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Mundo

21 de Mayo de 2013

Cómo no: Autoridades colombianas quieren frenar como sea la “ruleta sexual”

Vía El Mundo La noticia sobre la práctica de la “ruleta sexual” entre adolescentes colombianos, hizo sonar las alarmas de los organismos colombianos que abordan problemáticas juveniles y ya están tomando medidas para conocer mejor el fenómeno y buscar soluciones. En el ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) sólo tienen hasta la fecha la denuncia […]

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Vía El Mundo

La noticia sobre la práctica de la “ruleta sexual” entre adolescentes colombianos, hizo sonar las alarmas de los organismos colombianos que abordan problemáticas juveniles y ya están tomando medidas para conocer mejor el fenómeno y buscar soluciones.

En el ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) sólo tienen hasta la fecha la denuncia que hizo la madre de una chica que quedó embarazada en Medellín por causa del juego y que fue la que explicó al país en qué consistía. Pero ya han puesto en marcha un plan para recoger información en todas sus sedes con el fin de ver hasta qué punto está extendido. Y lo que arrojan las primeras averiguaciones resulta desalentador.

No sólo juegan los niños en la capital de Antioquia sino que se trata de una modalidad de diversión que llevan tiempo largo practicándolo en distintas ciudades como Bogotá y Cali, conforme a entrevistas realizadas entre adolescentes de ambos sexos.

Una moda

Lo que no han descubierto aún son nuevos casos de jovencitas que hayan quedado preñadas por alguno de los diez o quince chicos que pueden penetrarlas en el transcurso de una ronda de la ruleta.

“Hemos visto que no es algo reciente, llevaba más tiempo del que pensamos y es una moda que está ahora pero que puede pasar como otras”, dice una fuente del Icbf. “El problema, al margen de los embarazos, es que refleja ausencia de familia, ausencia de valores, falta de una educación adecuada y unas mujeres jóvenes que no respetan su cuerpo”, afirma. “Los niños lo ven como un juego más, no advierten los peligros que conlleva”.

En Colombia el embarazo de adolescente es un problema que cada año crece, lo que demuestra el fracaso de las políticas que los gobiernos locales y nacionales ponen en marcha para prevenirlo. Al mismo tiempo que aumenta el número de jóvenes que traen bebés al mundo, disminuye las edades en que empiezan relaciones y se preñan. Si antes resultaba extraño y era noticia encontrar una niña de 11 o 12 años esperando, ya no merece una línea por la frecuencia con que se producen.

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