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8 de Diciembre de 2013De Lady Gaga a Katy Perry: las 50 peores portadas de discos del año
De playgroundmag Action Bronson: “Saab Stories” Albert Hammond Jr.: “AHJ” He aquí un perfecto poster para Pont Aeri. Perro ladrador, pero poco AlunaGeorge: “Body Music” Nos duele en el alma, pero… ¿es Shakira en “She Wolf”? George Reid tampoco parece muy convencido con esta portada. Habría tenido más gracia verle a él en trikini. Anna […]
Action Bronson: “Saab Stories”
Albert Hammond Jr.: “AHJ”
He aquí un perfecto poster para Pont Aeri. Perro ladrador, pero poco
AlunaGeorge: “Body Music”
Nos duele en el alma, pero… ¿es Shakira en “She Wolf”? George Reid tampoco parece muy convencido con esta portada. Habría tenido más gracia verle a él en trikini.
Anna Netrebko: “Verdi”
Ahora se comprende por qué se ha vuelto a quedar soltera la afamada soprano rusa: o es que visita el mismo cirujano que Cher o a alguien se le ha ido la mano con el Photoshop. Un despropósito para el que tenía que ser el disco de clásica más vendido del año.
Aufgang: “Istiklaliya”
Cuánto daño ha hecho “Juego de Tronos”. Desde la segunda temporada es imposible encontrarse un hipster que no lleve un parche hecho a mano, así.
Avril Lavigne: “Avril Lavigne”
Una de dos, o se ha pasado con los alucinógenos o con el maquillaje. La princesita del punk-rock nos ha pegado un susto de muerte.
Boy George: “This Is What I Do”
A saber lo que se pensaba Boy George: la única persona viva capaz de hacer una portada así y no caer en el ridículo, es el increíble David Bowie.
Brian Posehn: “The Fartist”
Iba a ser una parodia de “The Artist”, pero se queda en una extraordinaria (por lo horrible) mezcla entre el Padrino y el propietario del muñeco Gabbo de los Simpson. Argh.
Christopher Owens: “Lysandre”
El ex líder de Girls se nos pone emo y emula al Primo Eso. Adoramos los flequillos, pero no con esta caída tan torpe. ¡Qué grandes momentos nos han regalado!
CocoRosie: “Tales of a Grasswidow”
Intentar alegrar una tétrica cicatriz con un tatuaje Flower Power no es solución. Aún estamos decidiendo cual de las dos cosas nos pone más los pelos de punta.
CSS: “Planta”
Lo único bueno que tiene este artwork es que se inspira en uno de los célebres montajes con los que Richard Avedon retrató a Audrey Hepburn. Del disco en sí no vamos a decir nada porque a estas alturas del año no sirve ni para posavasos.
Culprate: “The Great Expedition”
Ya somos mayorcitos para seguir jugando con trenecitos. Artistas con complejo de Peter Pan que se creen que viven en una novela de Mark Twain… O lo que es lo mismo: vergüenza ajena.
David Lynch: “The Big Dream”
Un cortocircuito es lo que nos corrió por el cuerpo cuando vimos la nueva portada de este chiflado. De la tipografía no vamos a decir nada porque cada vez que la contemplamos muere un diseñador gráfico en algún lugar del mundo. Lynch, ¿en serio?
Diplo: “Revolution”
Una montaña de zorras practicando twerking que se elevan sobre un puño en alto. ¿Oda al fist fucking? No, una ilustración carente de buen gusto (al igual que estas palabras precedentes).
Dr. Kucho: “The Return of the King”
Los fans de J.R.R. Tolkien se suicidaron en masa al ver este sacrilegio hecho portada. Carnaval es sólo un día al año, así que ya va siendo hora de que algunos se enteren.
Empire of the Sun: “Ice On The Dune”
La historia viva de dos drag queens venidas a menos que han tenido que huir hasta el Polo Norte para que les hagan caso. Mamarrachas de manual que van de trascendentes por la vida cuando en realidad no son nada de eso.
Eric Copeland: “Joke In the Hole”
Horrible de cojones, no hay discusión que valga. Si Copeland es un fetichista de los tacones tenía mil formas más atractivas de haberlo demostrado. Habemus un nuevo diseñador gráfico en la cola del paro.
