Ezzati sobre el aborto: “Lo verdaderamente injusto es que la sociedad no sepa ofrecer las condiciones preventivas que eviten tanto dolor”

“Todos somos pecadores, pero hay que ser pecadores reconciliados”, dijo ayer el Cardenal en la misa que ofició en la Parroquia Santa Rita de Ñuñoa.

En entrevista con La Segunda, la autoridad eclesiástica se refirió al debate que puso en la mesa el Gobierno. Ezzati, dijo en relación a si la Iglesia está preparada para enfrentar el debate que abrió la propuesta del Ejecutivo, que “tenemos experiencia de dos mil años y experiencias hermosísimaas tanto en el ámbito de de la educación como en el ámbito también de lo que significa hacer crecer la vida”.

En la misma línea, sobre el caso de la niña de 17 años que murió la semana pasada tras realizarse un aborto, Ezzati dijo que “lo verdaderamente injusto es que la sociedad, en su conjunto, no sepa ofrecer las condiciones preventivas que eviten tanto dolor” y agregó que “lo que me parece más injusto, todavía es que una adolescente a la que no le hemos ofrecido la compañía para crecer en el amor y la confianza, lo único que seamos capaces de ofrecerle sea ponerla en la situación que tenga que cargar toda su vida con el peso de la muerte de ese ser”.

Sobre la cifra de los 160 mil abortos que se practican en Chile, Ezzati dijo que “hay quienes afirman que existe esa cifra, pero hay también quienes sostienen que ese dato es absolutamente sobrestimado. Pero lo importante aquí no son las cifras porque un solo aborto ya es un dolor que hiere el alma de Chile”. Agregando que lo importante es saber “¿Qué hacemos para evitarlo? Por lo mismo, me parece poco lógico que se instale la idea de que la mejor solución no es evitarlo, sino que autorizarlo”.

En relación a que la Iglesia se ha adaptado a los cambios, aceptando otros temas, el Cardenal dijo que “El Papa Francisco ha sido muy claro en este tema y como él ha dicho, no debe esperarse que la Iglesia cambie su postura al respecto”.

Sobre su impresión acerca del discurso de Michelle Bachelet, el Cardenal dijo que No le espantan los tiempos difíciles, pero que “una sorpresa nos llena de esperanza y optimismo. Es la promesa de Jesús. ‘No tengan miedo, Yo estoy con ustedes'(…)”