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11 de Diciembre de 2013Pareja lesbiana recurre a la Comisión Interamericana de DDHH para ser consideradas madres de dos mellizos
Alejandra Gallo se realizó una inseminación artificial y dio a luz a sus hijos. Ella tiene una pareja, Alexandra Benado, quien busca ser reconocida también como mamá, pero el Registro Civil y la judicatura señalaron que no es posible con personas del mismo sexo. No es el primer recurso sobre discriminación en la CIDH. Aún está pendiente otro de similares características interpuesto por tres parejas gay que no pudieron casarse en 2010. Y Chile aún no suscribe ni ratifica la Convención Americana Contra Todas las Formas de Discriminación de la OEA, la misma que Monseñor Ezzati le pidió al Presidente Piñera en octubre pasado que no aprobara.
Foto gentileza de Ilovechile.cl
Una pareja lesbiana conformada por Alexandra Benado y Alejandra Gallo recurrieron a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, luego que, a su juicio, la justicia chilena les denegara el derecho a ser consideradas “madres” de dos mellizos, aún cuando sólo la última posee el vínculo biológico, tras practicarse una inseminación artificial.
La decisión fue adoptada por ambas mujeres, luego de agotar todos las instancias judiciales, que se inició con la interposición de un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago.
El libelo ante el tribunal de alzada tuvo su origen en la negativa del Registro Civil de inscribir como madre de los niños a la pareja de Gallo, Alexandra Benado.
El argumento que le entregaron, en términos simples, es que sólo una mujer puede ser madre; esa es la que da a luz o quien recibe ese rótulo después de adoptar e inscribir legalmente a su hijo.
En este caso se produce una contradicción con el derecho chileno, ya que la misma ley reconoce a personas que no tienen vínculo biológico a ser consideradas familia, cuando se trata de inseminaciones artificiales, máxime si el donante renunció a su derecho a la paternidad.
La presentación ante la CIDH ya fue acogida a tramitación y es patrocinada por el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales y la Fundación Humanas.
El alcance de la presentación es que la CIDH reconozca que el rol de madre sea reconocido, en el marco de la igualdad, la no discriminación y la protección a la familia.
El próximo paso es la notificación al Estado de Chile para que entregue sus descargos y posteriormente -no hay plazos exactos para ello- podría llegar a la Corte Interamericana que deberá resolver el fondo. De ser favorable a Gallo y Benado, bien podría recaer una sanción al Estado, tal como ocurrió con el caso de la jueza Karen Atala.
Actualmente en la CIDH se encuentra pendiente otro recurso de similares características –revelado por The Clinic Online– interpuesto por tres parejas gay que en 2010 no pudieron casarse, acto jurídico negado por el servicio de identidades, la Corte de Apelaciones, el Tribunal Constitucional y la Suprema. Esta presentación ya fue acogida a tramitación y el Estado debe entregar las razones de porqué se produjo el hecho, máxime cuando se basa en una ley que data de 1855. Todos son representados por los abogados chilenos Ciro Colombara Branislav Marelic y el estadounidense Hunter Carter.
Hay que recordar que Chile tiene pendiente la suscripción y ratificación de la Convención Americana Contra Todas las Formas de Discriminación e Intolerancia adoptada en la 43º asamblea general de la OEA.
De hecho en octubre pasado este pasquín digital reveló una carta enviada por el arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati al presidente Piñera, en donde le solicitaba que no concurriera a la aprobación de este instrumento y calificando a la Corte Interamericana como un organismo “altamente politizado”.
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