Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Opinión

25 de Abril de 2014

Sebastián Silva, cineasta: “No quiero que mi película esté como gay movie en una tienda”

A sus 35 años, Silva ha rodado seis películas. La primera fue “La Vida Me Mata” (2006) luego vino “La Nana” (2009) con la que ganó el premio a la mejor película en Sundance, después “Gatos Viejos” (2010) junto a Pedro Peirano, le siguieron “Magic Magic” (2013) y “Crystal Fairy & el cactus mágico” (2013) con la que volvió a ganar en Sundance esta vez como mejor director. Su voracidad por filmar es proporcional a su ansiedad existencial que de vez en cuando lo carcome en su departamento en Nueva York. Como una “especie de ola metafísica” dice que siente y que calma con ejercicios. En su viaje a Chile para estrenar "Crystal Fairy & el cactus mágico", le parece raro hablar del movimiento estudiantil o de política, tampoco le quita el sueño su homosexualidad. “Ser gay no es tema”.

Andrea Moletto
Andrea Moletto
Por

foto: alejandro olivares

Hoy se estrena en Chile “Crystal Fairy & el cactus mágico”, producida por Fábula y protagonizada por el actor canadiense Michael Cera, -Juno (2007), y la serie “Arrested Development”- la norteamericana Gaby Hoffmann y los tres hermanos de Sebastián: Agustín, José Miguel y Juan Andrés. La película es el viaje de unos jóvenes al norte de Chile que van en busca de un San Pedro. La noche antes de partir, se une a la travesía Crystal Fairy, una chica pseudo esotérica e intensa que transforma la experiencia en algo más. Basada en un viaje real de Sebastián fue filmada en apenas doce días.

Hay escenas de la película que me dieron mucha risa, como la escena de la caca.


-¡Ah no, qué asco!

¿Pero por qué la hicieron?


-Porque filmamos en la casa de Pedro, un amigo mío. De hecho yo estaba viviendo en esa casa antes de hacer la película y ese water como que te hacía el loop y el mojón volvía como para humillarte.

Ahora entiendo.


-Se te ocurre cuando pasa, porque en la película los diálogos eran improvisados y aunque estaban escritas las acciones, tampoco eran tan detalladas. Era como: ya, en la fiesta Jamie conoce a Crystal y Champa. Champa se apesta y Jamie consigue cocaína. Pero ahí se me ocurrió altiro y era como: que Jamie vaya al baño súper jalao y que cague justo después de unos jales medios penca, y el mojón vuelve.
En Estados Unidos una vieja preguntó si era común que los water en Chile no funcionaban. Pensaba que los water en Chile no eran buenos.

-Ja, ja, ja… Lo otro es que la mina, Crystal Fairy, al principio me dio mucho mono. ¿Será algo de mina? ¿A los hombres les pasa?


Creo que la perdonan un poco más que las minas. Pero ¿qué te daba monos?

Cómo hablaba, la cosa esotérica, lo buena onda, que no se depilara, que anduviera pilucha…Todo. 


Yo creo que a los gallos no les importa tanto como a ti. Pero igual el personaje está diseñado para que cree anticuerpos, para que tú puedas identificarte con Jamie. Como que de jalao y de volao se embaló y la invitó al viaje y después se dio cuenta de que la había cagado y el hueón se transforma en un conchasumadre. Pero los gringos normalmente odian mucho más a Jamie que a ella. Es como: “he is a dick”. Pero había un plan de que quién te caía peor, quién es más apestoso, si ella o él.

-El personaje de Jamie, un neurótico y obsesivo, pensé que se parecía a ti. 


Sí, en todas esas cosas sí. Tiene una cuestión que me pasa a mi y es como que siempre estoy pensando en lo que viene después de mi presente. Como que nunca estoy satisfecho con lo que está pasando en el presente, sino que estoy esperando lo que venga.

-Claro, ansiedad, eso te lo dice tu terapeuta me imagino.


Sí po, obvio. Varios me lo han dicho. Una impaciencia, ansiedad, todo lo mismo. Pero uno aprende a vivir con eso también. Como que igual ahora hago unos ejercicios de respiración. Hago meditaciones, pero en todos lados. Trato de estar constantemente trayéndome al presente.

-¿Pero no tomas ni una pastilla?
No.

-Entonces estas bien.


Sí, o sea, pero no tanto porque también uno tiene como pensamientos suicidas, no sé po, estai como medio loqueando, pero también convives con eso.


