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Planeta

31 de Julio de 2013

Piden pelo humano para combatir derrame de petróleo en el este de Tailandia

Varias asociaciones tailandesas han puesto en marcha una iniciativa nacional para recolectar cabello humano destinado a fabricar “lianas” para combatir la mancha de crudo que arribó esta semana a las costas del este de Tailandia. “En lugar de discutir quién es el culpable, mejor ve a la peluquería más cercana, pide el pelo cortado y […]

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Varias asociaciones tailandesas han puesto en marcha una iniciativa nacional para recolectar cabello humano destinado a fabricar “lianas” para combatir la mancha de crudo que arribó esta semana a las costas del este de Tailandia.

“En lugar de discutir quién es el culpable, mejor ve a la peluquería más cercana, pide el pelo cortado y tráelo a un punto de recogida. Así ayudarás”, reza el mensaje difundido por miles de usuarios en las redes sociales.

“Hasta el momento tenemos unas 200 ‘lianas’ fabricadas a base de pelo humano y medias de seda. Componentes que absorben la grasa mejor que el algodón y el papel que las autoridades están usando”, declara a Efe Goi, responsable de un Centro Comunitario de Bangkok que se ha establecido como punto de recogida para el cabello.

Unos 50.000 litros de crudo se vertieron al mar el pasado sábado en el fallo ya solucionado de un oleoducto marino propiedad de un filial de la compañía con participación estatal PTT, según datos de la petrolera que Greenpeace y otras organizaciones medioambientales ponen en duda.

“Tu pelo puede salvar la isla de Samet”, advierte el anuncio de la televisión local PBS o el de la Universidad de Thammasat, entre otras instituciones.

Las playas tropicales de arena blanca que poseía en julio la costa occidental de Samet, al este de Bangkok, amanecieron esta semana cubiertas por un manto de 30 centímetros de espesor de color negro.

Centenares de turistas fueron evacuados por las autoridades de la playa de Ao Phrao, donde se registró la mayor acumulación de materia contaminante con un vertido de más de 300 metros de ancho por 20 de largo.

Al menos 350 efectivos de la Armada tailandesa han sido desplegados en la zona en misiones de limpieza, mientras 10 embarcaciones trabajan para evitar que el vertido llegue al resto de las costas de la provincia de Rayong.

“Podrían pasar meses antes de que la situación vuelva a la normalidad”, declararon responsables del servicio de autobuses que hace el recorrido desde Bangkok hasta el transbordador frente a esta isla, refugio cada fin de semana de miles de personas que buscan escapar del caos de la capital tailandesa.

Operadores turísticos y propietarios de hoteles y albergues contrarrestan como pueden el descenso en picado del turismo, principal fuente de ingresos de Samet.

“Muchas personas piensan que toda la isla ha sido golpeada por la mancha negra, pero no es así. La costa oriental permanece limpia”, declara la propietaria de un complejo turístico en la zona al diario “Bangkok Post”.

Además del vertido, muchas personas descartan viajar a la región de momento por el fuerte olor que el vertido ha impregnado en la isla y las grandes cantidades de material químico utilizado para su limpieza.

La primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, indicó desde Tanzania, donde se encuentra en gira oficial por varios países del continente africano, que la compañía petroquímica sufragará todos los gastos ocasionados por el desastre medioambiental, valorados en un inicio en 100 millones de baht (3,2 millones de dólares o 2,5 millones de euros).

Desde que ocurrió el escape de crudo, las redes sociales se han convertido en un gigantesco foro de debate donde se han lanzado numerosas ideas y campañas para “rescatar la isla de Samet”.

Las ‘lianas’ de cabello humano se utilizaron en 2007 para limpiar unas 200 toneladas de crudo vertidas en la bahía de San Francisco por el navío Cosco Busan.

En 2010, la organización medioambiental “Matter od Trust” también realizó una campaña para captar donantes de cabello humano para combatir el desastre medioambiental en el Golfo de México tras el hundimiento de una plataforma de la petrolera BP.

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