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Opinión

19 de Enero de 2014

Recién nombrado cardenal español arma polémica al decir que la homosexualidad es una “deficiencia” y que se puede curar

Vía Diario El Sur Una nueva polémica religiosa se desató este fin de semana en España con las declaraciones del nuevo cardenal de ese país, Fernando Sebastián, quien señaló en una entrevista que la homosexualidad se podía curar. Según las opiniones que dio Sebastián al diario El Sur, “el Papa extrema los gestos de respeto […]

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Vía Diario El Sur

Una nueva polémica religiosa se desató este fin de semana en España con las declaraciones del nuevo cardenal de ese país, Fernando Sebastián, quien señaló en una entrevista que la homosexualidad se podía curar.

Según las opiniones que dio Sebastián al diario El Sur, “el Papa extrema los gestos de respeto y estima a todas las personas, pero no traiciona ni modifica el magisterio tradicional de la Iglesia. Una cosa es manifestar acogida y afecto a una persona homosexual y otra, justificar moralmente el ejercicio de la homosexualidad. A una persona le puedo decir que tiene una deficiencia que es lo que es, pero eso no justifica que deje de estimarla y ayudarla. Creo que esa es la postura del Papa, lo mismo respecto del matrimonio homosexual o los divorcios. Vamos a estar a su lado, pero la Iglesia no puede cambiar las exigencias de la moral. El amor siempre pide fidelidad y ser irrevocable. El amor humano es lo que es y la Iglesia tiene que defender la verdad y la autenticidad profunda del hombre, ayudando a todos, a los que lo realizan bien y a los que se equivocan o fallan”.

Según el nuevo cardenal, “la homosexualidad es una manera deficiente de manifestar la sexualidad, porque ésta tiene una estructura y un fin, que es el de la procreación. Una homosexualidad que no puede alcanzar ese fin está fallando. Eso no es un ultraje para nadie. En nuestro cuerpo tenemos muchas deficiencias”.

El sacerdote comparó la homosexualidad con su hipertensión -una deficiencia que tengo que corregir como pueda- y remató que con ayuda “muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado. No es ofensa, es estima. Cuando una persona tiene un defecto, el buen amigo es el que se lo dice”.

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