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Opinión

29 de Abril de 2014

Julio Sarmiento (PC), pareja de Camila Vallejo y asesor del Minsal: “Hay quienes piensan que mi cargo fue una repartija y no es verdad”

Nació en Cuba hace 31 años y hace doce vive en Santiago. Es conocido por haber sido presidente de la FECh con la Jota el 2010, también por ser la actual pareja de Camila Vallejo y padre de su hija Adela. Con el PC en el gobierno, Sarmiento se suma a los rostros de los movimientos sociales que hoy están en la Moneda: “Han sido muy valientes todos los que han asumido tareas al mojarse el potito”.

María Ester Huerta
María Ester Huerta
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El año pasado decías que el programa de salud no introducía cambios sustanciales. ¿Qué piensas ahora que estás en el ministerio?
Pienso lo mismo. Es un programa de continuidad, que no es transformador en ningún sentido. Pero es considerablemente mejor que lo que tenemos hoy día. Lamentablemente, Salud quedó restringido en plantear transformaciones más profundas porque hay otras cosas priorizadas: la reforma tributaria, educacional y a la Constitución.

¿Cómo te invitan a ser asesor del ministerio?
La ministra Helia Molina quería un equipo diverso en edad, visiones políticas y experiencias. Por eso me pidió que fuera parte de este gabinete, le pareció que yo aportaba diversidad. Yo no quería asumir ningún cargo porque estoy en proceso de formación haciendo un magíster, me gusta el desempeño profesional, me gusta dedicarle tiempo a mi hija. Esta responsabilidad me permite equilibrar esas cosas y me permite incidir. Hay quienes piensan que el cargo fue una repartija o que fue conseguido, y no es verdad en ningún sentido.

¿Qué te parece la incorporación de jóvenes cercanos a los movimientos sociales como asesores? En educación están Miguel Crispi y Gonzalo Muñoz de Revolución Democrática, y José Morales del PC.
Es lo que tiene que pasar. Uno tiene más legitimidad cuando la crítica va a acompañada de disposición a hacer las cosas mejor y me parece consecuente. No creo que alguno lo haga por beneficio personal. Seguimos siendo de organizaciones sociales que nos van a pasar la cuenta, están mirando lo que hacemos y nos van a juzgar por los resultados que tengamos. Han sido muy valientes todos los que han asumido tareas al mojarse el potito.

Camilo Ballesteros asumió como director de la División de Organizaciones Sociales. ¿Qué te parece que alguien del PC esté en ese rol?
– Camilo es un compañero que tiene capacidades, que lo ha demostrado en varias ocasiones, desde el movimiento estudiantil hasta el rol que jugó en el comando juvenil de la Bachelet. Me parece que va en la dirección correcta porque pone en un cargo clave a una persona que tiene las capacidades. Nosotros hemos sido muy críticos de como la participación ha sido instrumentalizada en gobiernos anteriores, acá no hay dobles discursos. Estamos en la misma vereda que las organizaciones sociales y espero que eso se note.

EL DESEMBARCO COMUNISTA
A los 17 años Julio empezó a militar en la Unión de Jóvenes Comunistas en Cuba, a los 19 llegó a Chile y notó que acá la Jota era distinta. “En Cuba eres juventud de gobierno, en cambio acá tienes que pelearte las cosas, hay más confrontación y disputas”, dice. A pesar de no sentirse el cubano típico, no es moreno y casi no tiene acento, Sarmiento siempre trata de alejarse de ese “cliché”. “Cuando la gente sabía que era cubano todo el tema era Cuba: que cómo está Fidel, que si está enfermo o no, como si uno fuera médico de cabecera”, cuenta.

Guillermo Teillier asumió la vocería de la Nueva Mayoría. ¿Qué significa para el PC ocupar ese rol más protagónico?
Es lo que corresponde. Nosotros no estamos en la Nueva Mayoría porque alguien nos hizo el favor de incluirnos. Nunca hemos querido ser el hermano chico de nadie. Somos más que el 5% que ganamos electoralmente. El PC se pone los pantalones largos con la decisión de estar en esta coalición. Ser vocero de la Nueva Mayoría no es la panacea de nada, es un gesto simbólico y político. Para mí significa que estamos dentro siendo uno más, que somos fieles al programa como cualquier otro de los partidos.

¿El PC está de vuelta en el poder?
No sé si en el poder, eso es cuestionable. No hubo un cambio ahora o un acercamiento a la Concertación, como dice la gente. La Gladys (Marín) siempre quiso tender puentes, el tema era que en ese momento la Concertación no quería y era otro momento político. Por lo menos estamos de vuelta en el gobierno, en posiciones donde tenemos hartas posibilidades. Las garantías están en la gente que hoy es mucho más organizada y con disposición a salir a la calle.

¿Te sientes de la Nueva Mayoría?
Sí, yo me siento de la Nueva Mayoría, tanto como me siento del partido. Te cambia el panorama. De afuera ves una cuestión homogénea, donde todo el mundo está en una posición que no te convence. Pero cuando estás adentro te das cuenta que hay matices, que hay razones, que hay correlaciones de fuerza. Si hay algo que demuestra que este es un camino fructífero, es ver que la ex Concertación no era un bloque homogéneo. No eran todos neoliberales.

¿Qué opinas de Michelle Bachelet? ¿Cambió tu visión de ella en este segundo gobierno?
No ha variado mucho mi visión. Ella hizo cosas en su primer gobierno según ese contexto y las condiciones políticas han cambiado. Las personas no se pueden comportar de la misma manera, y eso es lo que a mí me produce cercanía con la Nueva Mayoría. Michelle Bachelet ahora está mucho más empoderada, antes mandaba mucho Hacienda y ahora eso ya no es tan así. Hay un programa mucho más fuerte de lo que hubo en ese momento, más consistente y eso te da ganas de aportar en esa dirección.

¿Qué te parece que Claudia Pascual del PC sea ministra del Sernam?
Es un ministerio importante. Todos los ministerios pueden ser estratégicos de acuerdo a los objetivos. Es un ministerio que te permite hacer hartas cosas y es un desafío súper interesante para el partido porque tiene visibilidad, abarca una problemática que es absolutamente transversal a muchos ámbitos, tiene que ver con el fortalecimiento de la sociedad civil, de las mujeres. El desafío es bien entretenido.

¿Qué te parece que la UDI haya pedido la intervención de la Comisión de Ética porque Camila Vallejo no se puso de pie en el homenaje a Jaime Guzmán?
– Es una pataleta no más, porque ellos no tienen piso moral para decir eso con sus antecedentes. Tampoco es una falta de respeto, simplemente no hay por qué comulgar con algo que nosotros no creemos. Creemos derechamente que Jaime Guzmán es un personaje nefasto y que haya muerto trágicamente no lo hace mártir ni héroe. Fue un gesto que no se expresó ni siquiera orgánicamente, porque no fue el Partido Comunista como bancada que no se puso de pie, no fue algo concertado. Fue una acción espontánea que sí representa el sentir de mucha gente del partido.

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