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Opinión

7 de Abril de 2014

La UDI se atrinchera y opta por no transar en ningún “parrafito” de las reformas

Según consignan altas fuentes de la colectividad, la determinación de atrincherarse en los principios de la derecha dura -dejando atrás la política de conseguir acuerdos para aparecer en “la foto”- fue adoptada tras la constatación de que es imposible imponer, como ha sido tradición en las últimas décadas, la letra chica de los proyectos porque en sufragios en la Cámara de Diputados y en el Senado, la Alianza hoy es, admiten en el gremialismo, “irrelevante”, “prescindible”, “innecesaria” para conseguir los quórum.

I.Toro
I.Toro
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Durante las últimas semanas en las reuniones de estrategia comunicacional de la UDI, en las de mesas directivas y en las comisiones políticas ha estado en discusión el rol que debe asumir el partido como oposición al gobierno de Michelle Bachelet y aunque en un principio se debatió la posibilidad de buscar acuerdos con el Ejecutivo, altas fuentes del partido aseguran que se optó por una vía distinta: decir No a las reformas emblemáticas del Gobierno, sin negociar un ápice de ellas y presentar proyectos alternativos en las dos propuestas de la administración que la derecha no puede bloquear en el parlamento: las reformas Tributaria y de Educación.

Según consignan altas fuentes de la colectividad, la determinación de atrincherarse en los principios de la derecha dura -dejando atrás la política de conseguir acuerdos para aparecer en “la foto”- fue adoptada tras la constatación de que es imposible imponer, como ha sido tradición en las últimas décadas, la letra chica de los proyectos porque en sufragios en la Cámara de Diputados y en el Senado, la Alianza hoy es, admiten en el gremialismo, “irrelevante”, “prescindible”, “innecesaria” para conseguir los quórum.

Frente a esto, comenta un parlamentario, había dos caminos: subirse de todos modos al carro de los cambios, buscando modificar algunos “parrafitos” de las propuestas de Bachelet; o presentar alternativas en el Congreso que representaran a la derecha en asuntos como Educación donde el partido está por “fomentar y no restringir el emprendimiento privado”. “Como UDI nos vamos a quedar con defender nuestras ideas, que pueden no ser hoy las más populares, pero que sí representan a nuestros electores. No vamos a ser cómplices activos o pasivos de modificaciones que creemos que perjudican al país”, argumenta.

Un histórico del partido agrega que tiene “cero ganancia” el hacerse parte de las reformas ya que “no representan la visión del partido de lo que le hace bien al país”. “Subir los impuestos, por ejemplo, suena bien para algunos que no saben que quiénes terminan pagando los impuestos son ellos mismos, ya sea porque se hace imprescindible encarecer los productos o porque perjudica la inversión y el empleo, entonces decir eso así, que es decir lo que pensamos, debe primar por sobre llegar a arreglos que sólo le sirve al que gobierna para decir después: nadie puede criticar que se haya estancado el crecimiento porque ustedes fueron parte de este proyecto”, agrega.

NO, NO Y NO
La primera señal pública del camino elegido por la UDI ocurrió el lunes de la semana pasada cuando el presidente del partido, Patricio Melero se restó, a diferencia de su par de Renovación, Carlos Larraín, de la ceremonia en que Bachelet dio a conocer la reforma. La ausencia fue un signo de los nuevos tiempos en el gremialismo: la era inaugurada por Joaquín Lavín a fines de los ’90 donde los temas ideológicos de fondo se escondían bajo el concepto de “los problemas que realmente le importan a la gente” quedó definitivamente atrás.

“Cuando no estás en el Gobierno y quien fue elegido tiene las mayorías para hacer lo que se le antoje, entonces se hace imprescindible tomas definiciones de fondo. Si no vamos a influir en el debate, pues no tenemos por qué sentarnos a debatir. Mostremos lo que nosotros pensamos, hagamos ver las diferencias”, plantea un asesor gremialista.

En esta línea, acota, es probable que la colectividad esté sola, porque Renovación Nacional, Amplitud y Evópoli son más proclives a buscar consensos, algo que ya se vio en la discusión de la posible interpelación al titular de Interior, Rodrigo Peñailillo, que la Alianza en pleno rechazó y que la directiva UDI ordenó llevar adelante a todo evento.

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