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Poder

3 de Octubre de 2013

Agustín Edwards y su rol en dictadura: “No tenía injerencia en el control de las informaciones que eran entregadas por el diario”

El dueño de El Mercurio dijo que "el gobierno militar" le había salvado la vida y que no tiene cómo explicar por qué su diario no publicó los atropellos a los DDHH en dictadura porque no estaba en Chile. Edwards, en su declaración, se mandó la gran Pinochet y su clásico "No me acuerdo, pero no es cierto. No es cierto... "

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El dueño de El Mercurio, Agustín Edwards, reconoció ante el ministro Mario Carroza, -que investiga los delitos cometidos en la gestación del Golpe Militar de 1973-, que durante el período previo al derrocamiento de Salvador Allende mantuvo vínculos con la CIA y el gobierno norteamericano.

El empresario confirmó que durante el viaje a EEUU que realizó al día siguiente del triunfo de la UP en las urnas, el 5 de septiembre de 1970, se reunió tanto con el director de la agencia, Richard Helms, como con Henry Kissinger, consejero de Seguridad Nacional del gobierno de Nixon.

“Debo indicar que tengo recuerdo que llegué a la casa del presidente de la embotelladora Pepsi, Kendall, en Nueva York, a quien el Presidente Nixon lo llamó cuando estábamos juntos, y la conversación se volcó a lo que había ocurrido en Chile. La relación de ambos derivaba del hecho de que Nixon fue abogado de la Pepsi. En dicha oportunidad Nixon comentó sobre mí, y Kendall le indicó que yo estaba presente, y esa es la razón por la cual yo posteriormente fui a Washington, lugar donde fui recogido en el aeropuerto por Helms, director de la CIA y llevado hasta el lugar de reunión, donde estaba Kissinger. No tengo recuerdos de haberme entrevistado con Nixon”, expresó Edwards en su declaración.

El propietario del “decano” luego aseguró que “no tenía contactos con la CIA en Chile, pero sí las tuve cuando estuve en Washington, de acuerdo al relato ya efectuado”, tras lo que negó haber sido “el principal recurso de la CIA en toda América Latina”, tal como lo afirma en sus memorias el General Vernon Walters, director adjunto de la repartición gringa de la época.

Asimismo, el ex presidente de la Sociedad Interamericana de la Prensa negó que su periódico haya recibido algún dinero de parte de la CIA, lo que es consignado por los propios informes desclasificados de la agencia.

Frente a la pregunta del por qué El Mercurio “nunca consignó en sus páginas, alguna renuncia relativa a las graves violaciones a los Derechos Humanos”, Edwards aseveró que por encontrarse en el extranjero no tuvo injerencia en sus contenidos ni línea editorial durante los primeros años de la dictadura.

“Debo indicar que el Gobierno Militar a mi me salvó la vida. Tal como lo afirmé yo no tenía injerencia en el control de las informaciones que eran entregadas por el diario, y en ese sentido no es efectivo que haya dado una orden acerca que determinada información sobre Derechos Humanos fuera o no publicada”, según consigna El Mostrador.

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#cia#Edwards#El Mercurio

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