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Cultura

15 de Febrero de 2014

Imperdible: Las 10 mejores frases del Cine Chileno

Vía Noesnalaferia Para crear una buena película chilena prototipo, es necesario contar con los siguientes ingredientes infaltables: Sexo: Sobre todo en lugares ultra-rebuscados como por ejemplo, un balcón del Teatro Municipal en plena presentación de -obviamente- Madame Buterfly (Fuga, 2006). Mientras más vestidos, rápidos y bruscos, tanto mejor. Casi como en las escenas de Infieles, […]

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Vía Noesnalaferia

Para crear una buena película chilena prototipo, es necesario contar con los siguientes ingredientes infaltables:

Sexo:

Sobre todo en lugares ultra-rebuscados como por ejemplo, un balcón del Teatro Municipal en plena presentación de -obviamente- Madame Buterfly (Fuga, 2006). Mientras más vestidos, rápidos y bruscos, tanto mejor. Casi como en las escenas de Infieles, pero con la prestancia del actor chileno reconocido y filmado en formato cine.

Cursilerías:

En un intento de graficar un país de mágico surrealismo que no es tal, se aplican contenidos de alto calibre cursi, como la escena de el gringuito cantando una improvisada ópera de -obviamente- Madame Buterfly (¡todos usan la misma canción!) en un prostíbulo, emocionando a prostitutas y borrachos (El gringuito, 1998) en vez de mostrar la real esencia chilena en cosas tan bellas como propias como lo son sacar la vuelta o pensar: para qué esforzarse si se puede hacer a medias.

Roles a escala:

Los personajes de una película chilena responden a una fórmula de éxito local ya probada: El viejo guachaca bueno pal trago y las mujeres, dicharachero, tierno (como buen chileno), una especie de roto chileno cinematográfico; La señora abnegada, buena mujer, buena madre, luchadora, que defiende a los suyos hasta el punto de ser cómplice de crímenes y chanchuyos; La vecina sapa y buena pal garabato (elemento cómico); Un viejo/a que habla leseras, víctima del paso de los años; Un niño pelusón y con cara de pillo; La “mina” rica del barrio, que usa mini y poleritas cortas; Y una gama de personalidades que no proponen complejidad y asombro. De hecho, la muerte o la traición no les causa trauma, y su vida continúa con la planicie habitual en la historia.

Garabatos:

Funcionan meramente como accesorio, para reflejar la chilenidad en su máximo esplendor, en frases en que se podría decir lo mismo sin el garabato como complemento: “ándate, weon, ándate” (Historias de fútbol, 1997) o “págame conchetumadre, pituco culiao, culiao de mierda, culiao culiao” (Machuca, 2004).

Frases:

Aquí radica el meollo de la magnificencia del séptimo arte nacional. En Noesnalaferia, hemos escogido 10 célebres frases de nuestro cine. No nos referimos a aquellas clásicas que se han quedado en la retina colectiva como “Volante o Maleta” (Taxi para tres, 2001) sino a las que reflejan -en diferentes aspectos- lo que queremos decir cuando decimos “Cine Chileno”.

El Ránking que presentamos a continuación contiene frases de los tres tipos de Cine local: frases pasadas a caca (de directores jóvenes), frases que son bacanes porque son terrible chilenas, y frases famosas-garabateras. Disfrútenlas, coméntenlas y sugieran sus propias GRANDES FRASES DEL CINE CHILENO.

– “¿Qué te gusta más, el pichí o la caca? la gaga” (El gringuito, 1998).

– “Tai verde… tenís el pelaje opaco… tai fea… parecís perra envenená” (El chacotero sentimental, 1999).

– “Pendeja de la conchadesumadre, puta reculiá, maraca retamboreá, güeona de mierda, conchetumadre, chuchadetumadre, ¡mala persona, mala persona! hija de puta, mujer de mierda, mujer de malos sentimientos y la conchesumadre” (Sexo con amor, 2003).

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