La estrategia de shock de Matthei para sacar del camino a Parisi

“Los que tenían que saber, sabían y estaban de acuerdo”, asevera una alta fuente del comando de Evelyn Matthei para descartar que la estrategia de la candidata presidencial de la derecha de atacar de frente a Franco Parisi –el domingo afirmó que se había apropiado indebidamente de $100 millones correspondientes a pagos adeudados a profesores del colegio La Fontaine, establecimiento que él administró, y ayer aclaró que se trataría de $500 millones – sea una “arrancada de tarros” de la ex ministra de Trabajo.

Si bien, en el comité estratégico la mayoría de los integrantes no estaba en conocimiento de que la abanderada plantearía la noche del domingo en Megavisión –en el programa Patio de los Naranjos- que tenía constancia de 65 demandas de cobranza contra Parisi por la mala administración por parte de la sociedad Palermo, de la que es uno de los dueños, de los colegios Las Américas y La Fontaine entre los años 2011 y 2012, sí lo sabían algunos de sus asesores clave: su jefe de campaña, Joaquín Lavín y Gonzalo Cornejo, además de figuras como Jovino Novoa en los partidos. Incluso, se había alertado al Gobierno –desde donde se habría obtenido el impulso final-de que la campaña se endurecería a un mes de los comicios.

Se trata, afirman en la derecha, de un plan que responde, efectivamente, a un decisión personal de la candidata, pero sobre todo a una estrategia de shock avisada, previamente a la UDI – RN sólo fue alertada en términos generales- para restarle votos a Parisi y que trae de vuelta, además, “a la Matthei original. Dura, sin pelos en la lengua”.

De hecho ayer, tras subir a su web un dossier con documentos que acreditan sus acusaciones contra Parisi, asevero, al término de una reunión con representantes de la Corte Suprema que “no podemos permitir que una tropa de frescos se apodere de la política chilena”.

La embestida se da tras una encuesta de la UDP conocida la semana pasada en que Michelle Bachelet registró un 44% de preferencias; Matthei un 14%; y Parisi 11%, por sobre y Marco Enríquez-Ominami con 6,7%.

“Es el todo o nada. O se avanza mucho en captar el voto blando de la derecha o se pierde esa batalla, pero dado que las cifras de respaldo a nuestra candidatura no son tan buenas, tampoco es un suicidio”, explica un integrante del equipo de Matthei quien asegura que sopesaron debidamente todos los riesgos, como que el economista pusiera en la palestra, otra vez, asuntos como el espionaje telefónico o el caso drogas. Según este análisis, ambos temas están internalizados por el electorado y no implican un riesgo para Matthei. En cambio, en el caso de Parisi, se ataca su credibilidad en un tópico absolutamente sensible: el lucro en Educación.

Y agrega: “Que nos saque en cara lo que quiera, pero que responda, que diga qué pasó con esa plata, que no se haga el leso”, fustiga.

En esta línea hay coincidencia en el oficialismo en que la táctica puede tener rédito para Matthei al demostrar que Parisi la “estaba sacando gratis” en su campaña por La Moneda, teniendo “más de un trapito al sol”. “Y, aunque el marketing político enseña a pegarle siempre al que va adelante y nunca al que va atrás, esa regla se puede romper cuando el que te pisa los talones se torna cada vez más agresivo”, remata un gremialista.

En Renovación, en cambio hay matices. Fuentes de la directiva sostienen que para los diputados, que apuestan a obtener votos de Matthei y de Parisi, “no es bueno que ambos candidatos estén agarrados del moño”. De hecho, los representantes de esta cámara del partido que debían acudir ayer al Comité Político de La Moneda se restaron de esta instancia para no tener que salir a “defender” a Matthei mientras que en el palacio de Gobierno, Gustavo Hasbún, jefe de bancada de la UDI, no hizo declaraciones luego del comité.

Parisi, en tanto, replicó que “estoy aburrido con las mentiras de la señora Matthei. Nos mintió con el salario mínimo, con la crisis que nunca llegó y ayer las acusaciones contra mi persona” y anunció una querella en contra de la ex secretaria de Estado.