Chadwick reniega, otra vez, de Pinochet: Condena al Golpe de Estado fue “uno de los legados más significativos” de Piñera

En una entrevista que publica el diario La Tercera, el ministro de Interior, Andrés Chadwick, quien fue rostro del encuentro del dictador Augusto Pinochet con la juventud que lo respaldaba en 1977, aseveró que uno de los legados más relevantes de la administración de Sebastián Piñera -la primera de la derecha en democracia- fue el haber condenado el quiebre democrático.

El titular de Interior ya se había arrepentido en la década del 2000 del férreo respaldo que le entregó a Pinochet y fue uno de los primeros en la UDI -luego vinieron otros, como el senador Hernán Larraín-, en reconocer las violaciones a los Derechos Humanos durante el régimen. En la conversación con La Tercera destaca que marcar distancia de la dictadura es algo en lo que Piñera cree firmemente.

“A mi modo de ver la postura del Presidente por los cuarenta años del Golpe Militar es de los legados más significativos, trascendentes, con más capacidad de proyectarse hacia el futuro. Ahí hay un legado importante. Aquellos que no lo sientan así, mi impresión es que -en la medida que pasa el tiempo- quienes discrepan de este posicionamiento van a tener cada vez menos audiencia en la vida política del futuro”, destacó Chadwick.

También aseveró que, más allá de las diferencias con los partidos, el Gobierno está agradecido del respaldo a los proyectos de ley. “Yo reflexionaba y me reía un poco porque cuando veía las nominaciones de las nuevas autoridades y veía a los presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría que habían sido informado con 15 minutos de anticipación, yo decía, ¡por Dios que hemos regaloneado a nuestros presidentes de los partidos de la Alianza, y los hemos tratado mejor!”.

Y respecto del gobierno de Michelle Bachelet, Chadwick adujo que “tengo la impresión de que cambios estructurales o muy abruptos, como los que se plantearon durante la campaña por parte de la Nueva Mayoría en términos de asambleas constituyentes, nuevas constituciones, empezar de cero, son muy difíciles. Porque los gobiernos de cuatro años son cortos y exigen resultados”.

Agregó que “el próximo gobierno debe tener claro el control de expectativas, porque se han generado muchas y, por otra parte, el afianzamiento del principio de autoridad. Que no se perciba que quienes mandan son los que más gritan, que manda más la calle que el gobierno”.