Sergio Villalobos llama a la Cancillería a ponerse las pilas y asegura que los litigios “se ganan en la calle”

En una carta al diretor de El Mercurio titulada “Diplomacia ineficaz”, el historiador Sergio Villalobos criticó el manejo que ha tenido la Cancillería frente a los problemas y litigios internacionales, asegurando que sólo “se atienen a métodos formales y declaraciones oficiales estereotipadas”, que si bien son necesarias, a su juicio resultan limitadas.

“Los asuntos exteriores no se ganan solo por gestiones estiradas y bastante solemnes en salones y oficinas de los organismos interiores y exteriores, sino que se ventilan públicamente valiéndose de todos los medios disponibles, incluidos los medios de comunicación. Los litigios se ganan en gran parte en la calle”, expresó

Para el académico, el diferendo marítimo con el Perú fue resuelto “en un fallo ecléctico” por el Tribunal de La Haya, el que pasó “por encima de su cometido jurídico. La diplomacia chilena había sido bastante pasiva y, según declaraciones oficiales, el país se conformaría cualquiera fuese la resolución. De esa manera facilitó la arbitrariedad del tribunal”.

“Frente al actual emplazamiento de Bolivia, se sigue con la reserva solemne, mientras el gobierno de La Paz mueve todos los resortes, proclama a todos los vientos su posición y designa un delegado para recorrer los países en abono de su planteamiento. Se trataría de un pobre país, arrinconado en el interior y víctima de una guerra injusta que le cercenó su territorio. Es una visión dramática y conmovedora”, expone Villalobos.

Frente a ello, el premio nacional de Historia asegura que el planteamiento contiene falsedades que son conocidas “por todos” los historiadores: “Bolivia, con el respaldo del Perú y la intención de proteger la producción salitrera de este, violó el tratado celebrado con Chile en 1874, que prohibía establecer impuestos sobre la industria chilena en su territorio, y luego dispuso la reivindicación de las salitreras de nuestro país. En esa forma desató la guerra, que concluyó con la pérdida de su litoral”, expone.

“Esos antecedentes no han sido difundidos por nuestra Cancillería, que solo se atiene a la letra del Tratado de 1904. Suele cometerse el error, también, de señalarse que Bolivia, el antiguo territorio de Charcas, no poseía costa. No hay duda de que contó con un reducido y pobre litoral, pero al finalizar el período colonial sus títulos se habían deteriorado y existía una superposición relativa de la jurisdicción de organismos chilenos, como el corregimiento de Copiapó y las oficinas de la Real Hacienda, debiendo agregarse, además, opiniones y vacilaciones de los virreyes del Perú y la propia corte de Madrid”, asegura en la pulbicación.

“Hace falta un pequeño libro, al alcance de todos los chilenos y de los extranjeros, que establezca la verdad histórica. Pero esto es, quizás, perturbar la tranquilidad de nuestra Cancillería. En la vieja diplomacia chilena se tocaban todos los resortes, incluidos los periódicos foráneos, porque se entendía que estos asuntos no solo se ganaban en estrados oficiales. Hoy día, con la globalización de la información, es más importante que nunca”, concluye Villalobos.

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