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Opinión

16 de Abril de 2014

Carta abierta a Paul Enault, el francés indignado con la porteña del “no se preocupe, señor turista”

El compositor chileno residente en Francia Muñoz Bravo nos envió una carta en repuesta a la crítica que hizo el turista francés Paul Enault a la porteña María José Blanco Contreras, quien en tono irónico, manifestó su desdén por el abandono que sufre Valparaiso y su gente, a partir de la constatación de que algunos extranjeros preguntan si el incendio afectó los lugares más “reconocidos” de la ciudad.

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Señor Enault,

Quisiera saludarle amistosamente. Yo vivo en su país y estoy muy agradecido de lo que este me ha dado, pero déjeme plantear mi molestia por la respuesta que usted ha enviado a la señora María José Blanco Contreras.

De mi punto de vista, su respuesta es sencillamente horrible. Agradezco su procupación por mi país y también que ame a mi tierra, pero sepa usted que la carta de María José Blanco Contreras no está dirigida especificamente a usted, ni a su nacionalidad, ni a su país. Esta carta es el reflejo de la rabia de un pueblo olvidado por sus autoridades, de un pueblo que se estima en cifras y no el solidaridad, ni menos aún en amor. De un pueblo sumido en deudas, que no tiene las mismas vacaciones que usted, ni menos aún la capacidad financiera que le pemitiría ver los maravillosos sitios historicos de su país y del mundo entero, al mismo tiempo que la pobreza de estos. Sin afan de ofenderlo, quisiera decirle que: no por venir del primer mundo se es mejor; no por haber estudiado en una “Universidad”, o por haber visto la Tour Eiffel, se tiene derecho a ningunear a Maria José Blanco Contreras. Ella expresó un pensamiento que concierne al mismo tiempo al turista Chileno, al que se saca fotos frente al mar de ese maravilloso puerto, pero que no es capaz de solidarizar con el hermano de su propio pueblo. Indirectamente, la carta de María José se dirige también al gobierno Chileno, al que explota la foto postal de Valparaíso, pero que no es capaz de sacar a su pueblo de la pobreza.

Yo soy compositor de música, vivo en Francia y mi novia es una maravillosa Francesa, quien jamás habría escrito una carta con el caracter colonialista que usted aplica en la suya. Yo he visto varios de los lugares que usted menciona, pero también he tenido la suerte de haber visto (en calidad de turista) la belleza y la pobreza de otros sitios Europeos y puedo decir que: Las diferencias sociales no son comparables con las de Chile, donde los empresarios lucran con la desgracia del pobre; donde los políticos llenas sus bolsillos con el dinero que pagan todos los trabajadores; donde ambos, políticos y empresarios son la misma cosa, son quienes comen y beben gracias al dinero fiscal, mientras otros se baten por un pan, llegando incluso a robar para subsistir, porque es la realidad que han visto en su entorno, la herencia de sus padres y de sus abuelos, quienes fueron igualmente oprimidos por las castas sociales superiores desde el origen de esta tierra llamada Chile o Chili.

Efectivamente, los turistas (incluido los Chilenos) podrán seguir sacando fotos de las casitas pintorescas del puerto y comiendo chorrillanas en los lugares turísticos, pero sería bueno que algún día comieran junto a quienes lo perdieron todo, o junto a los eternos pobres de Valparaiso, para que entiendan el por qué se escriben “cartas desprovistas de cualquier talento por la ironía y erróneas en su propósito desde el título hasta el punto final”.

Quisiera aclara que el señor Enault que el turista latino es sumamente mal mirado por la policia Europea, lo opuesto a lo que ocurre con el turista Europeo o Norte Americano en Chile. Cuando el latino entra en Europa, se le trata como ladrón o narcotraficante. Cuando el turista latino de piel morena viaja a lo largo de Suiza, se le pide el pasaporte y se le revisa el equipaje, porque es un potencial narcotraficante. Pero si el del lado tiene la piel blanca, no se le pide nada, ni se juzga su origen, aunque también podría ser un turista. Señor Enault, no se mire el ombligo, menos aún si ha visto la realidad de mi país. Si le preocupa tanto, pongase usted el “jeans” y vuelva a mi país para yudar a mi gente y no para criticarla por no haber recibido la misma educación que usted, por no saber escribir con fundamentos sociológicos, como lo podría hacer usted. Viaje a ver el puerto que tanto le inquieta, porque a mi no me alcanza el dinero para comprar un pasaje de avión que me permitiría ver a mi familia que vive ahí, en el maravilloso puerto de Valparaíso.

Javier Muñoz-Bravo,
Compositor

Estrasburgo-Francia, 16 de abril del 2014.

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