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Opinión

18 de Noviembre de 2013

Larraín le dobla la mano a Piñera e impone en la Región Metropolitana a dos presidenciables de RN

"Es obvio que en esta pasada Piñera no quedó parado solo en la cancha, como él esperaba, sino que quedo con más de una persona para hacerle sombra y eso nos es muy grato", comentaba una alta fuente de la directiva de Renovación haciendo alusión a que tanto Allamand como Ossandón tienen hambre de ser candidatos en los próximos comicios. Y ambos son cercanos a Larraín, quien mantiene una dilatada y ya insalvable disputa con el jefe de Estado.

I.Toro
I.Toro
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La noche del domingo, el presidente de RN, Carlos Larraín, espantó el fantasma que más le atemorizaba en estos meses: que el partido se devaluara en estos comicios y el Presidente Sebastián Piñera pudiera quedarse con la colectividad como plataforma para su retorno en 2017.

El plan de Larraín era garantizar al menos el triunfo de Andrés Allamand como senador en Santiago Poniente, porque así se aseguraba de que éste asumiera la posta en las elecciones internas del próximo año para pasar él mismo a un segundo lugar. Allamand también se jugaba todo en esta ocasión: ya había decidido que si perdía se retiraba de la política y esta última opción era la que más le acomodaba a La Moneda.

La suerte, sin embargo, estuvo del lado de Larraín. No sólo ganó Allamand, sino que el más acérrimo opositor de Piñera, el ex alcalde de Puente Alto, Manuel José Ossandón se impuso frente al favorito en la Metropolitana Oriente, Laurence Golborne. En paralelo, al cierre de esta edición, RN elegía a 20 diputados, subiendo su actual piso.

“Es obvio que en esta pasada Piñera no quedó parado solo en la cancha, como él esperaba, sino que quedó con más de una persona para hacerle sombra y eso nos es muy grato”, comentaba una alta fuente de la directiva de Renovación haciendo alusión a que tanto Allamand como Ossandón tienen hambre de ser candidatos en los próximos comicios. Y ambos son cercanos a Larraín, quien mantiene una dilatada y ya insalvable disputa con el jefe de Estado.

A su tiempo, la portavoz de Evelyn Matthei, Lily Pérez, daba cuenta ayer de lo que se está fraguando en el piñerismo: “Si la Concertación recupera el gobierno va a necesitar una nueva centro derecha para llegar a acuerdos”, dijo la parlamentaria, al abordar la reestructuración de fuerzas que debería darse después de que Piñera deje el Ejecutivo en marzo del próximo año. El Mandatario abandonará el Gobierno en una posición menos ventajosa que la esperada: ni Matthei quedó tan mal parada como era predecible ni Larraín perdió terreno, más bien todo lo contrario: le ganó el gallito al jefe de Estado, porque aunque perdió las tres senaturías que defendía -Los Ríos, Los Lagos y Antofagasta-, tuvo canasta limpia en la capital.

EL PLAN B
“Ahora si alguien quiere fundar un partido distinto de RN va a ser un partido chiquiturri”, bromeaban ayer los larrainistas presentes en el comando de Matthei.

Tal vez sea cierto, pero también es verdad que Piñera tiene un elaborado plan B, que esbozó a mediados de octubre: “No volveré a las empresas, me dedicaré a la cosa pública”, aseveró en Radio Bío Bío.

En paralelo, hubo señales claras de que las fuerzas en la derecha se están reacomodando como la renuncia de Daniel Platovsky al partido.

De lo que se habla específicamente, es crear un think thank al estilo Horizontal que tenga, tal como este movimiento, un brazo político como Evópoli. “Es una fórmula que está en análisis. La defensa de la obra de Piñera no la va a realizar Larraín, sino gente que se identifica con su sello. Los profesionales jóvenes que se acercaron a la política en este gobierno y que no tienen una casa política no se van a ir ni a RN ni a la UDI. Y los parlamentarios, una vez electos, pueden hacer lo que quieran”, afirman parlamentarios piñeristas.

Sobre quiénes podrían partir con Piñera, en la directiva de RN dan como seguro a figuras como los diputados Karla Rubilar y Joaquín Godoy, entre otros, y a la senadora Pérez “junto a la principal escudera de Piñera, la actual portavoz, Cecilia Pérez”.

“Pero no va a ser tan pronto como se esperaba, porque Piñera sólo va a necesitar el partido el 2016, entonces no va a realizar antes la inversión”, recalcan en la directiva partidaria.

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