Las 10 razones por las que se machetea en Chile y que de seguro has usado o usarás alguna vez en tu vida

1- Para llegar a una comuna adyacente

Esta excusa sirve en los barrios de la periferia donde todavía operan micros que cobran el pasaje con papel moneda. La emplean generalmente borrachines que; o quieren comprarse una caja de vino más o se quedaron dormidos en su viaje original y verdaderamente necesitan plata para llegar al hogar. “Me faltan $150 pa llegar a Puente Alto” o “¿Me ayuda con 40 pesos par tomar la Peñaflor?” son tus frases si perteneces a este club.

2- Ir al estadio

Si eres un auténtico hincha, de los que han sabido morder el polvo de la derrota, de seguro has macheteado unos pesos para ir al estadio; sin perjuicio de que el dinero recaudado sea utilizado en actividades paralelas al evento, tales como chela-marihuana-chela. Es probable que se burlen de ti con memes tipo “una monea pa ver al arvo canpion”, pero no te importa, lo tuyo se lleva en el corazón. Eres rockero o reggaetonero.

3-Tomar

Eres el más honesto de los mendigos. Sueles hacer guardia en las afueras de una botillería y/o clandestino, en completo estado de interperancia. En ese caso, no es ninguna gracia tu sinceridad, ya que tu aspecto no haría creíble otro argumento. Das más jugo que buena onda.

4- Dormir en el Hogar de Cristo

Es la más triste de las razones. Estás en riesgo social y los milagros de la ruta al desarrollo no te han beneficiado. Te acaban de echar de la casa, de la pega, y no hay amigos que te alojen. Es la primera vez que macheteas y lo haces con vergüenza y una mochila a cuestas. Es posible que hayas caído al 2,8% de chilenos que permanecen en la indigencia y que, de paso, convierten al país en indigno por no ser capaz de terminar con la extrema pobreza.

5- Por el Punk

A juzgar por tu puesta en escena, todo indica que London Calling. Empero, tus actitudes nada tienen que ver con Joe Strummer. Cerveza en mano, tu objetivo próximo lejos de luchar contra el capital es acapararlo para ir por un chimbombo. Garabatos, eructos y estación de Metro son tu ideología.

6- Mechoneo

Insólitamente, la Ocde aún no notifica a nuesta Cancillería de lo cavernícola que es torturar a una persona por ingresar a la universidad. Por lo tanto, y mientras el PIB per cápita no se traduzca en desarrollo cultural, deberás sufrir crueles cortes de pelo y acostumbrarte al olor a mostaza, manjar y cabezas de pescado cuando te vaya bien en la PSU. Para recuperar la ropa y la dignidad, deberás machetear por las calles de tu capital.

7- Mochileo

Si te has arrojado a la ruta del mochileo que ya recorriera Antares de la Luz, pedir plata ha sido una necesidad turística tan vital como hacer dedo. Si aún no te atreves a sentirte latinoamericano; Cuzco, Máncora y Montañita te esperan no sin antes pedir limosna en alguna plaza de armas nacional. Perú, Ecuador y Bolivia necesitan tu yembé.

8- Comer

¿A quien no le ha pasado estar carreteando, que llegue el bajón y no tener plata pa las sopaipas? Antes de que asumas a cabalidad la adultez joven, es sano que tú o alguno de tus amigos experimente lo que es sobrevivir sin monedas en el Chile neoliberal a las 4 de la mañana. Papas fritas, arrollados y especial tomate mayo serán tus trofeos del mañana. No va a faltar el maestro de cocina que te encuentre buena onda y se raje con un italiano gigante.

9- Para la revolución

Si te consideras de izquierda y jamás has macheteado para mantener una toma, reflexiona sobre tu paradero político. Ahora, si macheteaste antes del movimiento estudiantil del 2011 de seguro hoy diriges tus bases o estás en un comando presidencial. Tu aspecto de mendigo puede variar desde un cuidado rasta feat expansión hasta una impecable polera piqué dependiendo de tu colegio de origen e ideólogo político.

10- Para la salud de la Patria

Eres una hermosa señora de edad, que se mantiene vigente parándose a la salida de una estación de metro con un canastito cuyo dinero irá a parar a una fundación para los niños con alguna enfermedad catastrófica. Vistes esplendorosos zapatos blancos y un maravilloso vestido de color que te convertirá en dama de rojo, verde, etc. No se mueran nunca.