-¿Pero sufres?


Sí, sufro y un poco mi vida se trata de entender el sufrimiento o transformarlo, pero sí, principalmente cómo entenderlo, asimilarlo, pero igual vivo con ene humor y como que me doy cuenta de que no estoy tan mal cuando interactúo con otra gente.

-Que está peor.


Claro. Osea no sé, yo estoy en mi casa y como que me quiero suicidar. Y después salgo al metro y como que estoy bailando en el metro con una canción y veo gente que está con cara de pico esperando el metro y como que siento que a pesar de que me gustaría morir, como que igual estoy más feliz que ellos. O me junto con gente y como que puedo ser más positivo, que puedo iluminar a la gente, no sé cómo explicarlo.

-Tú que haces lo que quieres, vives en Nueva York, tienes 35 años y has hecho seis películas… ¿Por qué podrías sufrir?


Yo creo porque es muy fácil que las cosas pierdan sentido también. Creo que me aburro rápido. Me gusta ene callejear y con gente, como que me tranquiliza. Pero estar en mi casa escribiendo una película y escuchar el refrigerador, me da angustia.

-Estar solo.


Sí, estar solo. Parece que eso me hace pico. Pero a veces no.

-En Nueva York la gente es mucho más sola que acá ¿o no?
No tanto. Porque allá hay mucha gente sola. En Santiago es peor.

-¿En términos de soledad?


Sí, porque la gente tiene familia y se aísla demasiado rápido. Allá está demasiado más lleno de solteros gay, o no gay, que están haciendo una hueá parecida. Hay demasiados casos más similares al mío. Y es una ciudad donde es muy fácil conocer gente. Santiago es pelúo, como que salí a la calle y no conocí a nadie.

-¿Vives con pareja?


No. Estoy soltero hace dos años.

-¿Echas de menos vivir en pareja?


No sé si vivir en pareja, pero tener pareja, sí. Pero también altiro te acordai de las cosas que no te gustan de tener pareja.

-¿Cuando estás en pareja eres muy competitivo?


Parece que no. Por suerte he sido muy seguro de mí mismo en mi trabajo, en mi profesión y en las cosas que he hecho nunca he sentido que necesito la opinión de nadie. Pero emocionalmente soy mucho más inseguro, mucho más ansioso, tengo muchas más barreras. Pero en la pega siento que como estoy bien encaminado no me importa tanto, no quiero hacer cosas más grandes y si resultan más grandes bacán, pero no tengo una ambición profesional, no me importa tanto el trabajo.

-¿Cómo no te importa el trabajo? No te entiendo.


Vivo pensando en eso, pero no es algo que me conflictúe. Si voy a una reunión con un estudio grande, nunca estoy nervioso. Nunca estoy nervioso con un estreno ni cuando voy a rodar una película, no me produce nada de ansiedad el trabajo.

-¿Qué es lo que te produce ansiedad?


Conocer a alguien.

-El amor, el sexo.


Sí, todas las hueás relacionales. También me produce ansiedad la ansiedad misma. Ahora último estaba haciendo unos ejercicios cuando empiezo a sentir ese vacío, y la soledad, y pienso ¿por qué escribo esto? ¿para qué otra película? ¿para qué repetir? Como la hueá de cuestionarse. Hoy día mi dentista me dijo que encontraba que las mujeres hacían mucho eso. Él me decía: “Nosotros los hombres hacemos la hueá y ya”. Y yo me sentí una mujer heavy. Sentí una vagina entre mis piernas. Yo vivo en esa pregunta constante.

-¿Y estar en pareja no te ayuda con eso? 


No sé, son hueás un poco separadas. Pero claro, pero bueno a lo que iba, cuando me empiezan a pasar esos episodios tengo unos ejercicios meditatorios medios como chileworks. En que si por ejemplo estoy escribiendo y empiezo a cuestionarme, en vez de seguir trabajando, me paro en la mitad de mi living como por veinte minutos dejando que la ansiedad realmente me abrace, como un tsunami de ansiedad y respiro y se crea un vacío demasiado profundo y ruidoso y al final pasa. Y es muy raro, que no sé qué es esa ansiedad, no sé de dónde viene, una hueá atávica o como una especie de ola metafísica que hay que dejar que pase nomás.

-¿Eso te pasa?


Sí y vuelvo a escribir, o me da risa también. Como que ya, tú haces tu película, ya igual entretenido, pero en verdad no importa. Pero también qué importa, filo. No importa nada.


