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Nacional

5 de Agosto de 2013

Fiscalía alemana envía exhorto pidiendo información sobre aplicación de sicofármacos en la Colonia Dignidad

Por esta razón, solicita que la PDI interroguen al siquiatra Juan Pablo Matousek, quien desde 1978 trabajó en el hospital siquiátrico de la Universidad de Concepción, con quien Hopp habría mantenido contacto para la aplicación de los sicotrópicos a varios colonos del enclave. Se suma el doctor de la Clínica Alemana y docente de la Universidad del Desarrollo (UDD), el neurólogo Patricio Varas Figueroa. “Les ruego que a estos testigos les formulen preguntas generales sobre el tipo y ámbito de su contacto profesional con el imputado… y si los involucró en el tratamiento”, señala el documento al que accedió The Clinic Online.

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La Fiscalía de Krefeld, Alemania, envió un exhorto internacional a Chile para obtener información documental –sobre aplicación de sicofármacos durante la dictadura y la comisión de abusos sexuales-, como también la realización de una serie de interrogatorios, en el marco de la investigación que lleva en contra de Hartmut Hopp, uno de los líderes de la Colonia Dignidad, quien se fugó en 2011 a ese país europeo.

La carta rogatoria, a la que tuvo acceso The Clinic Online, solicita los antecedentes sobre la desaparición de Elisabeth Recka, Antonio Elizondo y Juan Maino Canales, todos miembros del Mapu que pasaron por el entonces enclave alemán a mediados de los 70, siendo torturados por la DINA, que mantenía estrechos vínculos con la Villa Baviera.

La solicitud de información, también apunta a la aplicación de sicofármacos en el hospital de la Colonia Dignidad, usados para mantener controlados a los miembros de esta secta y evitar así que cuestionaran el sistema de vida interno, le rindieran pleitesía a Paul Schäfer y evitar que se escaparan. Para el caso en particular la fiscalía alemana busca determinar la aplicación de estas sustancias (incluso en 2000 y 2001) a Wolfgang y Gudrun Müller, esposo y esposa respectivamente.

Por esta razón, solicita que las autoridades chilenas interroguen al médico siquiatra Juan Pablo Matousek, quien desde 1978 trabajó en el hospital siquiátrico de la Universidad de Concepción, con quien Hopp habría mantenido contacto para la aplicación de los sicofármacos a los Müller.

Asimismo la autoridad alemana pide que se le tome declaración indagatoria al doctor de la Clínica Alemana y docente de la Universidad del Desarrollo (UDD), el neurólogo Patricio Varas Figueroa.

“Según las declaraciones del imputado Hopp fueron consultados… entre otras cosas, en relación a la reducción de las dosis de los pacientes. Les ruego que a estos testigos les formulen preguntas generales sobre el tipo y ámbito de su contacto profesional con el imputado y en caso de que sea posible y no suponga una violación de su secreto profesional- sobre si el imputado Hopp los involucró en el tratamiento de los perjudicados Wolfgang y Gudrun Müller y, en caso afirmativo de qué forma”, señala el documento.

Otra información a la que desea acceder la autoridad alemana, son las fichas de los Müller que se encontrarían en el hospital de la Asociación Chilena de Seguridad de la Chillán, VIII Región. En ese lugar pide que la PDI les tome declaración a los médicos que estuvieron a cargo del tratamiento.

Hay que recordar que Hartmut Hopp mantuvo vínculos durante la dictadura militar y hasta entrados los 90 con los principales imputados en la muerte de Eduardo Frei Montalva, los patólogos Helmar Rosenberg, Sergio González y el fallecido Sergio Barahona.

Asimismo, Hopp se dedicó en el hospital de Villa Baviera a la fabricación de toxinas, las que obtenía en el Instituto de Salud Pública en los 80, cuando el organismo era dirigido por el coronel Joaquín Larraín Gana. Este último, a mediados de 1981 trajo desde Brasil toxina botulínica, la que fue transferida al jefe del Laboratorio de Guerra Bacteriológica del Ejército, Eduardo Arriaga Rehren. Se sospecha que esta veneno le fue aplicado a fines de 1981 a un grupo de miristas detenidos entonces en la Cárcel Pública. Frei murió en enero de 1982 en la Clínica Alemana, de acuerdo al proceso que lleva el ministro Alejandro Madrid, producto de la inyección de Talio y gas mostaza.

Abusos

El ministerio público teutón pidió que se ubique e interrogue a seis personas que fueron abusadas por Schäfer (cuyas identidades este medio se reserva) y los vínculos de Hopp con este caso y los cómplices del “tío permanente” Günter Schafrick y, Uwe Collen quienes le llevaban a las víctimas.

Las diligencias, señala el exhorto, debieran ser realizadas por la PDI y que “las actas de dichas declaraciones se pongan a disposición de las autoridades de persecución penal alemanas”. La coordinación señala el documento debiera ser hecha por el abogado Hernán Fernández, el histórico patrocinante de las víctimas de Villa Baviera.

Hace un par de semanas la Suprema dio curso al pedido de extradición a Hopp a las autoridades alemanas, por varios casos de abuso sexual en los que está condenado.

En todo caso es casi imposible que el país europeo envíe de vuelta al ex líder de la colonia, ya que su legislación establece que los ciudadanos no serán enviados a purgar condenas en un país extranjero. Ello, por cierto, no obsta de que sea juzgado.

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