Fangoria: “Cuatricromía”
No sabemos qué demonios pinta el Monumento a Washington aquí. Aunque más inquietantes son los cerezos en flor y el descarado Photoshop que ha dejado las caras de Alaska y Nacho Canut como el culito de un bebé.
Gogol Bordello: “Pura Vida Conspiracy”
Esta portada pide a gritos una demanda por parte de los Monty Python después de haber fusilado sus cachondas animaciones. ¿El balazo iba para su diseñador?
Gucci Mane: “Trap God II”
Ni a Kanye West se le habría ocurrido una portada tan desmedidamente egocéntrica. Llámese atentado visual, tanto para nuestros ojos como para los beatos que pululan por estos mundos de Dios.
Hypnolove: “Ghost Carnival”
Las animaciones 3D hechas por ordenador para portadas de discos casi siempre suelen salir rana y más con esos ojos tan inquietantes y perturbadores.
Jason Derulo: “Tattoos”
Jason Derulo pensaba que una ilustración suya con el cuello, las patillas y la oreja llena de tatuajes iba a quedar bien, pero el epic fail es de los que marcan época. Mal gusto de cojones esos ‘tattoos’.
Jay-Z: “Magna Carta Holy Grail”
Jay Z es de los que peca de vanidoso y seguramente pasó por su mente que incluir dos esculturas milenarias en un impecable blanco y negro iba a quedar elegante a más no poder, pero su nombre en la portada no hace más que estropearla.
Jimmy Edgar: “Hot Inside”
A Jimmy Edgar seguro que la sinestesia le hace más bien que mal, porque sus portadas siempre suelen ser horripilantes. Esta con un rollo entre zen y esotérico se las trae.
Katy Perry: “Prism”
Katy, cariño, di a tu diseñador gráfico que no sature tanto el color de la fotografía, que te queremos ver bien, que luzcas en todo tu esplendor.
Kings of Leon: “Mechanical Bull”
Guau, nosotros somos tan sureños, tan campechanos, que qué mejor que poner en nuestra portada lo que parece el cartel de una atracción de feria. Meeeec. Error.
Lady Gaga: “ARTPOP”
No sabemos qué es lo peor de esta portada, si la bola gigante que le cubre las partes nobles, los recortes de “El Nacimiento de Venus” o esa imposible manera de poner su nombre en la ilustración. Un auténtico espanto.
Lil B: “Pink Flame”
Realmente, no tenemos ni puta idea de qué se le pasó por la cabeza a Lil B para poner su imagen en el cuerpo de una bella rubia. Por favor, que no nos dé de lo que fuma.
Lil White & Jerry Roll: “No Filter”
¿Qué portada podemos hacer para un disco de dúo? ¡Claro, nuestras caras juntas y cosidas por la mitad! Maldito esperpento. Aprended del póster de “X-Men: Días Del Futuro Pasado”.
Limp Bizkit: “Ready To Go”
Vale que la música de Limp Bizkit, y más a estas alturas, sea tirando a feísta, pero eso no quiere decir que tu portada también lo tenga que ser. Esos músculos desproporcionados… ¡los ojos sangran!
Lisa Germano: “No Elephants”
Una muñeca diabólica, pieles acrílicas y unos garabatos con rotulador. Lisa Germano no necesita más para parir uno de los mayores estropicios estéticos de los últimos años.
Mac Miller: “Watching Movies with the Sound Off”
Un título tan estúpido como “Watching The Movies With The Sound Off” se merecía una portada a su altura. Y vaya si la tiene. El detalle del cartelito que avisa de contenido explícito cubriendo las partes íntimas de Mac Miller resume la finezza del conjunto.
Matías Aguayo: “The Visitor”
Esta portada hace pensar en Keith Harring haciendo pinturas rupestres digitales con el Paint. Podría haber salido muy bien, pero está hecho a lo cutre.
Matmos: “The Marriage of True Minds”
El día antes de mandar el disco a fabricar se dieron cuenta que era la foto del tipo con pelotas de ping-pong en los ojos era tan horrorosa que le dieron la vuelta para despistar. Ni así lo salvan.
Ojete Calor: “Delayed!”
Puede que justifiques su petardeo hortera desde la ironía, pero esta portada, a la fuerza, tiene que dejarte sin argumentos. Si no, tienes un problema.