No vas a cambiar el mundo ¿es eso?


-Sí, un poco.

No eres Michelle Bachelet.


-No soy.


¿O quieres ser la Bachelet?


-Quizás por un día, para ver qué se siente tener tetas, jajaja…

-¿Y en Chile te sientes especial?
Es sentirse especial por una hueá como de números, de estadística que a nadie le importa. El otro día estaba en Nueva York y había un póster de la nueva película de Scorsese, “The Wolf of Wall Street” demasiado taquillero, pero justo alguien había escrito con un lápiz a pasta en la cara de DiCaprio: Who cares? Y es verdad, ¿a quién le importa? Osea, ya Scorsese toda la hueá, pero después pasa un mes y a todo el mundo se le olvidó.

-Quizás por eso tu haces tantas películas. Tienes claro que se combustionan rápido.


Ya aprendí a hacer películas y puedo hacerlas y se me ocurren ene películas todo el rato, pero las hago porque si no no sabría qué hacer conmigo.

¿Te gustaría ser parte del planeta Oscar?
El planeta Oscar no me quita el sueño nada. Te mentiría si no me gustaría ganar un Oscar porque obvio que ganai demasiada plata y podí hacer lo que querai después. Entonces, idiota decir que no. Pero nunca pienso en los Oscar, nunca, solamente cuando tú me preguntai. Y estaría buena también, no sé, un acto terrorista en los Oscar estaría muy bacán. Imagínate que desaparezcan todos los actores de Hollywood que existen ahora. Le haría muy bien al cine. La industria está tan basada en las caras, que quedaría la cagá. La gente empezaría a mirar historias.

LO CHILENO

Dices de ti mismo que eres “culturalmente bastardo”, que tienes una relación con lo gringo súper amable, pero cuando uno ve tus películas, son súper chilenas. ¿Cuál es tu relación con lo chileno?

-Culturalmente bastardo yo me refiero a los imput culturales y no existenciales. Porque yo igual viví acá y sigo viniendo. Tengo amigos y familia. Entiendo demasiado bien la idiosincrasia chilena, pero no crecí escuchando a Violeta Parra, crecí escuchando a Whitney Houston, a eso me refiero con la cultura que absorbí.
Ahora, no me cuesta tanto o he sido lo suficientemente observador para descubrir y poder retratar las experiencia que viví en Chile, como tampoco me cuesta tanto retratar lo que vivo en Estados Unidos. Hice una serie que era de una mina que estaba buscando pega en Nueva York, que es muy gringa.

¿Nunca has reflexionado sobre lo chileno? Porque ya llevas seis películas y me imagino que en algún momento uno mira su obra.
Hago y me olvido de la película, pero yo creo que tiene que ver con ser muy ignorante con respecto a la historia de mi país. Nunca me sentí chileno, pero tampoco me siento gringo.

-Pero te das cuenta que lo que hay en tus películas es muy chileno.
-Sí. Absolutamente, tiene ingredientes y escenarios que son pertenecientes la geografía de Chile y su idiosincrasia, pero son temas que se entienden en todas partes del mundo.

LA AGENDA GAY

-Y con el tema gay, te da lata tener que hacerte cargo políticamente de una postura, de representar alguien o algo.
-En mi cine la gayitud ha estado presente bastante, pero no quiero que mi película esté como gay movie en una tienda de DVD, prefiero que esté en la sección drama. Y sí, sucede que hay unos personajes que les gusta el pico o la zorra, pero la película no es de esa temática. No me opongo hacer una película que se trate de eso. Escribí una que estoy tratando de hacerla, “Nasty Baby”, que se trata de una pareja gay que tiene una amiga y los tres están tratando de tener una guagua, pero es mucho más de cómo va a nacer la guagua, que el rollo si debería nacer la guagua o no. No me interesa convencer a nadie que somos iguales, porque no pienso que somos iguales. La gracia está en que somos diferentes. Me carga eso de tratar de convencer a los heterosexuales de que somos como ellos en términos sexuales.

Pero cuando uno habla de igualdad, habla de derechos.
-Pero es un poco confuso usar la palabra igualdad porque lo que hay que aceptar es la diferencia, más que trata de igualar a la personas. Quizás debiera tener la colita de igualdad de derechos. Es confuso eso de la igualdad.

