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Cultura

3 de Febrero de 2014

El escaparate sónico, un picoteo de Juan Pablo Abalo

HUMANODIVINO Canto a lo Poeta en San Pedro de Melipilla El 2013, más precisamente entre los días 10 y 19 de octubre, un extraordinario trabajo de recolección musical hecho en San Pedro de Melipilla estuvo a cargo del colectivo Gastos Comunes (Lito Celis, Pablo Morales). El registro de este trabajo no solo recoge la música […]

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HUMANODIVINO

Canto a lo Poeta en San Pedro de Melipilla

El 2013, más precisamente entre los días 10 y 19 de octubre, un extraordinario trabajo de recolección musical hecho en San Pedro de Melipilla estuvo a cargo del colectivo Gastos Comunes (Lito Celis, Pablo Morales). El registro de este trabajo no solo recoge la música del Canto a lo Poeta, que ya es mucho, sino que también adhiere información adicional de las fuentes. Son los propios cantores quienes hablan de esta tradición, de su sentido, de lo que significa, de sus aprendizajes y olvidos. Así, la música, antecedida o precedida por comentarios e historias que ellos cuentan, se va entremezclando con bromas y rimas llenas de gracia, de picardía, de doble sentido, de tristeza. La cercanía y familiaridad de esta forma de registrar los cantos a lo Poeta, logran que, en cosa de segundos, nos traslademos con camas y petacas a algún jardín de la localidad de San Pedro. Es como si estuviésemos sentados bajo un parrón escuchando. Están los cantos por padecimiento y las décimas por reflexión de Remigio Cerda, están también las Décimas Sociales de Leontino Aguilar, hay una Rueda del Canto a la Virgen del Carmen de Ramón Olguín, Salvador Castro y Roberto Armijo, las Décimas de Velorio de Angelito de Marcelo Meneses, las Décimas Picarescas de Armando Sánchez, una Tonada Campesina y La guitarra transpuesta de Domingo Díaz, Décimas por festejo de Hernán Aguilar y los Cantos a lo Humano y lo Divino de Domingo Pontigo, que, después de cantar, aclara lo que es una definición simple y directa del canto a lo divino. Dice Pontigo que para ser Cantor a lo Divino, antes que nada “hay que ser creyente…, el canto a lo divino no se paga ni se aplaude…, esa es la diferencia del canto a lo divino y el canto a lo humano”.

GREGORIO FONTEN

Temblor Esencial

“El Cantorama es un set solista de arqueología sonora: ruinas de canciones se descubren a través de un paisaje de sonidos electrónicos generado automáticamente por el computador”. De este modo, el compositor chileno Gregorio Fonten define el trabajo realizado en su reciente disco, “Temblor Esencial”. Por un lado y en su mayoría, escuchamos un grupo de canciones en las que los procesos electrónicos toman extractos, trozos, colas de la música, de las texturas, de la voz de Fonten que se hace acompañar con el sonido de un sintetizador, envolviéndola, dejándola como flotando, como perdida por el aire (“En tu vientre”, “Sombras de los Ecos”, “El resabio de un tango”, “Mi foto favorita”); y por otro lado están las canciones que, como “La lechuga Mustia”, reflejan el universo cabaretero, medio satiano que caracteriza los trabajos anteriores, esos para piano y voz de Fonten. Con “Cantorama”, el mundo sonoro en el que nos introduce el compositor es extraño, atractivo, difícil de adivinar, plagado de sutilezas y direcciones inesperadas, armonías y voces que se destemplan, sonidos que reconocemos pero que se transforman en cosas lejanas que terminan por desaparecer. “Temblor Esencial” es una novedosa propuesta en la que se reúnen canciones que parecen caleidoscopios sonoros: sorprendentes objetos que, dependiendo de donde ponemos nuestros oídos, escuchamos una cosa u otra muy distinta. (Gregoriofonten.com)

“DESDE FUERA DEL CENTRO”

Documental

Una monitora (Camila Roa) y tres compositores (Francisco Silva, Juan Pablo Orrego y Andrés Núñez) realizaron un proyecto “artístico, pedagógico y educativo” que “invita a los niños a tener una nueva experiencia con el sonido que les permite reflexionar sobre la música”, dice Silva en el mismo documental. El proyecto consistió en hacer 10 sesiones en una escuela de Putaendo (Escuela Renacer) con el propósito de iniciar a los niños en la música contemporánea. Los tres compositores, quienes paralelamente compusieron obras para ser interpretadas con instrumentos de juguete, realizaron mini conciertos en la escuela lo que sirvió de punto de unión entre compositores, intérpretes y los propios niños. Este proyecto, no solo nos hace pensar en la importancia de la educación artística infantil, una bien hecha por supuesto, sino también en la necesidad imperiosa de descentralizar Chile, de ver y buscar más por allá que por acá. El documental se puede encontrar en youtube.

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