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Opinión

4 de Marzo de 2014

Rolf Lüders, Chicago Boys: “Soy partidario de legalizar y regular el comercio y el consumo de drogas”

Rolf Lüders fue parte del grupo de economistas que en plena dictadura impusieron el modelo económico en el que hoy vivimos. Entre 1982 y 1983 llegó a ser biministro de Pinochet: de hacienda, y de Economía, Fomento y reconstrucción. Esos pergaminos le han valido el reconocimiento como un líder de opinión de la derecha y también como académico. Le mandamos un cuestionario de preguntas y este es su análisis sobre el sistema.

Jorge Rojas
Jorge Rojas
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¿Qué es ser liberal hoy?
Hay una gran variedad de acepciones de la expresión liberal y ella tiene una connotación distinta en diversas partes del mundo. En EE.UU. ser liberal se asocia a ser partidario del estado de bienestar. Es una noción conceptualmente cercana a la idea de libertad positiva, en que las personas que la tienen poseen el poder y los recursos para realizarse personalmente. En Chile a estos liberales se les está llamando progresistas. En Europa, en cambio, ser liberal representa tener posiciones que favorecen un Estado limitado y políticas económicas de libre mercado, siempre bajo un régimen democrático. Esta última concepción es más cercana al liberalismo clásico y a la noción de libertad negativa, en que el que la posee se encuentra libre de restricciones externas que lo limiten en sus acciones.

¿Usted es liberal en lo valórico también?
Todo liberal tiene su propio conjunto de valores, pero acepta que los valores de terceros sean distintos a los de él y apoya que las instituciones del país permitan la expresión de éstos. En ese sentido soy liberal, a pesar de que algunos de mis valores probablemente sean considerados conservadores.

¿Está a favor de legalizar el consumo de drogas, el matrimonio homosexual y el aborto?
Soy partidario de legalizar y regular el comercio y el consumo de drogas, como una manera efectiva de reducir significativamente el crimen asociado a tales prácticas y al mismo tiempo mejorar la oportunidad del tratamiento de las enfermedades asociadas. Por otro lado, me parece que el matrimonio debe normar exclusivamente la unión entre un hombre y una mujer, pero me gusta una solución como el Acuerdo de Vida en Pareja (AVP) para regular las uniones entre homosexuales. Finalmente, en materia de aborto soy definitivamente conservador. Por intermedio del aborto, por definición, se le quita la vida a una persona, aunque todavía no esté completamente desarrollada.

Álvaro Bardón fue uno de los Chicago Boys más liberales que hubo y la derecha lo dejó solo. Al final, como que no lo tomaban en cuenta. ¿Qué tan liberal es la derecha?
Es un hecho que los liberales clásicos son muy minoritarios, incluso en la centro-derecha. La derecha se caracteriza por ser democrática, por ser partidaria del orden, por privilegiar la libertad individual por sobre la igualdad, y por ser partidaria de una economía de mercado. Se asemeja más al liberalismo clásico que al progresista, pero tiende a cobijar a adeptos de ambas inclinaciones. La mencionada concepción de la centro-derecha ciertamente permite apoyar medidas tendientes a igualar oportunidades e incluso, a propiciar acciones redistributivas. Solo así puede pretender atraer al votante medio, ser una oposición eficaz y constructiva, y llegar a ser nuevamente gobierno.

¿Qué tan bien ha defendido el modelo la derecha?
Todos los que creemos en la economía social de mercado hemos fallado en comunicar a la ciudadanía sus bondades. El PIB per cápita se ha triplicado desde fines de los 70, las desigualdades se están revirtiendo, tenemos pleno empleo y los salarios reales crecen significativamente. Según las encuestas, más del 75% de los ciudadanos está contento o muy contento con su vida personal y somos el líder de la región en todos los indicadores de bienestar, siendo que sólo tres décadas atrás estábamos bajo la media. ¿Qué más se puede pedir? Es evidente, la centro-derecha no tiene un relato a la altura de la calidad del sistema económico, social y político que está apoyando.

¿Piñera ha sido un buen defensor del modelo?
Piñera ha hecho un buen gobierno y sin embargo no ha sido capaz de que uno de los suyos lo suceda. ¿No es esa la mejor demostración de que no ha defendido bien un sistema económico, social y político, que su oposición dice querer cambiar?