Paul White: “Watch The Ants”
Paul White no iba mal encaminado, pero su mezcla de jeroglíficos egipcios, triángulos invertidos y el guante dorado de Michael Jackson le queda demasiado hipster como para resultar creíble.
Pitbull: “Global Warning”
Que sí, que sí, Pitbull, ya sabemos que te estás comiendo el mundo, no hace falta que nos lo recuerdes. Lo único que consigues es que nos demos cuenta que tú silueta es sospechosamente parecida a la del Doctor Maligno.
Primal Scream: “More Light”
A Bobby Gillespie le molaban los motivos florales de su camisa y decidió extrapolarlos a la portada de “More Light”. Lo de las antenitas a lo #eldeloscuadros sí que ya se nos escapa.
Pusha T: “My Name is My Name”
Estas no fallan. Cada año hay un par o tres de ejemplos. Se le llama hacer pasar por simplicidad la falta de creatividad y es un recurso más viejo que el fuego.
Shearwater: “Fellow Travellers”
¿Qué es eso? ¿Un trozo de chicle en una montaña de mierda? ¿Alienígenas siameses en un momento emo? ¿Un desfile de David Delfín en clave rústica? Da igual, la cuestión es que es tan feo que duele a la vista.
Sleigh Bells: “Bitter Rivals”
El problema de la portada es que la guitarra superior, efectivamente, quiere dar la apariencia de tigre no sólo en las rayas, sino además en la forma feroz. Pero es de una fealdad insultante, máxime viniendo de las sublimes zapatillas ensangrentadas de “Reign of Terror”.
Small Black: “Limits of Desire”
A alguien le parecerá una portada atractiva, pero no hay que engañarse: una pareja desnuda abrazándose en el pico de una escalera en plena sabana africada con un caimán a sus pies es, directamente, un atentado contra los sentidos.
Suede: “Bloodsports”
No deberíamos hacer leña de un árbol caído como Suede, pero es que el artwork de “Bloodsports” se las trae, con esa escena de violencia, o de sexo, o de sexo violento, con unos difuminados tan espantosos. Un motivo más para rechazar su retorno.
The Knife: “Shaking The Habitual”
Un disco soberbio manchado por una portada que quiere ser fea y lo consigue: un rosa fuerte y saturado, unas letras ilegibles, un contraste de colores que hace que te marees. Como droga funciona, como diseño no.
The Polyphonic Spree: “Yes, It’s True”
Todo mal: las letras de neón, el peinado, la mariposa tapando los ojos, la flor, el Photoshop. Uno de los atentados más graves perpetrados jamás en el nombre del grafismo. Y del fondo de dunas en la noche no hablaremos para no regodearnos.
The Ruby Suns: “Christopher”
El problema no es la cara, sino ese segundo ojo superpuesto al principal que se desliza hacia la oreja y que produce ese extraño e inquietante efecto psicodélico. Luego están los colores y, en fin, la cara. Sí, la cara también es el problema.
Thee Oh Sees: “Floating Coffnr”
Perturbador pastiche de ojos, dentaduras de perro y fresas. En un buen día, si el sentido del humor freak nos dejara, nos parecería hasta divertida. Pero la sensación de asco es más por la composición que por la idea.
Tyga: “Hotel California”
Entre “La Vida de Pi” y un concejal de Marbella, Tyga le saca toda la punta posible al tema de la estrella del hip hop con aspiraciones de nuevo rico que nos enseña su villa lujosa y su mascota exótica. Ridículo.
Wacka Flocka Flame: “Duflocka Rant 2”
El baloncesto como recurso gráfico en los discos de hip hop no siempre ha sido un mal tema: hay portadas buenas ahí fuera. Pero esta de Wacka Flocka es de las que te animan a arrancarte los ojos con un tenedor. Ni la parodia de portada de videojuego sirve como eximente.
Yeah Yeah Yeahs: “Mosquito”
¿La peor portada del año? Qué duda cabe: la elección de los colores, el dibujo digital del bebé, ese mosquito que no aprobarían ni en un estudio de 3D para una versión Z de “El Señor de los Anillos”, el bote de pringue verde, las letras. Sólo se puede defender de manera irónica. Alguien quería vengarse de Yeah Yeah Yeahs y lo consiguió.