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Mundo

1 de Abril de 2014

Conflicto sirio ha provocado 150 mil muertes en tres años y entra a lista de guerras más sangrientas

El conflicto sirio se ha convertido ya en una de las guerras más sangrientas del siglo XXI tras rebasar los 150.000 muertos, un tercio de ellos civiles, desde su inicio hace tres años, según los datos publicados hoy por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. De acuerdo a los datos de esta organización, con sede […]

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El conflicto sirio se ha convertido ya en una de las guerras más sangrientas del siglo XXI tras rebasar los 150.000 muertos, un tercio de ellos civiles, desde su inicio hace tres años, según los datos publicados hoy por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

De acuerdo a los datos de esta organización, con sede en el Reino Unido, al menos 150.344 personas han fallecido, entre las que hay 51.212 civiles -7.985 menores y 5.266 mujeres-, desde que se registró la primera víctima mortal el 18 de marzo de 2011.

Los opositores armados sufrieron al menos 37.781 bajas, varias de ellas de combatientes extranjeros; mientras que los leales al régimen perdieron al menos 58.480 efectivos, entre los que también figuran milicianos de nacionalidad no siria.

Al cómputo se suman 2.871 personas cuya identidad no se ha podido esclarecer.

Cada varios meses, el Observatorio, dirigido por el activista sirio Rami Abderrahman, difunde su propio recuento de víctimas, que se basa en unas 5.000 fuentes en el interior del país, que incluyen a 230 activistas sobre el terreno.

El propio Abderrahman ha descrito el método de su organización como “observar, documentar y publicar”.

Para verificar las víctimas de la oposición, el Observatorio cruza los datos de hospitales, vídeos y activistas en el interior de Siria, mientras que para el bando gubernamental consultan con médicos de centros sanitarios militares, activistas alauíes (secta a la que pertenece el presidente Bachar al Asad) y fuentes oficiales.

El pasado enero la ONU anunció que dejaba de publicar el saldo de víctimas por la imposibilidad de comprobar las cifras.

Los últimos datos del organismo internacional se remontan a agosto pasado, cuando su secretario general, Ban Ki-moon, informó de que el número había rebasado los 100.000, aunque esta cifra se fundaba en estimaciones hechas sobre un informe publicado en junio.

Existen también otras organizaciones que elaboran su propio recuento como el Centro de Documentación de las Violaciones en Siria (VDC), que lleva registrados ya 91.847 fallecidos, aunque solo computa las víctimas de las que dispone su nombre completo, la fecha de su muerte y el lugar en que perdieron la vida.

Por su lado, el grupo conocido como los Mártires Sirios no solo cuenta los muertos, sino que también hace estadísticas en las que los clasifica por provincias, la forma en que fallecieron o por su nacionalidad.

De hecho, de acuerdo a esta organización, el mayor número de extranjeros fallecidos en Siria fueron palestinos (746), seguidos de saudíes (73) y jordanos (69).

Resulta complicado comparar los muertos en Siria con otros conflictos, como Irak o Afganistán, por la ausencia de datos oficiales.

Aun así, la cifra de fallecidos en territorio sirio podría ser ya superior a la de Irak, donde hubo 162.000 bajas desde la invasión de las tropas estadounidenses en 2003 hasta su retirada en diciembre de 2011, según la organización Iraq Body Count.

En Afganistán, no hay una estimación total desde el comienzo del conflicto en 2001, ya que distintos grupos ofrecen datos anuales, aunque no siempre desde el inicio de la guerra.

Como ejemplo, el último informe de la misión de la ONU en Afganistán (UNAMA), que empezó a documentar los fallecidos en el Estado asiático en 2007 y que calcula que al menos 17.500 civiles han perecido desde este año hasta 2013.

La publicación del número de muertos en el conflicto sirio se produce poco después de que se cumpliera el pasado 15 de marzo el tercer aniversario de su comienzo.

A fecha de hoy, no hay visos de que esté cercano el fin de esta guerra civil, con implicaciones regionales.

El régimen sigue fuerte en Damasco y recientemente ha conseguido expulsar a los rebeldes de la estratégica región de Al Qalamún, desde donde puede cortar los suministros que llegan desde el Líbano y el norte del país a los insurgentes en la periferia de Damasco.

En la actualidad, la principal batalla se libra en Latakia, feudo tradicional del régimen, donde los opositores lanzaron una ofensiva hace poco más de dos semanas tras ser derrotados en Al Qalamún.

Después de lograr algunos avances y tomar el puesto fronterizo de Kasab, entre Latakia y Turquía, el Ejército asestó ayer un golpe a los rebeldes al recuperar el control de un monte estratégico próximo a la frontera.

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