¿Está en crisis la derecha?
Tiene problemas. La ciudadanía sigue siendo moderada y lo que falta es un relato atractivo sobre la forma en que, basado en los principios de la centro-derecha, se pueden resolver mejor que de ninguna otra manera los principales problemas que aquejan a la ciudadanía de ingresos medios y más bajos. En ese sentido, hay que romper de raíz la preocupante tendencia a asociar a la derecha con la elite socio-económica del país. Y luego, hay que comunicar ese relato en forma efectiva a la ciudadanía, lo que pasa por una urgente re-ingeniería del aparataje administrativo de los partidos y movimientos de la centro-derecha, y de su coordinación.

¿A dónde puede terminar esta crisis en la derecha?
Lo más probable es que esto termine en una centro-derecha más cercana a la población, restructurada, bien organizada y coordinada, con un buen candidato presidencial, y que vuelva a atraer aproximadamente el 50 por ciento de los votos ciudadanos en la próxima elección presidencial.

EL MODELO

¿Qué es para usted Pinochet?
Pinochet -lo considere usted autoritario o dictador- gustaba bromear con que lideraba una dictablanda, con lo que concuerdo, a pesar de la existencia de períodos de excepción, en que el régimen sin duda pecó de excesos. Con respecto a lo último, hay que recordar que los militares asumieron gobierno en 1973 en vista de una inminente lucha fraticida y en respuesta a evidentes demandas ciudadanas. Pinochet fue una persona de importantes habilidades que utilizó para obtener –a su mejor entender- el mayor desarrollo posible del país. Así, el régimen militar que Pinochet lideró logró –con los costos ya señalados- la modernización económica del país y haber creado las condiciones para una transición exitosa a una democracia viable.

¿Cómo se entiende que en Chile los militares se volvieran liberales?
Por descarte y por las preferencias de Merino y Pinochet. A partir de 1958 se aplicaron en Chile diversos sistemas y ninguno –salvo en los primeros años- dio los resultados esperados. Me refiero al intento conservador de Alessandri Rodríguez, al período reformista de Frei Montalva, y al experimento revolucionario con empanadas y vino tinto de Allende Gossens. En vista de esos fracasos Pinochet, de simpatías demócrata cristianas, grupo que aplicó en Alemania por primera vez una economía social de mercado, apoyó – a propuesta de la Armada, El Ladrillo. Este programa fue preparado por economistas –de diversas simpatías políticas- que tuvieron en común haber estudiado en Chicago.

Hay quienes los culpan a ustedes de crear un sistema injusto. ¿Considera que Chile es un país muy desigual por culpa del modelo?
Para nada. Chile siempre ha sido un país con una distribución del ingreso desigual en una región que se caracteriza precisamente por la desigualdad en esa distribución, a pesar de que no todos los países tienen el mismo sistema económico. El mismo sistema permite generar –por la vía fiscal- distribuciones del ingreso menos desiguales, pero a costa de una tasa de crecimiento menor y por ende, ganancias de ingresos absolutos menores para las segmentos de ingresos más bajos.

¿No hay una crisis del modelo?
Crisis de modelo no la veo por ninguna parte. Hay personas que desean introducirle cambios a la economía social de mercado que tenemos y esos pueden o no ser bienvenidos, dependiendo de lo que se haga.

¿Por qué cree entonces que la gente está descontenta? ¿Están siendo poco agradecidos?
Todo lo contrario, todas las encuestas muestran que un alto porcentaje de los chilenos está contento o muy contento con sus vidas. Lo que sucede es que se han comprado la idea –ofrecida por algunos economistas y ciertos sectores políticos- que es posible crecer en el corto y mediano plazo igual que en los años recién pasados, pero mejorando significativamente la distribución del ingreso. Si eso es posible está por verse, pero a mí, al menos, no me parece.

¿No cree que un sistema que promueve que todos seamos millonarios nos termina deshumanizando?
No puedo estar más de acuerdo con usted, pero eso no es en absoluto lo que hace nuestra economía social de mercado. Todo lo contrario, lo atractivo que tiene el sistema es que –con las restricciones naturales a que estamos todos sujetos- cada uno puede escoger libremente su propio camino. Usted puede optar por un determinado esfuerzo de trabajo con relación a los ingresos que desea tener. Conozco personas que –quizás codiciosas- efectivamente sólo parecen vivir para ganar plata, pero muchas otras optan por carreras menos lucrativas, pero más satisfactorias o que, habiendo acumulado lo suficiente para vivir adecuadamente, se retiran para hacer lo que ellos desean, como viajar, por ejemplo. El sistema combina la libertad que dan las organizaciones de mercados competitivos bien reguladas, con la protección social requerida. Por algo hay ahora tanta gente contenta en Chile y había poquísimas a comienzo de los años 70.

