Sociólogas y acoso callejero: “La idea es que se detenga al agresor, y que ojalá llegue Carabineros”

Fotografías de Nicolás Aros

“Tengo 12 años y tuve una experiencia de acoso callejero. Fue un día que venía del colegio, iba caminando por la calle y pasó un hombre manejando que me gritó: ‘Te chupo las tetas’. Yo quedé desde ahí muy asustada. También muchas veces cuando voy por la calle con shorts y polera, o con cualquier prenda, pasan señores en camiones y me silban, me gritan rica, etc…estoy aburrida de eso, cada vez que salgo me gritan. ¡¡Tengo 12 años!! y ellos son unos viejos, más encima cerdos. Yo me visto para mí, no para ellos”.

Esta es una de las casi 50 experiencias personales que se encuentran en la página de Facebook del Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC). La iniciativa fue creada por María Francisca Valenzuela, quien en conversación con The Clinic Online, se refirió a las motivaciones que tuvo para comenzar con este proyecto, y los planes que se tienen a futuro para concientizar a la ciudadanía de que existen ciertas conductas que son un tipo de violencia de género y de transgresión a la mujer.

¿Cuándo y por qué surge la iniciativa de crear este espacio?
– Surge en noviembre a raíz de que consideramos que el acoso callejero es una forma de violencia de género que no es visibilizada. Por esto, convoqué a un grupo de amigas, todas sociólogas, y comenzamos a trabajar para dar a conocer el problema.

¿Cuál es el principal objetivo que tienen como organización?
– Visibilizar el acoso callejero, porque ni siquiera es visto en el país como tal, y segundo, combatirlo a través de estrategias educativas culturales. Al largo plazo, queremos pelear por una ley que se haga cargo del problema.

¿Cómo definirías el acoso callejero?
– La definimos como una violencia de género que es sufrida principalmente por mujeres. Aquí, la persona no tiene ningún vínculo con este agresor, y no lo va a tener nunca. La violencia va desde piropos que pueden ser considerados halagadores o groseros, hasta punteos, o masturbación pública. Son todas las formas de transgresión a la mujer que tienen una connotación sexual directa no deseada por la víctima. Hablamos de violencia, porque genera impactos sicológicos negativos como vulnerabilidad, miedo y vergüenza.

¿Qué estrategias usarán para transmitir este mensaje a las personas?
– Queremos hacer actividades con establecimientos educacionales, estamos trabajando con artistas y hemos organizado eventos. Todo esto para difundir estrategias de acción, como por ejemplo, qué hacer en estas situaciones de acoso callejero. En el fondo, buscamos que se empiece a rechazar esta práctica y que la gente tome conciencia a través de la información que les vamos a entregar.

Algunos comentarios del FanPage indican que es una exageración calificar estos “piropos” como acoso, ¿Qué les respondes a ellos?
– Esta práctica está exageradamente naturalizada, entonces no somos capaces de verla como un problema. Es primera vez que se está diciendo, como organización, que las mujeres no desean este tipo de prácticas, y si una mujer no lo quiere, no tiene por qué estar obligada a someterse a esto. Es así como deja de ser exagerado, porque es una transgresión a la mujer.

¿Cómo aconsejarías que fuera la reacción de estas mujeres, que muchas veces son menores de edad, al momento de escuchar comentarios de este tipo en la calle?
– Si una mujer no quiere escuchar esto, debe decirle a la persona que no desea este comentario, siempre y cuando esté en un espacio acompañada. Si le pasa algo más grave, y tiene un contexto seguro y no está sola, que denuncie o avise al resto. En el metro tienen teléfonos donde tú puedes avisar. La idea es que se detenga al agresor, y que ojalá llegue Carabineros.

A partir de los comentarios que han recibido en el FanPage, ¿han podido determinar algunas estadísticas?
– La única estadística que manejamos es la sistematización de las experiencias personales que nos han llegado a Facebook. Estas son cualitativas y sacamos datos respecto de los abusos graves, como exhibicionismos, tocaciones o comentarios muy groseros. El promedio de edad que eligen los agresores es de los 13 a 16 años, lo que da a entender que tienen clarísimos los focos de mayor vulnerabilidad.

¿De qué forma esperan que el Gobierno apoye la iniciativa?
– Queremos que se identifique como una forma de violencia, ya que actualmente este tipo de conductas se amparan bajo el artículo del Código Penal que sanciona las ofensas contra la moral y las buenas costumbres. Por lo general, este tipo de denuncias no llegan a nada, y es por esto que se practica con tanta libertad, porque no hay sanción.

Escolares, uno de los focos más vulnerables

Las estudiantes son quienes se ven mayormente afectadas por este tema, de hecho hace unos días formalizaron, por ofensas al pudor y a las buenas costumbres, a un hombre de 51 años por fotografiar bajo la falda a escolares en el metro de la estación Plaza Egaña. La sanción que recibió fue la prohibición de acercarse a la menor de edad durante el periodo que dure la investigación.

Debido a situaciones como estas, es que OCAC ha querido centrarse principalmente en este sector de la población y dar a conocer la problemática.

¿De qué trata la campaña centrada en escolares que están realizando?
-Lanzamos una campaña fotográfica y un video, porque la idea es tomar conciencia, ya que las escolares son uno de los focos más vulnerables. A esto se suma el trabajo en colegios, para que los docentes comiencen a tratar este tema y lo difundan. No es culpa de la mujer, ni del uniforme, ni de la falda. Agresor es agresor y hay prácticas que se pueden denunciar. Consideramos que los establecimientos educacionales son un espacio óptimo para empezar a hacernos cargo de esto.

¿Qué proyectos tienen para el futuro?
-A partir del 30 de marzo haremos algunas actividades por la Semana Internacional Contra el Acoso Callejero y organizamos una cicletada, ya que los ciclistas también son un foco bastante común de acoso. Además, repartiremos información respecto al tema.

“Basta de acoso callejero”, el primer video de OCAC