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Poder

25 de Junio de 2013

El rol clave de Chadwick para que la derecha no se desbande tras las primarias

El jefe de gabinete de Piñera ha asumido como misión específica el mantener bajo control la tensión entre los partidos de la derecha y garantizar la unidad del sector de cara a las primarias. En lo concreto, debe garantizar que el candidato perdedor apoyará a quien triunfe y que se evitarán tentaciones como el retorno de Golborne a la carrera por La Moneda.

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“¿Y qué harán una vez que se sepa el domingo quién ganó?”, preguntó ayer, en el comité político en La Moneda, el ministro de Interior, Andrés Chadwick, a los dirigentes de los partidos políticos de la Alianza. La respuesta fue que no había nada planificado, pero que era “obvio” que el candidato perdedor iría a felicitar su rival a la sede partidaria respectiva.

La pregunta de Chadwick era, en todo caso, retórica, porque el jefe de gabinete ha recibido como misión específica del Presidente Sebastián Piñera el garantizar la unidad del sector independiente de quien sea, finalmente, el candidato electo por la derecha el 30 de junio y por lo mismo ha estado en contacto permanente con Pablo Longueira y Andrés Allamand para monitorear qué hará cada postulante en caso de perder en las primarias y evitar el fantasma de que, en caso de que el derrotado sea Longueira, se instale en la UDI la opción de levantar nuevamente a Laurence Golborne como postulante a La Moneda. De hecho, los partidarios del ex gerente de Cencosud crearon una página de facebook y realizaron un video en el que llaman a marcar la papeleta a favor del ingeniero y éste, en ningún momento, ha descartado de plano esta posibilidad.

Por lo mismo, Piñera confía en que su mano derecha será capaz de contener cualquier atisbo de indisciplina por su cercana relación con las dos cartas del sector. “Chadwick tiene la ventaja de que le da garantías a los dos candidatos. Tiene una amistad de años con Longueira y es muy cercano a Allamand”, relatan estas fuentes. El personero, además, habría jugado un rol clave en la caída de Golborne a fines de abril y habría sido crucial en la determinación de Longueira de aceptar competir en primarias a pesar de la decisión inicial del ex ministro de Economía de llegar hasta noviembre, lo que demuestra su ascendiente sobre el gremialismo.

LOS GESTOS Y LOS CUPOS

Según relatan en la derecha, RN es la colectividad que más ha insistido en el sector porque se comprometa, desde ya, un respaldo mutuo. La estrategia -que hasta ahora no ha dado resultados- no sólo busca contener a los viudos de Golborne sino, sobre todo, limitar la ambición gremialista por mejorar su posición en las parlamentarias si Allamand es electo como candidato.

En esta línea, en el partido hay inquietud por la oferta de “generosidad” que hizo Allamand respecto de este punto, ya que el partido ya cedió en 2009 cupos a cambio del respaldo de la UDI a Piñera y en más de una ocasión Carlos Larraín ha dicho que “ni loco” reincidiría en una táctica de este tipo.

En contra de esta posibilidad juega también el hecho de que en estos comicios, a diferencia de lo que ocurrió en 2009, la elección no está garantizada, por lo que la promesa de ser gobierno es lejana. Según altas fuentes de RN consultadas por The Clinic Online, por lo mismo, habrá gestos hacia la UDI, pero en ningún caso cupos extra en el partido. “La plantilla parlamentaria ya está casi lista, no cambiará después de las primarias”, adelantan estas fuentes.

En el comando de Longueira, en tanto, destacan que cualquiera sea el resultado se respetará la palabra empeñada, pero adelantan que la contienda se estrechó tras el ingreso de Joaquín Lavín como generalísimo, quien logró “mejorar notablemente el trabajo en terreno”.

Desde La Moneda, en tanto, la tesis es que no hay ninguna certeza respecto de quién vencerá el domingo, ya que si bien todos los sondeos favorecen a Allamand, se trata de las mismas encuestas que en el pasado dieron por ganador en Santiago a Pablo Zalaquett y a Gonzalo Cornejo en Recoleta, es decir, tienen una alta posibilidad de error dada la implementación del sufragio voluntario.

Además, afirman, no está claro donde irán los votos de Golborne -quien aún no define qué mensaje grabará para la franja de Longueira- ni la incidencia del sufragio cruzado, es decir, qué porcentaje de los votantes de derecha irán a sufragar a las primarias de la Concertación por Claudio Orrego o Andrés para disminuir el respaldo a Michelle Bachelet.

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