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Nacional

5 de Junio de 2013

El Guatón Salinas, el Flaco y otros próceres dan lecciones para insultar a los pacos y no irse en cana

Con garabatos en otro idioma, palabras rebuscada y hasta alabanzas exageradas. Esos son los consejos de varios humoristas nacionales para eludir el castigo que propone el gobierno a los ciudadanos que insulten a policías. Aunque varios están de acuerdo con castigar el maltrato de obra, sí dicen que es una pelotudez limitar los garabatos y chilenismos. "¿Te imaginai que después saquen la Ley Mi Árbitro y que se prohíba insultar en el estadio?", dice el Flaco, de Dinamita Show.

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Este es un conjunto de datos para elaborar el antónimo a un Manual de Carreño. Contactamos a varios humoristas nacionales para saber su opinión sobre el proyecto de ley de protección a las fuerzas policiales -la denominada “Ley mi Cabo”- y les pedimos consejos para eludir las penas que podrían acarrear a los ciudadanos enfadados por el accionar de funcionarios policiales.

Con el proyecto anunciado con bombos y platillos por el gobierno y pronto a ingresar al Congreso, un puñado de humoristas nos contestaron su opinión sobre la moción a The Clinic Online y nos dieron sus tips para mostrar el enojo hacia uniformados sin decir necesariamente un garabato.

Paul Vásquez, el Flaco de Dinamita Show, dice que la Ley mi cabo no tiene mucho futuro porque no se condice con lo que pasa en realidad. “Imagínate en una marcha estudiantil, si te llega un palo en la cabeza le vas a decir “chuta, mi cabo, se sobrepasó”? Los garabatos son una reacción psicológica normal después de una acción”, dice.

Haciendo el alcance a los castigos por maltrato de obra a carabineros, con lo que sí está de acuerdo, el Flaco dice que en algunos procedimientos los mismos “polis” hablan con garabatos y uno se va de tú a tú. “No le vas a decir paco, paco, paco, paco. Tiene que ir con apellido, si no hay cosa más rica que terminar la frase completa”, señala

Con todo, Vásquez dice que el gobierno se tiene que dejar de andar inventado leseras. “¿Te imaginai que después saquen la Ley Mi Árbitro y que se prohíba insultar en el estadio? No, si yo creo que aquí hay un problema por la gente que votamos. Yo creo que hay que castigarlos con el voto, estos muchachos políticos están inventando puras weas. Están cagaos de la cabeza”.

Para Rodrigo “Guatón” Salinas, aunque gritar improperios a los carabineros es “liberador” ante la nueva ley la mejor opción es cambiar el insulto por una pregunta. “La gente no debería como afirmarlo, sino que preguntarlo, cachai? No decir, por ejemplo, ‘los pacos tienen tetas’. Lo que yo haría es preguntarle ‘sr. carabinero, ¿usted tiene senos?’”

Según Salinas, es exagerado y para la risa que se haga una ley así porque “lo del paco viene hace mucho tiempo y el ‘culiao’ se le agregó después, aunque ahora van como esas palabras juntas. Es como el apellido”.

Sobre el maltrata a la obra, que también señala el proyecto de ley, señala eso sí, que él no cree en la violencia, pero sí en los insultos y que también en parte esto tiene que ver en parte con la elección de los uniformados de elegir esa profesión. “Es como ser árbitro. Nadie en su sano juicio quiere ser árbitro si sabe que le van a gritar ‘árbitro conchesumadre’. Es como, chucha, en qué momento decidiste ser árbitro”.

Además, dice que los uniformados tienen hace rato bastantes maneras como defenderse de los insultos y por esta razón, encuentra que es una “guerra injusta”. “O sea, lo único que podemos hacer nosotros es tirarles chistes. Es una guerra desigual, pero siempre ha sido porque nosotros como sociedad somos bien aweonaos de entregarle las armas a gente inepta. Y violenta. Deberíamos entregarles armas a gente pacífica, que las cuide o ojalá las quemé o no las ocupe”, señala.

