Mister Nice, el más famoso traficante de cannabis del mundo: “He probado marihuana en Chile y es una mierda”

FOTO: Chris Boland

¿Por qué decidiste traficar marihuana?
Porque amaba fumarla y no me alcanzaba el dinero para poder hacerlo todo el día.
Eras estudiante en la Universidad de Oxford en ese tiempo.
Sí, fue a fines de los 60 cuando la probé por primera vez también. Podía estudiar y fumar todo el día sin problema.

¿Cuánto fumabas al día?
Cerca de 30 porros, más o menos por ahí.

Tu razón principal para convertirte en traficante fue el dinero, ¿habían otras?
Sí, por el idealismo. Por la rabia que me producía la ilegalidad de la marihuana, yo sinceramente siempre pensé que las leyes en contra de la cannabis estaban mal.

Pero tú no eras un traficante cualquiera, has contado que jamás disparaste un arma, pero te relacionaste con organizaciones como la mafia o grupos armados. ¿En algún momento te preguntaste qué hacían para vender tu producto?
No, yo acepto que no soy violento. Pero también acepto que hay gente que lo es. Independiente si son soldados, mafias o grupos armados. Nunca les pedí que fueran de cierta manera porque yo lo era, pero no tenía otra opción que tolerarlo. Yo no trataba de convencer a nadie, ni a la mafia, o la IRA, o quien fuera el contacto de cómo debían hacer su trabajo.

El camino de la droga

Tuviste cerca de 40 apodos, ¿por qué elegiste Mr. Nice?
Para ser provocativo. Tuve muchísimos otros alias que eran los nombres de los pasaportes con los que viajaba para todo el mundo. Yo usaba pasaportes de gente que no salía del país, no tenía control para elegir mi propio nombre.

¿Y quién era Mr. Nice? ¿Estaba en el negocio de las drogas también?
No, era un asesino. Solo te diré que lo conocí a través de otro amigo que lo conocía y yo sabía que él no iba a viajar. Y yo simplemente amé su nombre, Donald Christopher Nice.

¿Alguna vez alguien intentó matarte?
No, nunca.

Pero sí viviste momentos al límite, no en vano entre los 70 y los 80 llegaste a controlar el 10% del mercado cannábico mundial.
Sí, ocasionalmente pasaron cosas durante ese tiempo. Pero lo que más recuerdo fue cuando estuve preso. Una vez hubo una manifestación dentro de la cárcel. Un día en el desayuno, yo estaba sentado bien atrás pero logré ver a uno de los internos que tenía su cabeza casi cortada, colgando. Lo habían matado un poco antes. Vi cosas horribles de las que no hablo.

No seguiste traficando después de eso, ¿la cárcel te cambió?
Sí, de todas maneras. Me volví más empático, me importaban mucho más las personas a mi alrededor. Pero también ya me había vuelto muy público y así ya no se podía trabajar. Simplemente creo que salí mejor persona de la cárcel.

¿Cómo te atraparon?
La DEA me atrapó en Mallorca y me llevaron a una cárcel en Estados Unidos.

¿Te atraparon porque alguien te traicionó?
Por supuesto que sí. Me traicionaron muchos amigos, pero no quiero decir sus nombres. Yo no traicioné a nadie, la razón por la que salí a los 7 años fue porque hice una apelación al tribunal y me bajaron la pena.

Y la DEA no estaba para nada contenta, me imagino.
Sí, estaban muy enojados conmigo, mucho tiempo persiguiéndome y no cumplí ni la mitad, imagínate.

¿Cómo lograste mover toneladas de marihuana de un lugar a otro?
En grandes barcos y con contactos. Pero no demasiados, necesitaba como a 20 personas para que funcionara bien.

¿Cuántos años te tomó organizar una movida así?
Más de 10 años.

Tenías contactos en la CIA y en MI6 (símil de la CIA en Inglaterra) ¿Ellos fueron tu mejor aliado?
No, mi mejor aliado fue John, eso es todo lo que diré de él. Fue un hombre, un gran amigo mío que está muerto hoy. Era muy inteligente pero de una manera muy distinta a la mía, que es más tradicional. Él tenía el conocimiento de la calle y mucho más profundo sobre la vida.

¿Cuáles son tus mejores recuerdos de ser un traficante?
Al final de los años 70 cuando mi hija nació. Era un fugitivo todo el tiempo, pero era todo muy excitante.

¿Te sientes cómodo siendo un ídolo de la cultura cannábica luego de haber ganado tanto dinero con ella siendo ilegal?
Sí, por supuesto que me siento cómodo, de hecho me gusta bastante. Disfruto mucho mi vida y mi nuevo trabajo hoy es muy interesante.

¿Por qué crees que tantos gobiernos se oponen a legislar sobre la marihuana?
No sé si hay un problema claro. Yo creo de verdad que lo que se necesita para que existan leyes a favor de la legalización es que mucha gente quiera que se despenalice la marihuana, tan simple como eso.

Tú mismo fuiste candidato al Parlamento Inglés en 1997, ¿has aconsejado a políticos sobre leyes para el narcotráfico o legalización de marihuana?
Sí, pero solamente en Inglaterra hasta el momento.

¿Y no te gustaría dar consejos a políticos en Chile?
Amaría hacerlo, pero probablemente nadie me pediría mi opinión (ríe). Pero si alguien me lo pide estaría feliz de serlo.

¿Cuáles son las mayores mentiras sobre la marihuana?
Que es una droga peligrosa. Esa es la mayor mentira porque la verdad es que la marihuana no daña a nadie.

¿Fumas más marihuana o hachís?
Hachís, de Pakistán, es el mejor.

¿Sigues disfrutando fumar tanto ahora como cuando joven?
No para nada, porque ahora tengo mucha tos y no puedo fumar tanto ni de la forma que me gusta porque me hace sentir como la mierda.

¿Cuánto fumas hoy?
Mas o menos 15 porros al día.

Dejando de lado los debates sobre legalidad, ¿cuáles son las razones por las que crees que la gente debería fumarla?
Me hace escuchar música mucho mejor, me hace reír mucho más, me hace más creativo, mi filosofía es mejor y mi escritura es mucho mejor. A mí me interesa contar mi experiencia, pero puede que no funcione para otras personas. De ninguna manera creo que la gente debe estar forzada ni nada, es tema de cada uno.

¿Y trajiste marihuana o has probado la local?
Tengo, pero he probado marihuana de acá y es una mierda (ríe), es la verdad. No vale la pena fumarla (ríe).

¿Nos ayudaría en algo como sociedad despenalizar el consumo de marihuana?
Crecerá mejor marihuana sin duda (ríe). Sólo por eso ya valdría la pena.