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Opinión

4 de Febrero de 2014

Ricardo Solari, socialista y ex ministro: “Peñailillo es una persona muy talentosa y muy capaz”

Fue el nombre que más sonó como ministro del Interior para el gobierno de Michelle Bachelet, pero no se hace cargo de especulaciones: el nuevo gabinete le gusta. En términos generacionales, es uno de los jóvenes de la vieja Concertación que sigue activo en la Nueva Mayoría sin bajarse del bote. Aquí se explaya de Peñailillo, las nuevas generaciones, TVN y los riesgos que enfrentará la Presidenta.

Andrea Moletto
Andrea Moletto
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*Fotografía: Alejandro Olivares.

-¿Te sientes partes de la Concertación o de la Nueva Mayoría?
Participé de la fundación de la Concertación a fines del 87 y también de la formación de la Nueva Mayoría, así que he sido testigo de los dos momentos. Y el hecho principal del cambio de la Nueva Mayoría, porque no es sólo la incorporación del partido comunista, es el hecho de que transformas la capacidad programática que apunta a dar un salto más exigente respecto de quienes están en el país, en materia de desigualdad, de participación política, de derechos de las personas y las comunidades, o sea es un doble acto de ampliación de la coalición y de ajuste programático.

-¿Te sientes tan cómodo en la Nueva Mayoría como en la Concertación?
– Sí, totalmente.

– ¿No aprecias que hay alguna diferencia?
– Hay un cambio generacional, si uno mira el gabinete y mira la lista parlamentaria, uno ve que hay mucho cambio generacional. El núcleo principal del gabinete, el comité político, está compuesto por figuras que si bien es cierto, no tienen trayectoria, son personas que no cumplieron roles en el momento de la fundación de la Concertación. Rodrigo Peñailillo era un muchacho, y Ximena (Rincón) y Álvaro (Elizalde) eran también muy jóvenes. Y lo segundo es que la dinámica que organizamos para hacer esa lista parlamentaria tenía como propósito abrir un espacio muy importante a jóvenes.

– ¿No crees que está sobrevalorada esa idea del cambio generacional?
– ja ja ja ja, hay gente que dice que la juventud siempre ha estado sobrevalorada, pero si uno tomara esa sentencia como justa y válida diría que por qué todo el mundo quiere permanecer joven tanto tiempo. No, yo creo que no, creo que la energía que tienen los jóvenes para sacar adelante iniciativas, más allá de los límites y las restricciones, me parece que son absolutamente esenciales en un proceso de cambio. Si tú quieres enfatizar una idea de transformación tienes que poner en marcha otros recursos.

– ¿Pero sientes que hay una diferencia cuando te sientas a conversar con esa generación? ¿Qué pasa ahí?
– La generación que fundó la Concertación, de la cual yo correspondo al segmento de los gallos como más jóvenes, tienen una experiencia política sorprendentemente inédita en Chile y también en América Latina. Hay gente que vivió la experiencia de revolución en libertad de Frei, en el gobierno de la Unidad Popular, el golpe de Estado, el exilio, el retorno a la democracia y el gobierno por veinte años, en un periodo político bastante breve. Este es un fenómeno muy particular y lo digo para darle un realce mucho mayor al proceso de renovación, a la designación de este gabinete, la incorporación de Jackson, de la Camila…

– ¿Cómo se da eso?
– En el caso del partido socialista, esto ocurrió a partir de la derrota del 2010 que dio paso a un nuevo núcleo directivo donde se incorporaron muchos jóvenes.
La derrota del 2010 llevó a reflexiones que tenían códigos generacionales también; segundo, la incorporación de primarias, o sea transitar de un esquema de centralismo a un proceso de primarias que nosotros llevamos a cabo intensamente en las municipales del 2012, también introdujo dinámicas nuevas que dieron lugar a la incorporación de gente más joven. Tercero, en lo de las listas parlamentarias lo que nos pasó fue que era crucial incorporar más jóvenes y mujeres, si esto se cumplió más o menos positivamente…

– Es una estrategia eleccionaria entonces…
– Voy a ese punto, lo que ocurre en la política democrática es eso…

– Instalar a la gente en el poder.
– Eso ocurre satisfactoriamente si tú sabes leer la sociedad en que te mueves. O sea, la discusión que se dio en esta coalición sobre hacer primarias o no fue bastante dura, incluso habían personajes que no querían primarias, y eso nos llevó a que tuviéramos un resultado muy exitoso en esa municipal. Luego, la idea de renovación y de recambio, de alguna manera la combinación de nuevos actores con gente con experiencia, no quiero declarar que los jóvenes no tienen experiencia, también es señal de una sociedad y también eso importa mucho, no son estrategias publicitarias, son señales políticas a la comunidad para que la gente confíe y enfrente el problema de la desconfianza hacia los partidos o instituciones desde otra perspectiva. Y por eso es importante que Michelle Bachelet haya estimulado este proceso.