¿Qué es confuso?
Eso de estar diciéndole a todo el mundo que los gay somos iguales a los hetero, porque en términos de derechos sí, pero la verdad es que no somos. No nos podemos casar, osea hay que pedir igualdad, no hay que decir que somos iguales, porque no somos.

¿Te importa que haya igualdad de derechos?
-¡Sí, po! ¡Obvio! Lo encuentro súper necesario en términos prácticos. Para mí la institución del matrimonio está demostrada que está un poco fracasada y no me interesa nada la Iglesia al revés, no me interesa casarme por la Iglesia, no quiero tener nada que ver con la Iglesia..

Por el civil, ¿te casarías?
-Depende de lo que me ofrezcan. Osea si puedo tener el seguro médico de mi pareja y eso, sí, pero no me quiero casar como se casan los hetero.

Todavía no entiendo cuando haces una diferencia con los hetero, ¿cuál es la diferencia?
-Que a los hetero les gusta la zorra y a mí el pico. Es la única diferencia… Pero volviendo al tema de mis películas, como mis películas se tratan mucho de mis experiencias personales, por supuesto que está lo gay, especialmente en “Nasty Baby”. Pero es una película que se acaba y no te acordai que había una pareja gay.

¿Es a propósito?
-Es a propósito, porque encuentro que ser gay no es tan tema, entonces que hayan hueones gay o no gay en una película es secundario no es tan importante.

¿No es tema ser gay?
-Trato de que no, pero siempre te topai…

… con gente como yo que quieren hablarte de eso.
-Igual se entiende, es tema, sigue siendo tabú y hay mucha gente que está siendo asesinada en África por ser homosexual y en Rusia la represión es fuerte.

¿Te has sentido interpelado por tener que tener una posición política sobre la causa homosexual?
-Sí, me ha pasado y apoyo la causa. Pero tengo mis teorías también…Siento que hay un trauma genital en la gente, cachai.

¿Qué es eso?
-Es cuando una persona heterosexual se perturba con una pareja gay. Creo que la homofobia está súper basada en un shock genital. Si le presento a cierta gente a Sebastián y su pololo, al tiro en su mente hay un pico en un hoyo metiéndose y saliéndose; un pico y un hoyo con unas bolas con pelos…

-Jajajaja…¿Pero qué le pasa a esa gente? ¿Se calientan? ¿Creen que se los van a violar?
-No, yo creo que se imaginan esos genitales y les da miedo, rechazo. “¡No qué asco!” Creo que a muchos homofóbicos les dan asco los gay. Asco, esa es la palabra y eso tiene que ver con una visualización genital que es totalmente inmadura porque tu no tienes porqué estar imaginando los genitales de nadie. Hay ene homofóbicos que les pasa eso. Lo he confirmado con gente semi homofóbica y religiosa que me dicen cuando conocen una pareja gay al tiro se los imaginan follando y sus genitales. Pero yo cuando conozco a Federico y Marcela no me los imagino tirando, ¡qué es esa cochiná! Por eso es que creo que hay una onda con los genitales irresuelta y que la Iglesia Católica tiene culpa de haber demonizado los genitales.

¿Y qué otra teoría tienes?
-Es que si la homosexualidad fuera un crimen o un problema, los únicos culpables son los heterosexuales porque son los hueones que se procrean.

Bueno hasta hace algunos años porque con la fertilización in vitro eso ya está cambiando…¿Y qué otra teoría tienes?
Que nunca se va a solucionar el tema gay si es que no se educa en los colegios que exista la posibilidad que los niños sean gay. Incluso pasa con padres liberales y gay friendly, que si tienen un hijo hombre siempre le preguntan si les gusta esa niña, o la prima. Yo y todos los amigos que conozco, somos homosexuales desde que nacimos. Se habla de salir y no de entrar al clóset que es lo que causa la mayor cantidad de suicidios infantiles y adolescentes por homosexualidad. Osea para los conservadores suena atroz que uno diga que en el colegio, en primero básico, los niños debieran saber que pueden gustarles los hombres o las mujeres. Y que estuvieran abiertos a eso, pero imagínate los cientos de años que falta para eso.

EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL

Tú estudiaste en el colegio Verbo Divino al igual que el actual ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre, quien en una conversación privada –que fue publicada- dijo: “Muchos de mis compañeros de clases eran absolutamente idiotas y hoy son gerente de empresas, lógico si tenían redes. En esta sociedad no existe la meritocracia”. ¿Te tocó ver eso, lo viviste?
-Sí, pero es una obviedad ¿o no?. Eso pasa en todo el mundo. La gente que está en una posición de elite tiene más contactos y fin.

