan tajantes, no es desatinado decir que, cuando se trata el tema, el consenso va por esas líneas.

Sin embargo, para Anna Arrowsmith, “la pornografía es buena para la sociedad”. Arrowsmith es conocida como Anna Span en la industria del cine para adultos, en la que se distingue por ser la primera británica en dirigir una película porno, con la que debutó en 1999 (“Eat me/Keep me”).

Pero su declaración no responde a un mero interés comercial. De hecho, al menos por el momento, Anna Span no está produciendo películas. Se trata de una convicción y su misión es alentar a más gente a adentrarse en ese mundo.

Dinero o liberación
Debido a que su posición es inusual, de tanto en tanto la invitan a defenderla en debates organizados por grupos intelectuales. En el más reciente, se enfrentó nada menos que a uno de los íconos del feminismo: Germaine Greer. Sin embargo, Anna Span no tiene nada que temer en esos círculos, pues es graduada de una de las más prestigiosas escuelas de arte del mundo -Central Saint Martin’s School of Art and Design-. Además tiene un master del Birbeck College en Filosofía y está por recibir otro de la Universidad de Sussex en Estudios de Género.

De hecho, Anna es también feminista y las cintas que produjo son “pornografía feminista”. “Yo solía ser antiporno. Pero un día, en los 80, estaba caminando por la zona roja de Londres y mientras miraba las tiendas y bares me di cuenta que mi rabia era más bien envidia: envidiaba la libertad de los hombres… ¡sus necesidades sexuales eran atendidas de tantas formas distintas! Así que me convertí en pro la industria del sexo”, le cuenta a BBC Mundo.
“Yo soy proporno pues no serlo es entregarle el sexo y la visualización del sexo a los hombres”.
Pero en conversación con la BBC Greer argumenta que “se trata de dinero, no de liberación. La obscenidad tiene un papel importante en el arte, así como el arte erótico, pero la pornografía estrictamente hablando no es más que una manera de hacer plata”, asegura.

“La literatura de la prostitución”
Para Greer, el problema con la pornografía es que “es una industria inmensa, que mueve enormes cantidades de dinero, y siempre lo ha hecho, pues la pornografía es la literatura de la prostitución”.
Greer aclaró que ella siempre ha abogado por la incorporación de la sexualidad en la narrativa de la vida cotidiana, en vez de confinarlo a una industria separada. Pero ese parece ser el objetivo último de Arrowsmith, según lo que le dijo a BBC Mundo, sólo que ella no tiene problema en que el punto de partida sea precisamente esa industria.

“Parte de mi labor es normalizar la pornografía”, explica Arrowsmith. “Las feministas antiporno dicen que eso es peligroso, pero entre más normal sea, más peso tendrá la influencia de las mujeres en la industria y más aprenderán sobre sexo… y para mí, eso es totalmente positivo”.

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