El trato privilegiado de Bachelet con Horvath, el senador que tiene la llave de las reformas estructurales

El viernes 21 de marzo, justo después de almuerzo, la Presidenta recibió en su despacho al senador Antonio Horvath. Sin llamar la atención de la prensa y durante una hora, ambos conversaron sobre los diversos temas en los que al ex RN y su nuevo partido, Democracia Regional, les interesa incidir dentro del trámite legislativo.

La cita estaba proyectada desde el 15 de enero pasado, cuando acompañado por el senador Carlos Bianchi y el diputado Vlado Mirosevic, el parlamentario se reunió con Bachelet. El objetivo de la última reunión en Palacio fue comprometer el apoyo a las reformas estructurales prometidas en la campaña presidencial.

El acercamiento es clave para que la Nueva Mayoría logre las transformaciones contenidas en el programa y una muestra más del alejamiento de Horvath del voto de oposición, algo que desde su ex tienda miran con total pesimismo ya que saben que él será la figura clave para el éxito del oficialismo.

La llave

“Conversamos de diversos temas y fue una reunión muy positiva”, dice Horvath desde Aysén al comentar el encuentro con la Mandataria. Afirma que está contento tras obtener la personalidad jurídica de la Fundación Regionalista, institución que estará al alero del partido que fundaron hace algunos meses con organizaciones sociales, ambientales y el senador Bianchi.

El parlamentario reconoce que las señales que ha dado el gobierno han sido buenas y espera contribuir con su voto en el Senado a dirimir el destino de las grandes reformas. “Sabemos que el voto es bastante importante, por eso queremos hacer una cosa que marque desde las regiones”, dice.

Al diálogo con Bachelet, Horvath ha sumado contactos con Pablo Badenier, ministro de Medioambiente, y Máximo Pacheco, de Energía. Nada raro luego de que uno de los aspectos fundamentales de su compromiso de “convergencia” con la Presidenta era la detención de Hidroaysén.

“Yo creo que de lo del comité de ministros es muy potente. Conversamos antes, durante y después con Pablo Badenier y es la manera legal de hacerlo: volver las competencias a los servicios públicos, no aprobar por parte lo que había hecho el comité de ministros el 30 de enero, y hacer las cosas dentro de la institucionalidad normal y también dentro de la legalidad. O sea, se está haciendo bien y se está cumpliendo el compromiso que tomó la Presidenta”, sostiene.

Aunque se apura en afirmar que hay que ver aún para dónde va el ministro, señala que las reuniones han sido pedidas por los propios secretarios de Estado, siguiendo la línea de instrucción que dio la Presidenta a sus colaboradores.

A Pacheco, por ejemplo, le entregó además un programa de energía elaborado por la fundación que incluye “de todo” y con el que esperan llevar adelante más reuniones de trabajo. Esta área es especialmente importante para el senador y por ella estaría dispuesto a apoyar la reforma tributaria de la Presidenta-, siempre y cuando una parte de ella también vaya al impulso de energías renovables no convencionales (ERNC).

Universidad para Aysén

Junto a Hidroaysén, el retiro de la “Ley Monsanto” y la creación de una universidad pública en Aysén son los otros temas que para Horvath pueden inclinar la balanza a favor de las reformas.

De hecho, el próximo jueves se reuniría con el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, para conversar sobre la reforma educacional y abordar la concreción en su región de una de las dos universidades públicas prometidas en el programa de gobierno -la otra es para la región de O’Higgins-, entre otros temas.

“Nosotros como Democracia Regional lo que queremos es que no sólo sea de gratuidad y calidad, sino que queremos romper este modelo centralista y concentrador. De paso empoderar a las regiones, meterse en los currículums y otras cosas. Esa es la idea”,  recalca.

La semana pasada Horvath y los demás parlamentarios de la región se reunieron además con el Subsecretario de Desarrollo Regional, Ricardo Cifuentes, en el marco de una gira para establecer grupos de trabajos para las zonas extremas, donde según el parlamentario, también se tocó el tema de la futura universidad aysenina.

Junto a eso, el senador aclara que además es partidario de una nueva constitución a través de una Asamblea Constituyente, algo que deja aún más hundidas las pretensiones de la Alianza de convencerlo de no apoyar esta medida.

“Eso es la posición de ellos y es respetable, pero yo todavía siendo militante voté por una reforma constitucional. De hecho, en la última reforma constitucional, la de Ricardo Lagos, que se hizo con el Congreso Pleno, lo hice diciendo que no era suficiente. Yo vengo transmitiendo esto hace rato porque además soy partidario de una asamblea constituyente”, afirma.

La batalla perdida

Mientras, en la derecha, hay certeza de que en dos de las tres reformas que ha propuesto la Nueva Mayoría -la Tributaria y la de Educación- los votos del sector en la Cámara son irrelevantes y que sólo en el Senado se podría poner atajo a cambios estructurales en estas dos áreas. “Pero ahí está Bianchi y ahora Horvath”, recalca una alta fuente de Renovación.

En este sentido, apunta a que, tras las gestiones para retener al parlamentario en el partido durante este verano, no se ha iniciado una ofensiva para conseguir que vote con la Alianza, pero que hay interés en abrir el diálogo, aunque quien tiene mejor sintonía con Horvath en el Senado es Lily Pérez, quien hoy está en Amplitud pero que responde, afirman estas fuentes, al ex Presidente Sebastián Piñera “quien tampoco está por desarmar el modelo, así que es probable que vote con nosotros y trate de amarrar a Horvath, pero no sabemos qué va a pasar”.

En el gobierno de Piñera, el voto decisivo , tal como lo fue en la administración de Michelle Bachelet, fue del senador Bianchi, quien siempre mantuvo el suspenso sobre sus resoluciones hasta la hora de sufragar en el Senado. Las expectativas hoy están puestas en su compañero regionalista, más dado a establecer compromisos previos.

En la UDI aseguran que tanto Bianchi como Horvath tienen incentivos poderosos para cuadrarse con Bachelet. “El tema de parar Hidroaysén es importante para Horvath y los dos están interesados en la Universidad regional. Frente a eso, es poco lo que se puede hacer”, comenta un parlamentario gremialista.

En la Alianza recalcan que este será un periodo muy complejo para la derecha ya que el único proyecto que pueden frenar por quórum es el de Reforma Constitucional. En los demás, admiten, sólo les queda mirar y esperar que sea la DC la que ponga reparos al Programa de Gobierno.