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Opinión

3 de Julio de 2013

Matías Vega y su detención por parte de la PDI: “Saben hasta con quién te acuestas”.

Luego de su despido de radio Carolina, el animador se encuentra analizando acciones a seguir y barajando nuevos proyectos mediáticos. Sin embargo, no ha sido un camino fácil. Ataques de pánico y visitas al psiquiatra fueron sólo el comienzo luego de que el miércoles 13 de febrero fuera detenido y formalizado por microtráfico de marihuana. “Te cagan la vida”, dice a The Clinic Online mirando el caso en perspectiva cuatro meses después.

Melissa Gutierrez
Melissa Gutierrez
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La semana pasada Matías Vega recibió una dura noticia. Luego de cuatro meses fuera del aire, Radio Carolina decidía despedirlo. Según ellos, por falta de interés del animador. Según él, por el caso judicial que aún no se cierra luego de que el 13 de febrero lo detuvieran a él y a un amigo mientras iban a un funeral. En el auto que manejaba Vega encontraron una mochila con 20 gramos de marihuana que su amigo reconoció, eran suyos.

Hoy, a cuatro meses de la detención, Vega mira el tema en perspectiva y trata de sacar aprendizajes: “para mí ha sido una manera de crecer, de enfocarme, de saber qué quiero hacer. Quizás cuando esto me pasó estaba un poco desganado, un poco distanciado de mi familia, arrogante, andaba un poco enojón. En ese momento con un montón de cosas que me pasaron antes y que se juntaron todas, estaba desganado, no sabía qué quería hacer, para dónde apuntar. Ahora lo tengo mucho más claro”, dice en entrevista con The Clinic Online.

Por eso ahora prepara proyectos en distintos medios de comunicación, lo que lo tiene tranquilo y si algo saca en limpio es que al menos luego de todas las detenciones faranduleras, el tema está en debate y se conversa abiertamente: “lo hablan en los noticieros, en los programas de farándula. Y la sensación que me queda es que decir marihuana ya no es tan terrible como antes. Antes habían esclavos, las mujeres no votaban y quizás en unos años más en una ley nueva, mi detención no tendría cabida dentro de esa ley”, señala.

¿Tú crees que la PDI estaba esperando que estuvieras con la persona con la que te detuvieron para agarrarte?
Claro, salió en los medios de prensa que yo dije que era un montaje y a lo que me refiero con montaje es que montan una escena para que tu salgái en la detención. Porque si ellos tienen una carpeta investigativa saben que yo no soy parte de una banda criminal y que no soy traficante. Entonces lo único que pienso es ¿por qué justo esperaron que yo estuviese con la persona que andaban siguiendo y por qué no lo detuvieron cuando quizás él andaba comprando a esa persona más grande? Por eso digo que quizás esperan que esté alguien conocido para que cause el revuelo que causa la noticia, porque quizás con él sólo no hubiese pasado nada.

¿Te parece raro que la prensa llegue por arte de magia?
O sea, sí po, es súper raro. A mí me detienen, después me llevan a la Brigada Antinarcóticos y ahí nunca pude hablar por teléfono con nadie. Esto fue a las tres de la tarde y a las cuatro y media ya había prensa afuera. Entonces es raro, si nadie me vio cuando me detuvieron ni nada. Y llaman desde adentro. Me consta. Me consta que la Policía de Investigaciones llamó a gente de un diario. Yo tengo un conocido trabajando ahí y él le avisó a mi hermano.

¿Tu amigo del diario se enteró antes que tu familia?
Sí, sí. Entonces por eso más que respuestas a eso tengo puras preguntas. ¿Por qué en la detención de Manuel Lagos hay prensa afuera antes que llegue la policía? ¿Por qué cuando detienen a Ariel Mateluna pasa lo mismo? Es raro. Y me voy más atrás, yo estudié audiovisual, cine. Me tocó ver muchos documentales sobre el ’73. Hay un documental donde se muestran imágenes de TVN de una noticia donde estaban en un cerro atrapando a gente del Frente y se ve a la policía y la cámara cae y se escuchan disparos y dicen “¡nos están disparando!” Y después sale dando un testimonio la mujer que tiene esas imágenes en bruto y nunca hubo nadie. Todo lo hicieron después en post producción. Entonces no es muy loco pensar que hasta el día de hoy se siguen manejando noticias. Por eso te digo que uno lo que ve en la tele se puede entretener, reír y todo, pero no se tienen que quedar con eso como verdad absoluta.

¿Sientes que hay una intención de la PDI de tener como objetivos a gente más conocida?
Insisto, cuando pienso en esas cosas no tengo ninguna certeza. No sé cuál es la verdadera motivación siendo que ellos saben que yo no andaba con marihuana. El que andaba con marihuana era mi amigo. No entiendo para qué lo hacen. Entonces ellos dicen que yo soy parte de una banda criminal y los medios le ponen algo más diciendo que yo andaba con cocaína y al final “miente, miente, miente y algo queda”. En realidad quizás no es la motivación de la Policía de Investigaciones, quizás es del Ministerio que manda a que se cumpla, te estoy inventando. Quizás dicen: “cada tantos meses tiene que caer un famoso porque así estamos diciendo que estamos combatiendo la delincuencua y la droga”.

