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Opinión

29 de Mayo de 2014

Ana María Barrios (54), mamá de Junior Playboy: “El Junior es de pedirme que le rasque hasta los pies”

La mamá del famoso Junior Playboy anda con el pecho inflado. Su hijo la rompe con el comercial de una conocida marca de atún. Lo único malo, cuenta, es que la plata no fue tanta como cree todo el mundo. Ella es la mujer fuerte tras el ex chico reality. Es la que lo defiende de los cahuines y la que le espanta a las mujeres que andan tras sus lucas. Pero también es la que le hace la comida y el aseo. De ahí la fama de su retoño que acá no desmiente: “será mamón, pero nunca pollerudo”.

Macarena Gallo
Macarena Gallo
Por

*Fotos: Alejandro Olivares.

El Junior tiene fama de mamón. ¿Qué tan cierto es eso?
-Sí, es bien guagualón. El Junior es de pedirme que le rasque hasta los pies, po. Así de mamón.

Cómo tanto.
-No encuentro que sea pa tanto. A veces se me hace el regalón y me dice “mami, me duelen los pies, ráscamelos”. Y yo soy de tomarle los pies, acariciárselos, es que es mi regalón, po, ja, ja, ja. Pero no sé si sea mamón. Porque el Junior de que esté a la orilla de mi falda siempre, no.

No es pollerudo.
-Puede que sea mamón pero pollerudo nunca.

¿Y cuál es la diferencia?
-O sea, el Junior es de andar siempre diciendo “mami esto, mami esto otro”. Yo soy la mami que le hace la cama, la que le hace el aseo, la que le hace la comida.

No te dan ganas de decirle al Junior que él haga sus cosas.
-Se lo he dicho. Hay veces que se me tira a ponerme de pecho el gallo y le digo “bájese un poquito del poni, no me vengai con hueás, si usted quiere hacer cosas de grande, actúe de grande, y haga su pieza”. Mi hijo trata de manduquearme, pero le paro los carros rapidito. Le digo “a ti te parí, pero no erís mi lacho ni mi conviviente”. Y que no me venga con hueás. Yo soy bien de hablarle a calzón quitado. A veces le salen sus hueás. Quiere que el almuerzo esté servido a la una. Y yo chaaao. Si no me está pagando ná. No es mi patrón. Y no soy ná la mamá de Zamorano con la cazuela y el babero pa que no se ensucie el niño. No. Que pare el hueveo. Y, por lo general, me termina haciendo caso. El Junior es bien machista. Pero no lo culpo.

¿Por qué no?
-Pienso que esto algo debe correr en las venas. Mi padre era machista, mi abuelo machista, mi abuela machista, todos machistas. El PH está firme con el machismo. Y qué le vamos a hacer. Hasta yo soy así y lo reconozco: soy autoritaria, soy de dar órdenes, yo digo una cosa y así se hace. Soy generala. Yo no dejo que el Junior meta a mujeres a la casa.

Ni pensar que se queden a dormir.
-Nooo, noooo, nica. Noooo, noooo y noooo. Ya pagué el noviciado, pos. Tengo dos nietos ya, po. Si esto no es ná jardín infantil. Las mujeres se embarazan rápido. Se dejan tener guagua luego. Por decirte, el otro día cuando pasamos por la autopista, las locas le dijeron al Junior “quiero ser la mamá de tus trillizos”. Y yo le digo, chita, tan fácil y a mí que me costó tanto parirlo a él. Mi hijo es califa. No tiene trancas. Todas las micros le sirven. Por él se metería con todas las minas. Hasta con mamás con hijos, po.

El Junior decía que prefería mil veces a una chica de población que una pelolais.
-Ahí discrepo. Honestamente, te digo, a él le hace bien juntarse con niñas cuicas. No sé. Tienen otra manera de hablar, otro acento. Son gallas, como dicen los huasos, escueliás: con estudios, amorosas, con buena percha. Y le haría bien una mujer así al Junior.