-Tú que vienes de una elite, ¿has sentido el clasismo en Estados Unidos?
-Eso de estar en el Verbo Divino y haber crecido en Las Condes, no le puede importar menos a los gringos. Osea soy un chileno culiao que habla mal inglés. Ven mi trabajo y si les gusta bacán y si no, les importa un pico. La gente de elite en Estados Unidos están todos igual de conectados que la gente de acá, pero la clase media es demasiado más gigantesca que acá y las oportunidades se multiplican. Muchos músicos, artistas, inventores, políticos, pueden venir de un background de poca elite y son self made man y están donde están por esfuerzo propio, porque son brillantes, pero el problema que plantea este señor también pasa allá. Si naciste en el Upper West Side en un departamento gigante no vai a estar vendiendo maní, obvio que vas a tener una pega en un banco aunque seas un gilipollas.

-¿Pero el que vende maní podría llegar a ese departamento?
-Sí, pero yo creo que acá también. Hay menos casos es verdad, pero porque somos menos persona y Estados Unidos tiene más recursos y etc, pero yo creo la gente que trabaja duro y que tiene un talento, la vida se encarga de hacerle espacio.

-Es que hay gente que no alcanza a desarrollar ese talento. Hay gente que tiene una educación tan penca que no tiene ni una oportunidad. No hay acceso no más.
-Absolutamente, pero bueno con eso no sé qué se puede hacer…

-¿Qué piensas de lo que está sucediendo en Chile con los cambios en la educación? ¿Es lejano para ti?
-Es lejano, pero igual que millones de conflictos sociales sean en Chile o en otras partes del mundo. Tú me preguntai, qué opinai de los estudiantes de Chile y su batalla y me preguntai qué opinai que la Iglesia no esté dando condones en África y que se está propagando el VIH. Eso me parece mucho más grave que los estudiantes acá, en términos qué es más urgente y tampoco estoy haciendo nada por África. Tengo mi propia, pequeña batalla patética de mantenerme semi contento con mi vida y tratar de ser un hombre honesto y subirle el ánimo a la gente que está deprimida al lado mío y ojalá hacer un cambio social como fue con La Nana que tuvo un eco social, como que la señora Bachelet me mandó una carta agradeciendo por haber visibilizado un tema, pero no me involucro.

-No te importa.
-Me importa. Pero pa qué quieren mi opinión de eso. Soy un hueón que mi opinión no sirve para nada. Osea si ellos me llamaran y me explican que van hacer una cuestión y que quieren que yo hable, feliz lo hago, obvio.

-Pero no es algo que te nace, que te preocupa…
– Nunca pienso en eso. Solamente cuando tu me preguntai. Cuando estaba haciendo una muestra de una película en Berkley me preguntaron qué opinaba de los estudiantes y yo como qué hueón, pregúntame de la compasión, pregúntame de cosas que estoy explorando, porque no todo el mundo por ser chileno tiene que estar pendiente de los estudiantes. Yo estoy pensando qué es la humillación, qué es la compasión, cuándo nace, por qué no dura. Estoy en otra ¿cachai? Hay que poner las cosas en contexto.

-¿Eso te violenta?
-Más que violento, lo encuentro infantil. Ósea yo he estado años en Estados Unidos y la gente jamás me ha preguntado por Obama y tengo amigos que hacen películas y jamás les han preguntado eso. La agenda política de un país no está en cada uno de sus habitantes. Imagínate lo fome que todo el mundo tuviera una opinión y que en todas las entrevistas la gente tuviera que hablar de los estudiantes ¡Es raro!. Encuentro una pregunta lesa, como ¿por qué me estas preguntando a mi?

-Estas causas te parecen impuestas…
-Como que las responsabilidades sociales en balance con las personales se topan. Y las responsabilidades personales las manejo tan mediocremente, soy una persona súper irresuelta existencialmente y emocionalmente y siento que tengo demasiada responsabilidades personales con respecto a mí mismo, de saber amar a la otra persona, aprender a ser generoso, aprender a tener paciencia y a controlar mi rabia y trabajar más duro. Existen tantas hueás personales que todavía no he logrado solucionar.

-Eso te hace sentir culpable?
-No…Un poco, pero no todos podemos estar batallando por las mismas cosas.

Notas relacionadas