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Opinión

18 de Marzo de 2014

Senador RN Francisco Chahuán: “La derecha corre el riesgo de volverse irrelevante en el parlamento”

“La Alianza no puede seguir siendo gobernada desde Las Condes”, asevera convencido el senador RN, Francisco Chahuán, el mismo que provocó que varios senadores de la Alianza se quejaran en privado por el desfile de dirigentes regionales que acude a su oficina en Valparaíso a tratar temas locales desde el año 2010, cuando el legislador […]

I.Toro
I.Toro
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“La Alianza no puede seguir siendo gobernada desde Las Condes”, asevera convencido el senador RN, Francisco Chahuán, el mismo que provocó que varios senadores de la Alianza se quejaran en privado por el desfile de dirigentes regionales que acude a su oficina en Valparaíso a tratar temas locales desde el año 2010, cuando el legislador asumió tras un sorpresivo triunfo sobre Joaquín Lavín en el que aplicó una técnica que no le ha fallado: mucha calle y más calle.

Chahuán, además de patiperro, es conservador, como el saliente presidente partidario Carlos Larraín, pero hoy, por esas cosas de la política, la agenda valórica no alcanza para garantizar el apoyo del financista de Renovación por una razón bien simple: el senador es reconocidamente cercano a Sebastián Piñera, y la promesa de Larraín es no dejar que el partido sea útil al ex Mandatario por lo que respalda a Cristián Monckeberg. Así es que Chahuán compite a contrapelo de la actual dirigencia de la que forma parte como vicepresidente.

-Fueron dirigentes regionales y populares los que me pidieron levantar una lista y estoy decidido a seguir adelante. Estamos armando una propuesta para una reforma de estatutos, que nos permita cambiar la declaración de principios por un decálogo, modernizar RN en suma.

¿Por qué eres mejor candidato que Monckeberg?
-Creo representar mejor el sentir de las bases.

¿Y qué sienten las bases de RN? ¿Están con Piñera?
-No se trata de ser o no partidario del Presidente. La alianza tendrá como mayor desafío en los próximos cuatro años mostrar estatura para volver a gobernar, cualquier posibilidad de volver al poder tiene como espejo la gestión de estos cuatro años de la que yo me siento orgulloso, entonces no es que las bases estén con Piñera, es que debemos defender nuestro gobierno.

Larraín fue bien crítico del Gobierno y tú fuiste parte de esa directiva.
-RN ya cumplió un ciclo. La directiva que se va fue tremendamente exitosa, para ponerse a disposición de un proyecto colectivo que fue llevar a uno de los nuestros a La Moneda, pero creemos que los plazos se cumplen y hay que buscar pasar de una alianza funcional a una programática, con reuniones permanentes, que actúe como bloque político.

Eso han tratado de hacerlo muchas veces.
-Durante los últimos años no se pudo hacer principalmente porque el presidente de la UDI, Patricio Melero, se negó a establecer una coordinación. Tampoco fuimos capaces de insistir en la idea originar de integrar a todos los movimientos de derecha al Gobierno. Si hubiera ocurrido eso, habríamos sido más fuertes electoralmente. El Presidente también tiene responsabilidad en esto porque no cultivó un buen vínculo con los partidos.

¿Y qué crees que hay que hacer para rearmar la derecha?
-Necesitamos levantar una oposición firme, carecemos de la fuerza de los votos por eso tenemos que tener convicciones firmes. La derecha corre el riesgo de volverse irrelevante en el parlamento, de que nos aplasten y de que nos convirtamos en una montonera. Por eso tenemos que ver qué oposición vamos a construir, por lo mismo propuse la creación de comisiones programáticas en los tres ejes del gobierno de Bachelet en reforma tributaria, constitucional y de Educación y tenemos también que generar un frente amplio con los centros de estudios del sector y los movimientos y centrarnos en defender la obra del gobierno porque se puede tratar de destruir el legado de Piñera.

Los más críticos con Piñera han sido figuras de RN como Manuel José Ossandón.
-Hay que ser muy cuidadosos del fuego amigo porque ese fue el que dinamitó la opción de continuar gobernado. No es el tiempo de caudillos y declaraciones estridentes, es tiempo de construir.

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