Es que eso pareciera, porque efectivamente cada ciertos meses cae algún conocido.
O sea, partió todo con Operación Yingo, después pasó un rato, pasaron un par de casos entre medio, después yo, después Ariel Mateluna, Manuel Lagos. Ellos mismos me dijeron adentro que esto no iba a parar. De hecho cuando ellos me presionan y me dicen: “entrega a alguien más grande”, me preguntaban por personas de televisión.

¿Con nombre y apellido?
Sí, me decían: “este amigo tuyo ¿tiene plantas?” Entonces es brígido porque quizás podrían atacar al foco y no a las personas que están por abajo que entre medio estaba yo, de mala onda no más. Porque si tú tienes una amiga y la llamas por teléfono seguido, no tienen porqué decir que tienen una banda criminal y abastecen a cinco comunas de Santiago. Cuando invitas a un amigo a tu casa o se sube a tu auto, tú no le revisas su mochila, su bolso. Quizás cuántas veces uno se ha subido a un auto donde alguien llevaba algo y uno no tiene ni idea. Entonces lo encuentro súper injusto porque te ocupan para dar una enseñanza moral a la sociedad, sobre todo a los niños. Porque de alguna manera me dijeron: “a nosotros no nos conviene tenerte preso. Nos convienes que salgas diciendo que esto es malo”.

¿Eso te decían en la PDI?
Claro, me decían adentro. Y si ese es el objetivo, yo creo que esta no es la mejor forma de hacerlo. Yo encuentro que esto lo único que hace en los jóvenes y en las personas es esconderse. Pero creo que es la misma cantidad de personas la que lo sigue haciendo y quizás más. Creo que le hacen más promoción incluso. Creo que se está imponiendo una ley del terror que al final lo que hace es que los consumidores consuman en la oscuridad. Esa es la única diferencia, que anden más con cuidado.

Claro, al final uno anda paqueao porque piensa que a cualquiera le pueden estar revisando las llamadas.
Personalmente te sentís como súper vulnerable. Saben hasta con quién te acostái ¿cachái? Saben qué es lo que comes, qué cosas especiales pides, qué no. Porque me las decían. En ese momento no lo puedes creer y después de eso te cagan la vida. A mí ahora se me acerca cualquier persona uniformada y se me aprieta la guata, se me acelera el corazón. Estuve con psiquiatra, y al principio estaba con crisis de pánico, para mí ahora todos son infiltrados. Todos me están mirando y me siguen. Y quizás sí. O quizás no y me estoy volviendo loco. Porque lo que me pasó cuando yo entro a la Brigada Antinarcóticos es que veo muchas caras familiares. Veo caras que yo había visto alguna vez carreteando. Gente que yo alguna vez había saludado.

¿En serio?
Sí, soy súper bien fisionomista, pésimo para los nombres. Entonces desde ese momento tu vida, en todos los sentidos, no vuelve a ser la misma. Ahora yo ando en auto y si veo un auto que me anda siguiendo mucho rato me estaciono en algún lugar, me bajo, me compro un café. Obvio, porque de repente sí me pueden estar siguiendo o de repente no, pero hay cosas sospechosas. El día de mi detención, los autos que me detuvieron yo los había visto el día anterior. Porque había visto un auto deportivo y me llamó la atención que tenía una calcomanía. Y después fue el mismo auto que me detuvo y lo había visto dos veces antes. Entonces sí te andan siguiendo y uno no se da cuenta. Y sí saben de tu vida y en resumen saben hasta con quién te acostái.

¿Qué te parece que al consumidor se le criminalice y se le trate como adicto?
Es que igual te produce un tipo de dependencia, pero a mí en la Fiscalía el psicólogo me entrevista y en su informe pone que yo no soy dependiente a ningún tipo de drogas, ni lícitas ni ilícitas y que tampoco soy drogadicto y no necesito rehabilitación. Entonces yo creo que todas estas injusticias donde vulneran tus derechos se acaban regulando este tipo de cosas. Como lo han hecho con el copete que es mucho más dañino y de hecho tienen que hacer leyes para que la gente por el copete no mate gente. Entonces ¿por qué no regular esto donde el año pasado no más fueron detenidas 11 mil personas por estar en la plaza compartiendo un pito? ¿Por qué le pasa eso a los jóvenes, a los trabajadores? Personas que tienen familia, que tienen problemas, tienen que pagar cuentas y que quizás su manera de relajarse es fumarse un pito tranquilo. Y sin embargo hay un montón de casos de personas que los han pillado con dos o tres pitos y han pasado dos años presos. Entonces no me parece justo.

¿Qué vas a hacer ahora? ¿Estás viendo trabajar en algún otro proyecto?
Nada, estoy viendo con mi abogado todos los ítems donde se han visto vulnerados mis derechos como trabajador y vamos a tomar cartas en el asunto frente a eso. O sea, yo al no firmar el finiquito que me dieron en la radio, no quiero renunciar a mis derechos como trabajador. Ellos tienen que hacer lo que se debe hacer con todos los trabajadores cuando terminan un contrato. Querían que firmara un acuerdo donde los liberaba a ellos contra cualquier tipo de demanda que quisiera interponer contra la radio.

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