– No hay tensión en el cambio generacional
– No hay tensión porque la necesidad de abrir un nuevo ciclo es una cosa evidente.

– Sonaste como uno de los nombres para ministro del Interior, ¿qué pasó?
– Es que eso se da en el terreno de la especulación. Yo tuve un espacio en la campaña y tengo una relación con el equipo, entonces me parece que es una especulación que tiene ese fundamento, pero en el diseño del equipo de trabajo que terminó siendo, me parece que terminó siendo totalmente obvio que la gente que estuvo en la campaña más activamente y con tareas cruciales, en contacto con la candidata, fueran quienes estuvieran ahí. En mi percepción no había duda alguna de que Álvaro Elizalde iba a ser el socialista que…

-…Es un cupo socialista entonces.
No, él iba a ser la persona que ahí estuviera. Y que debería estar también Peñailillo y etc, etc. El único elemento de sorpresa fue la entrada de Ximena Rincón. No me cabe duda que lo que ocurrió fue lo que iba a ocurrir.

Pero perfectamente podrías haber sido un nombre.
Yo tengo la sensación que ahí había un diseño que estaba muy establecido y a mí me gusta mucho como quedó.

¿Qué características tiene ese diseño de gabinete?
Primero generacional, como ya hablamos. En segundo lugar, se refuerza la línea y que el centro está en el gabinete; la presidenta expresa su decisión de conducir al país. No hay duda alguna de que los que están en La Moneda tienen todo el respaldo.

Te refieres a un diseño en que los gabinetes no tienen poder, sino los “segundos pisos”
Los segundos pisos son un diseño. Entonces ahora el centro de gobierno está donde tiene que estar, en la conducción política, que es el centro del gabinete que va a encabezar Rodrigo Peñailillo, que me parece una idea que es muy saludable. Están representados todos los partidos que son parte de la coalición y que han hecho esta larga marcha de transición desde la Concertación hasta esa fuerza política nueva, incluido el partido Comunista. Cuarto, además de que tienes un centro de gobierno en La Moneda, con respaldo político indubitativo, tienes a su vez ministros sectoriales muy fuertes en las áreas que son de mayor preocupación. Y eso me parece una muy buena cosa.

¿Cómo es Peñailillo? Creo que no le he leído nunca una entrevista.
Yo no sé si ha dado o no ha dado entrevistas, pero él ha tenido determinados roles que lo han mantenido fuera de la prensa.

Por eso tengo curiosidad ¿Cómo es?
Es una persona muy talentosa, muy capaz, que tiene mucha convicción. Conoce muy bien y muy profundamente el país, conoce muy profundamente el gobierno, el Estado, tiene un vínculo con el sistema político de la Nueva Mayoría que es muy estrecho. Y en todo eso él ha sido muy activo y tiene un récord estupendo. Dirigió sin error una campaña ejemplar, una campaña que tuvo éxito de principio a fin.

¿No encuentras que le falta experiencia política?
El gobierno de la presidenta Bachelet tuvo una gran cantidad de contingencias difíciles y el núcleo en torno a Rodrigo logró superarlas exitosamente. Yo creo que eso habla muy bien de él y luego esta campaña que fue espectacular.

¿No es arriesgado esa elección?
Él va a concentrar muchas dificultades, pero también va a tener muchísimo apoyo. Mucho apoyo, respaldo y además tiene mucho talento y capacidad, yo creo que él va a ser un estupendo ministro.

TVN CANAL PÚBLICO

Hubo una cercanía con Michelle Bachelet, previo a su primer gobierno, pero no ejerciste ningún ministerio ni una labor que uno al menos públicamente conociera. Luego te vemos muy activo en el regreso de Bachelet y su triunfo y no viene un nombramiento, ¿Quieres participar en política desde otro lugar?
No, yo he sido muy activo en los últimos 40 años en el partido socialista de Chile y voy a colaborar en todo lo que pueda con el actual Gobierno y eso independientemente si tenga o no tenga encomiendas, y si tengo voy a tratar de cumplirlas lo mejor posible y si no tengo, voy a colaborar igual. Siempre hay espacio, aquí hay un equipo de gobierno con el que he trabajado muchas veces y por muchos años. Tengo una relación muy estrecha con ellos y un gran afecto por la presidenta.

¿Y qué hay con respecto a tu posible nombramiento en TVN?
No tengo idea de eso.

¿Te interesa TVN?
A mí lo que me interesa es la televisión pública, tengo un interés muy profundo porque Chile reconstruya la identidad de la televisión pública en las nuevas condiciones del siglo XXI.