LAS MUJERES DE JUNIOR
Junior siempre se jacta de haber estado con más de 500 mujeres en la cama. ¿Le crees?
-No sé. Pero de qué es lacho, es lacho. Y es muy probable. Hay veces que en una cerrada de ojos ya tiene a alguna cuenteada. El Junior es muy chucheta, muy chucheta. Yo le digo que se cuide nomás, no vaya a ser que le salgan hijos hasta por debajo de las piedras, porque después no va a tener plata para pagar las pensiones. Por eso no permito mujeres en la casa. Si quiere huevear, que huevee de la puerta pa fuera. Además que muchas se le acercan por las lucas y la fama. No creo que por otra cosa. Porque el Junior no se ha operado ni nada.

Y tú las espantas.
-Soy muy pesada. Días atrás vino una con unos pastelitos, toda cocoroca, pal Junior y pa mí, y la eché con viento fresco. Al Junior lo tengo multado. Le he dicho: no quiero ni una mujer más acá. El día de mañana se enamorará de verdad y ni un problema. Pero ahora mientras no se enamore, nica. El Junior es infantil. Pero yo creo que le llegará el momento indicado y conocerá a una persona que lo enamore. No puedo decirle que no pololee, porque el Junior es lacho de adn y lo lleva en la sangre.

¿Lo lacho viene de parte de madre?
-De su padre. Pero tampoco me quedo atrás. La diferencia está en que puedo estar diez años sola sin que me pique ninguna mosca, ni una pulga, ni nada, porque ni eso anda en la casa, ja, ja. Pero no soy de las que anda con el letrero puesto. Pero si se me aparece algo, obvio. Pero no para decir “vamos un rato pa dentro y después chao”. Yo no estoy ná pal servicio público. Para mí tiene que ser algo concreto.

¿Con libreta?
-No tanto. La libreta sabís qué me la meto por… porque no sirvió de nada. Yo estuve con libreta y para qué si te van a cagarte igual.

¿Cómo te gustan los hombres?
-De toda edad, ja, ja, ja. Pero ojalá uno que tenga cáncer y le quede poco tiempo de vida, ja, ja, ja. No, pero que sean serios, no chuchetos, distintos a como es mi hijo. No chicharreros. Machotes pa sus cosas. Ná con ñiñerías. Pero están escasos los machotes. Y que sea trabajador más difícil todavía. Hay demasiado hombre flojo. Para eso mejor estoy sola. Estoy dándome un tiempo, nomás, porque, ponte tú, de aquí a un par de años y si no pasa nada, yo creo que voy a optar porque me gusten las mujeres, ja, ja, ja.

¿Y físicamente cómo tiene que ser?
-Lo primordial es que sea de altura mía, no me gustan los chicos, podrán ser muy cumplidores, pero no. Me da lo mismo el color que sean. Pueden ser negritos, blancos, me da lo mismo. Pero que sea limpio, con su buena colonia y el zapato, olvídate, es lo que más me interesa.

Por qué el zapato, ¿por el tamaño?
-O sea, no, ja, ja, ja. Pero que el zapato brille, reluzca, que esté impeque. No me gustan los zapatos cochinos. Eso habla bien de la persona.

LOS 40 PALOS

¿Qué te pareció el comercial del Junior donde hace de cuico?
-Fantástico. Macanudo. Soy la fan número uno. El Junior quedó fascinado. Quiere trabajar más en eso que en la tele. La televisión es muy traicionera. Mientras estai bien, te tratan la raja. Pero si estai mal, te meten la media puñalada. Y acá, no: lo atendieron súper bien. Además que le sale súper bien el papel de cuico.

Emeterio Ureta dijo que lo hacía mal. Lo trató de roto.
-Pa mí ese es un viejo enfermo. No me voy a calentar la cabeza con ese viejo. No pasa ná. Yo he trabajado con gente cuica y a ese viejo me lo hubiese imaginado como patrón mío sirviéndole la mesa como nana. Y noooo. Menos mal que no me tocó uno así. Porque a un viejo así, como Emeterio, yo soy capaz de echarle pichoga a la comida pa que el viejo ande con cagadera todo el día.