Se suponía que el crecimiento elimina la pobreza, pero eso no ha pasado. ¿Está obsoleta la teoría del “chorreo”?
No es así, el crecimiento económico efectivamente ha reducido la pobreza en Chile, como en casi todo del mundo. La mayor parte del 15% de pobres en nuestro país solo lo son porque transitoriamente tienen ingresos muy bajos. Subsiste un pequeño porcentaje de pobreza extrema, dura, que requiere de programas especiales para ser eliminada. Es pues, el crecimiento el que genera tanto el aumento de los empleos, como de los salarios. Pero el crecimiento requiere –entre otras condiciones- que existan los incentivos adecuados para que las empresas –de cualquier tamaño- inviertan. Volvemos así al lucro.

NUEVO GOBIERNO

¿Cuáles son sus miedos con Michelle Bachelet?
Le veo dos importantes problemas potenciales. Primero, que no sea capaz de cumplir con las altas expectativas que ha generado y que esto se traduzca en graves movimientos sociales. Y segundo, que posiblemente ocurra conjuntamente con lo anterior, que en la definición de las leyes, reglamentos y otras acciones necesarias para realizar el programa de la Nueva Mayoría, afloren las enormes diferencias que hay entre las posturas de algunos de los diferentes partidos que integran el conglomerado.

¿Necesitamos una nueva constitución?
La actual constitución –que ha sido modificada innumerables veces y en algunas de ellas en forma importante- nos ha servido bien. No obstante, hay aspectos de ella que me parece deben todavía ser reformados, como por ejemplo el sistema electoral. En cambio, tendría mucho cuidado con las modificaciones de los quórums calificados, que potencialmente pueden introducir una incertidumbre indeseable en nuestra institucionalidad.

¿Le preocupa que asuma un ministro comunista?
Sí, por lo que representan, a pesar de que me parece absolutamente legítimo que integren el gabinete dado que se han constituido de acuerdo a la ley. Los comunistas chilenos no se han renovado realmente y tienen una concepción de la democracia distinta a la nuestra, que es una democracia representativa, siempre con la posibilidad de alternancia en el poder. Ellos, en cambio, buscan la existencia de un régimen totalitario de partido único. Por eso no condenan los regímenes políticos de Cuba y Corea del Norte como totalitarios y solo los tildan de democracias diversas a las nuestras. Por su tendencia totalitaria ¿no debiera prohibirse la existencia del partido comunista, tal como lo fue en algunos períodos en el pasado? Probablemente no, porque siendo los comunistas relativamente pocos, no son realmente una amenaza a nuestra democracia.

¿Qué piensa del liderazgo de Camila Vallejo?
Camila Vallejo, Karol Cariola, Bárbara Figueroa, y Guillermo Tellier entre otras y otros, son líderes formidables. Tienen ideas claras, una estrategia bien definida, y gran habilidad política. Han logrado en un plazo muy breve un poder que excede en mucho el correspondiente a los relativamente pocos votos que tiene el Partido Comunista. Desde mi punto de vista es una lástima que tanto talento se pierda en pos de objetivos tan equivocados.

¿Se ha satanizado el lucro?
Sin duda se ha satanizado el lucro y eso puede llevar a incurrir en políticas públicas erradas. Toda empresa –sea productora de bienes o de servicios como la educación- necesariamente tiene que cubrir sus costos y uno de ellos es el del capital invertido. Si no se permite lucrar en el sector privado, no hay producción. Tan simple como eso. En el sector público el costo del capital –aproximadamente equivalente al lucro privado en un modelo con competencia- lo paga Moya, que no es otro que usted. Al prohibir, por ejemplo, el lucro en los colegios privados subsidiados, se tenderá a jibarizar la educación en esos colegios y a aumentar la demanda por educación en los colegios públicos. A Moya le subirán los impuestos, porque dichos colegios –por la falta de incentivos correspondientes- tienden a tener mayores costos de operación. En otras palabras, ese traslado de la oferta de educación termina siendo ineficiente.

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