¿Se necesita una televisión pública?
Yo creo que en Chile se necesita una televisión pública en las condiciones del cambio tecnológico. ¿Cuándo se había visto este despertar de comunidades que se ratifican por lo étnico o por ser parte de distintas asociaciones, sociedades o cooperaciones? La sociedad chilena actual es bien distinta, muy entretenida y muy desafiante y cada vez más abierta. Tengo una muy buena opinión de la sociedad que ha emergido en el último tiempo y tengo la sensación que los medios de comunicación deberían reflejar esa sociedad. Además del Clinic –risas-.

Pero tu crees que la televisión … -interrumpe-
No quiero centrarme en la televisión y el desafío principal es que esto lo haga el sistema escolar, esa es la matriz, el fundamento. Lo integrativo, lo cívico, lo republicano, lo plural, la no discriminación, el respeto por el otro, eso surge desde el sistema escolar, pero también los medios de comunicación hacen una gran contribución.

¿Y TVN tú crees que debería ser un canal estatal?
Bueno, eso no está en discusión para nadie, ojo.

¿De la Nueva Mayoría?
Del país, sobre TVN, Codelco, sobre esas cosas no hay muchos matices, en el sentido de que esos son agentes públicos que hay que defender. Ahora, en la televisión pública es algo más que eso, porque hay una nueva realidad.

Tengo la idea con respecto al tema del ministerio, y es que quizás estás en un momento político en que no te interesa tanto meter las manos en la masa…
Nadie jamás puede decir algo que signifique desdén sobre el trabajo en el servicio público. Yo he trabajado, prácticamente, toda mi vida en eso. Entonces no quiero decir nada que suene como a desdén o a distancia.

¿Uno puede decir que no si le ofrecen un ministerio?
Eso tan especulativo como lo que decía la prensa.

¿No crees que te podrías quedar fuera de este bote?
He estado en el desarrollo de este proyecto político en los últimos no sé cuántos años y uno puede jugar toda clase de roles distintos. Siempre que uno entienda que este es un tema en el cual lo esencial es que tengamos proyectos colectivos, eso es lo principal.

¿Ni siquiera por un tema generacional?
No, para nada. Aquí lo que pesa e importa, siendo yo uno de los grandes partidarios de la renovación generacional, van a ser siempre por definición, los principios, las ideas, cuál es el plan y el proyecto que queremos para el país, eso es lo que importa independiente de la edad de las personas.

Hay algunos que dicen que Bachelet “humilló” a los partidos con este gabinete.
Todos los presidente han ensayado su relación con los partidos en distintos formatos: algunos de intervención muy activa, otros de intervención más distante. La Nueva Mayoría que es una coalición multipartidaria, se expresó en la lista parlamentaria, en la municipal y se expresó también en el gabinete. Desde el punto de vista práctico, no hay ninguna desconsideración de los partidos. Lo que ocurre es que hay una separación de roles, donde los partidos tienen sus tareas y que la presidenta tiene también sus tareas.

¿Qué tanto es producto del rasgo de Bachelet de la desconfianza, la elección de este gabinete?
Ganar de alguna manera el favor de algunos medios sobre la base de ser trascendido, se ha transformado para algunos, equivocadamente, en un capital político. La gestión de ella, en su campaña anterior, estuvo muy exenta de ese tipo de problemas porque se cuidó, se consideró que era muy importante la discreción para el éxito y el avance de sus planes de trabajo. No te olvides que ella fue una candidata muy atacada en su primera candidatura y en la segunda menos, porque era demasiado obvio que iba a ser ganadora. Pero esta discreción tiene su base y la reserva me parece apropiada para organizar buenos desempeños políticos, me parece una tesis bastante recomendable. Hasta el momento el resultado ha sido impecable; en un período de menos de un año ella llegó, se instaló, declaró su condición de candidata, desarrolló un discurso programático perfilado, nítido, sin grandes confusiones respecto de sus orientaciones y así ganó la elección.

¿Qué riesgos ves para el Gobierno de Bachelet?
Hay que hacer un esfuerzo muy grande para ajustar expectativas versus las posibilidades de lo que un gobierno pueda dar. Segundo, en el gobierno moderno, nadie prescinde de los contextos internacionales; una economía que se mueve más lento a Chile no le conviene, ni a ningún país del mundo, pero esas cosas ocurren. Tercero, tenemos que organizar una discusión sobre algunos aspectos bien cruciales de nuestra convivencia y hay que ver el modo en que vamos a organizar esa discusión, nosotros mismos, La Nueva Mayoría y la oposición.

Los primeros meses no hay que esperar tanto, entonces.
El Gobierno va a tener que funcionar a diez mil por hora y está organizado para hacerlo de esa manera. Pero ese hacer implica también dedicarle a la función pedagógica formativa, de comunicación. Darle eso una importancia muy grande para que los ciudadanos se hagan parte, te apoyen, te respalden y entiendan los límites y las oportunidades que ofrece el camino del gobierno de Michelle Bachelet.

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