Fabrizio Copano comparte la idea de Salinas y dice que alabando a los funcionarios policiales se les puede hacer ver la molestia. “Yo creo que los carabineros no tienen un gran detector de ironía, entonces, alabándolos de sobremanera es la mejor forma de insultarlos. Diciéndole cosas como ‘hola señor carabinero, se ve muy guapo hoy. Se nota que ha leído muchos libros. ¿Le gusta Bukowsky?”.

Para Copano el proyecto de ley es rídiculo. “Es obvio que los carabineros deberían dejar ser insultados. Incluso deberían premiar a los mejores insultos, a los más creativos. Así se ayuda a fomentar la creatividad de los jóvenes en vez de estar atacando físicamente sino que ayudando al joven que tenga el insulto más novedoso”.

“Carabinero forzósamente poseído”

Juan Carlos “Palta” Meléndez propone otro camino. “La idea sería cambiar las palabras para que no suene como un insulto. Por ejemplo: ‘escúcheme bien carabinero forzósamente poseído” en vez de paco culiao. O también podría ser ‘sr. carabinero, regrese al vientre de su madre’. Es una buena opción si es que se aprueba la ley”, dice.

El imitador de Augusto Pinochet y Salvador Allende, sin embargo, no cree que sea una mala idea porque hay que aprender a respetar a la autoridad, siempre y cuando carabineros no agredan o no falten a los derechos. “Porque si carabineros te trata bien, no hay necesidad de echarle un garabato. Pero si llega con prepotencia, por ejemplo, a allanarte, yo creo que nadie se resiste a decirle ‘paco forzósamente poseído’”, dice.

Al mismo tiempo, aclara que nunca ha insultado a un carabinero, pero sí ha sido irónico. “A lo más le he dicho a un carabinero que es cabeza de músculo”. Meléndez dice que ahora no ha tenido problemas, pero durante la dictadura sí tuvo problemas y se fue varias veces detenido “pero porque los carabineros andaban aburridos. No hay peor cosa que te toque un carabinero de control en una ciudad chica”, dice.

En tanto, la receta de Daniel “Bombo” Fica, es aprender a decir garabatos en chino, polaco, taiwanés o alguna lengua difícil, para complicar a la institución al argumentar si es o no un garabato. Con un alcance: “Jerigoncio no, porque esa wea es muy básica”.

Sin problemas con la ley, el humorista de blanco dice que está bien ponerle un límite a las insolencias con respecto a las autoridades, aunque reconoce que ya es parte del chileno decir paco culiao. “O sea, yo lo escuché en el festival de Viña con Hermógenes con Hache”.

Sin embargo, Fica hace un alcance. “Esto tiene que ir de la mano con que el carabinero sepa ocupar bien su cuota de autoridad porque así como hay gente que los insulta también hay algunos carabineros que son poco criteriosos. Como el caso del estudiante que pedía plata y se lo llevaron detenido. Es bien sensible, yo no se pa’ dónde vamos en este país”.

Finalmente, el octogenario Daniel Vilches, históricamente conocido como el “acádemico de la lengua”, dice que le parece bien una ley así para frenar con la tontera de insultar a medio mundo. “No sé qué va a pasar porque andan diciendo tantos insultos. El otro día a Bachelet la escupieron, al amigo Longueira le tiraron un huevo, a la Geisha le tiraron una pichula. Bueno, te digo, son cosas que pasan”, dice el académico de la lengua.

Sin embargo, dice que es una exageración sancionar tanto a un ciudadano por un par de garabatos, porque son cosas muy enraizadas en el folclore nacional y que leyes más leyes menos, la gente no dejará de ocupar algunos términos. “Es una cosa como que a los chilenos se les salen las palabras de repente. Decir ‘puta el paco mala persona, me pasó un parte’, si ya estamos acostumbrados a ese sistema. Yo creo que es difícil que se nos quiten esas palabras, que son chilenismos. Hace muchos años que le dicen pacos a los carabineros”, señala.

Sin embargo, su receta -con el humor que ha explotado durante toda su carrera- es camuflar el insulto cambiando los insultos con un retamboreao o con un cureao. “Así pasa piola y no se insulta a nadie”, dice.

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