¿Cuánto tiempo trabajaste como nana?
-Harto tiempo. Pero puertas afuera haciendo el aseo y la comida. En el barrio alto. Tuve buenos patrones. Pero habían unos que dejaban mucho que desear. Eran viejos de mierda que eran capaces de tirarte la comida encima. Y se aprovechaban porque te pagaban un par de chauchas.

¿Es cierto que le pagaron cuarenta palos al Junior por el comercial del atún?
-No es tan así. Ojalá hubiesen sido cuarenta palos. Es una mentira los cuarenta palos. Y te digo que ni siquiera fue la mitad. Pero todo el mundo piensa que estamos forrados con plata. Y no estamos forrados en plata. El otro día fui a un negocio de aquí del barrio y la señora me dijo “puta, ¿viene a comprar una bebida no más? Y, chita, los cuarenta palos, poh”. Y, hueona, ¡qué cuarenta palos! Qué creen. ¿Ellos acaso estaban de testigos, fueron a pagarse con el Junior? ¡No hablen ignorancias! Hay mucha envidia de los vecinos. Porque cualquiera quisiera estar en su pellejo y ganarse las luquitas que el Junior se ha ganado. Hay que ser realista. Y como es un don nadie, una persona que con suerte sacó el cuarto medio, le envidian. El Junior está ahí por las de él. Todo lo que ha ganado ha sido por las de él. Todo lo que tiene es por las de él. Ni siquiera por mí. Yo no tengo parte. Yo sólo lo parí y lo crié nomás. Todos los méritos son de él. Hasta mi mamá cree que estamos forrados en plata. Y no es así. Ella es tozuda. Y se deja llevar por lo que ve en televisión. Y yo le he hecho ver: la televisión es muy mentirosa. Le digo, mamá, no creai todo lo que veí, porque no todo lo que brilla es oro.

¿En qué gasta su plata el Junior? ¿Qué lujos se da?
-Es fanático de la ropa de marca, de los play station. Su sueño es comprarse una casa y un auto. Con eso estaría feliz. Es aterrizado el Junior. Pero no somos de hablar de su plata. Y él maneja sus lucas. Tampoco yo ando pidiéndole nada. Y tampoco es de pasarte plata ni una gamba siquiera.

Ah, es cagado.
-No, no. Es de comprar las cosas él. Si me faltan botas, él me las compra. Ahora estoy cesante y vivo de las costillas del Junior.

¿Y el Junior ha juntado plata?
-Nooo. Es que no le da pa tanto. Te llaman de todos los canales, pero ni uno paga. Con suerte te pagan en Primer Plano, pero tampoco es un dineral.

Junior me contó una vez que se gastó toda la plata que ganó al principio.
-Sí, pero por la inexperiencia. El cabro se vio con luquitas, pero gracias a Dios no la botó en drogas, en alcohol, ni en mujeres.

LA TELE
¿Te gusta que Junior esté en la tele?
-Ese era su sueño. Por años la buscó. Era de ir a todos los casting. Pasaba tardes enteras ensayando los bailes. Yo nunca lo acompañaba a los casting. No estaba ni ahí. Yo decía “este está loco”. Pensaba que no lo pescarían nunca. Pero lo pescaron. Y cuando lo tomaron en cuenta, lo empecé a acompañar a la tele. En Fiebre de Baile me la baile toda. Estoy conforme con lo que ha hecho. Me gustaría que siguiera en la televisión. Claro, siempre cuando sea pago constructivo. Porque la televisión deja harto que desear.

