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Cultura

23 de Mayo de 2013

La Vaca Atada: el reestreno de una de las primeras comedias románticas de Ariel Levy

El 30 de mayo se estrena por internet una de las primeras comedias románticas protagonizadas por Ariel Levy. Grabada en 2007, antes de la trilogía Qué Pena de Nicolás López, La Vaca Atada fue reeditada este año para que todos puedan verla gratuitamente en www.lavacatada.cl

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Gianfranco Raglianti no tiene demasiadas ganas de re estrenar esta semana su mediometraje La Vaca Atada. El guión del filme, que también dirigió, lo escribió en 2007, después de terminar con su polola, y todo se dio ese año para que, casi que por azar, el texto terminara en la pantalla grande.

Raglianti, de entonces 19 años, contactó a Ariel Levy, que por ese tiempo pololeaba con María José Bello, por medio de un amigo. Ambos actores leyeron el guión y quisieron participar gratuitamente. Raglianti, que hacía cortometrajes desde el colegio, había trabajado con Sebastián Badilla, director de Babysitter, quien a su vez conocía a Felipe Avello. Éste conocía a Sebastián Longhi, ex Protagonista de la Música: “yo lo veía en el reality y pensaba ‘quiero que este hueón sea mi amigo, me cae bien. Entonces cuando tuve un personaje raro en el guión, se lo ofrecí”, cuenta Gianfranco. Luego, estudiantes de la UNIACC aportaron con su trabajo y los equipos de la universidad que usaban los fines de semana para grabar. Y así, como si se tratara de una colecta, se hizo La Vaca Atada.

La película, de media hora de duración, se estrenó el 2008 en la Corporación Cultural de Las Condes y estuvo en la Selección Oficial del Festival Internacional de Cine de Valdivia en 2009 y en el Festival Internacional de Cine de Lebu del mismo año, donde obtuvo una mención honrosa, además de participar y ganar otros tantos. Boris Quercia, como jurado del Festival de Cine Joven de Beauchef, dijo sobre La Vaca Atada que “es un guión inteligente, realizado con pulcritud y sin mayores aspavientos”, pero la cinta no se siguió exhibiendo.

Y a tres años de su última exhibición, Reglianti no está seguro de querer que la película vuelva a ser vista por el público, principalmente por la distancia que hoy tiene con el proyecto, del que confiesa sentir “un poco de vergüenza ajena y mía. Porque si a mí ahora se me ocurriera la historia de La Vaca con todo lo que he vivido, no la haría”. Además, cuando Gianfranco realizó su proyecto, no existía la trilogía de Nicolás López de Qué Pena: “si las hubiese visto, no habría hecho La Vaca, porque tiene hasta el mismo actor. Tampoco había visto Annie Hall. De hecho, si la hubiese visto tampoco la hago, pero de repente son más rollos personales. No creo que se parezca tanto a las Que Pena ni a Woody Allen”. Además, sobre el parecido con Qué Pena, Gianfranco dice que “hay harta diferencia entre alguien que termina a los 29 y alguien que termina a los 20”.

La idea del re estreno, y por internet, nace principalmente del productor Eugenio Ramírez, quien incluso consiguió apoyo de Yogu Yogu para la re edición de la cinta, en la que ya aparecía la marca por coincidencia: “yo no tomo alcohol, entonces hay una escena en que el Ariel está en un carrete y está con una caja de Yogu Yogu y en el guión salía, lo puse porque me gustaba y nunca me preocupé de conseguir publicidad ni nada. Y como tres años después el productor se acordó de que tenía un contacto ahí”, recuerda el director.

Toda la historia de la película está basada en su experiencia personal. Riglianti estudió derecho en la Universidad de Chile y aunque se ha dedicado a la abogacía también continuó con su pasión por los cortometrajes que había empezado en el colegio. En segundo año de la universidad se puso a pololear y terminó: “estuve tan mal que dije ‘puta voy a escribir esta hueá’”. Eso le pasa al personaje de Ariel Levy, Benjamín. Su polola de tres meses lo patea, pero siguen siendo amigos con ventaja. Además, como Gianfranco no sabía lo que iba a pasar con esa relación, aprovechó de escribir el final que él habría querido en la realidad.

Gianfranco cuenta que el personaje de Levy es “bien neurótico, sumamente enrollado. Es un personaje mucho más abatido, desesperado y enamorado que el de Qué Pena. Pese a su hiperracionalidad es un personaje muy inmaduro emocionalmente ”. La neurosis de Benjamín se materializa en una voz en off que, aunque no está todo el tiempo presente, “es bien importante. Tú no sabes a quién le habla, porque le habla a alguien. Al principio crees que le está contando la historia al amigo de la U, después piensas que le cuenta lo del amigo al psicólogo y así”.

Además, a Benjamín lo acompaña un psicólogo lleno de malos consejos, interpretado por Sebastián Longhi e inspirado en las visitas que el mismo Gianfranco hizo a un profesional luego de su primera ruptura amorosa y donde afirma lo llenaban de los típicos test gráficos: “la otra vez en una entrevista laboral me hicieron dibujar un árbol que representa a tu papá. Y cuando me empezaron a preguntar por él yo vi que se pusieron a mirar el dibujo del árbol. O sea, piensas ‘hueón por favor escúchame lo que te estoy diciendo y no veái el dubijo’”, cuenta Reglianti, que aclara que aunque no le tiene ninguna mala onda a los psicólogos “yo creo que de verdad le buscan la quinta pata al gato. Cuando estás pasando por eso, lo único que alguien puede hacer es agarrarte y decirte: ‘mira, yo estuve igual que tú, también pensé que no iba a encontrar a nadie’. No le puedes decir que se le va a pasar o que no es pa tanto”.

La Vaca Atada, que Gianfranco recomienda para jóvenes de 15 a 25 años, o a cualquiera con adolescencia tardía, estará disponible de forma gratuita en www.lavacatada.cl a partir del 30 de mayo. Está dedicada a un público que Gianfranco considera que se ha ido olvidando un poco en los últimos años con todas las películas festivaleras y, lo que más rescata el director es que “yo hice la película que me habría gustado vivir y ver”.

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