4 cosas que los hombres odian de las mujeres

Ya todas sabemos que el criterio de los hombres puede ser muy diferente al de las mujeres. Es la cruda verdad. Hay determinadas actitudes que quizás muchas de nosotras tenemos que los hombres odian rotundamente.

Vía SantiContreras

¿Cómo saber cuáles son? No es muy difícil, tan solo hay que tener un poco de sentido común y conocer un poco más del mundo masculino. Sin duda, esto también te ayudará a conocer un poco más a tu chico y quién sabe quizás, incluso, te ayude a mejorar tu relación.

Hoy en iMujer, te recomendaremos unos pocos tips que tendrías que aplicar, o al menos conocer. ¡Presta atención! Y conoce las 4 cosas que los hombres odian de las mujeres.

1.- Odian que finjas un orgasmo

Muchas personas dicen que el sexo es el 70% de la relación, pero apuesto los hombres piensan que es el 80, o quizás el 90%, de la relación. El hecho es que las mujeres muy frecuentemente fingimos orgasmos para no decepcionar a nuestro chico, o para no dar una mala terminación a una relación sexual.

Ya todas sabemos que llegar al orgasmo no es tan fácil para nosotras como lo es para ellos, y que una relación sexual no siempre puede ser un completo éxito.

Pero, ¡cuidado! Ellos odian un orgasmo fingido. Recuerda que la autoestima del hombre es su mayor arma, y ante una situación así, se siente totalmente desarmado y decepcionado.

2.- Odian que los comparen

Uno de los tips más fundamentales a seguir es que ¡no compares a tu chico con otros! Como los novios de tus otras amigas o conocidas, y mucho menos con tus exs.

Los hombres odian ser comparados por el simple motivo de que se sienten desmerecidos en el momento de la comparación. Ten cuidado de no desencadenar una pelea por una simple comparación que no tenía fin alguno.

3.- Odian que trates de cambiarlo

Hay algo que debemos aceptar; ellos odian que tratamos de cambiarlos. Y si por un corto plazo de tiempo aparentemente logramos hacerlo, luego volverán a ser como eran antes. Pues, sí, lamentablemente es la pura verdad.

Debes aceptar a tu hombre tal cual es, con cada una de sus virtudes y también con cada uno de sus defectos. Después de todo así es el amor, ¿verdad? En las malas y en las buenas, y aceptando todo lo bueno y todo lo malo.

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