¿Qué no te gusta?
-Dime tú qué programa hay bueno. No hay nada bueno. El pelambre, el dime y te diré. ¡Hueón, a quién le importa! A nadie. Si la Matilde, la Juliana tal, se agarró de las mechas con la otra, a quién le importa. Hay puras huevás. Yo no veo ni tele. Prefiero escuchar música mexicana a todo chancho. Yo siempre digo ojalá conociera a un charro que me lleve a cualquier lado. Sería la raja. Pero no me gusta la tele. Me gustan otras cosas como las franjas culturales o el programa de la Eli de Caso que ayudaba a la gente. Pero no esas tonteras de cahuines.

Pero tu hijo pasa en esos programas…
-Sí. Y no me gusta. Pero él es mayor de edad y puede hacer lo que quiere. No me gusta que lo inviten pa que hable puras cabezas de pescao. No tengo paciencia pa eso. Pero de repente sale con cosas que me hacen mearme de la risa. Para mí era una tortura cuando estaba en el reality del 13. No sabía con qué locura iba a salir. Es que el Junior es muy normal.

Es natural.
-Habla como hablamos acá. No como se habla en televisión donde hay que ser más rescatao. Es como es. Yo, cuando he ido a la televisión, me rescato. Trato de hablar mejor. Y ahora estoy más pulida por el Junior. Más cuidadosa. Antes era siempre la del doble sentido. Yo también hablaba puras cabezas de pescao. Es que soy pelusona. Y eso es parte de mi vida. Pero me he tenido que retenerme en mis impulsos. No me puedo soltar.

¿Por qué no?
No puedo ser picante en la tele y hablar a punta de garabatos. Pero no tengo pelos en la lengua. Tampoco voy tanto a la tele. De vez en cuando. Porque aparte que no te pagan ni pa comprarte una bebida o un cigarro. Por último que te inviten a comer. Pero ni eso. Son cagaos en la tele. Uno les sirve pal puro rating. Eso sí, igual, me gustaría encerrarme en un reality. Me encantan. Como soy buena pal hueveo, sería un aporte. Sería entretenido que entrara yo, además que soy más de edad, soy más normal. Pero, puta, en la tele llevan a puras sesenta noventa. La gente está cabreada de ver esos cuerpos. Además que son puras postizas. Ni son de verdad. Son puras gomas. Yo gozo con Generaciones Cruzadas. Pero a veces me chorea. Hay unas viejas, como la mamá de la Dominique, que se la pasa puro llorando. Me tiene chata. Hay viejas muy espesas. Igual pienso que el encierro debe ser tremendo. A lo mejor por eso están peinando la muñeca.

¿Qué te gustaría que tu hijo hiciera en la tele?
-Que sea notero entretenido, que haga reír, y encontraría encachado que el Junior estuviera en una radio. Lo haría bien.

Él quería ser conductor de noticias como Eduardo Cruz Johnson.
-Sí, le gustaría ser como él. Pero yo tengo dos dedos de frente. Para eso se necesita de una preparación, un estudio, algo más amplio. Pero no sé si el Junior quiera estudiar. Porque si me preguntan a mí, a esta edad, yo no lo haría ni cantando. No pasa nada.

En la tele, al Junior siempre lo tratan de flaite.
-Sí, pero son estúpidos. Antes me dolía. Pero ahora me da lo mismo. No es tema. Pero ya nadie lo trata de flaite. Me molesta más que la tele sea fría. Que cuando ya no le servís, te deseche. Yo que soy ignorante, que tengo hasta octavo básico, me doy cuenta. Imagínate, que de todos los canales que han llamado al Junior, a todos tiene que decirles que no, que está ocupado, porque son chanchos que no dan manteca. O sea, no le pagan.

El año pasado, en Jugados de TVN, Junior tuvo que besar y oler un poto. Bien humillante.
-Muy humillante. Lo pasé bien mal. Pero tuve que tener cuero chancho y hacer como si no pasara nada. Pero, por dentro, me ardía todo. A mí me hacen eso y armo la media casa de putas. Fue feo, fuerte.

¿Por qué no dejaste la cagada?
-Personas más entendidas me dijeron que lo dejara hasta ahí, porque el día de mañana le podía jugar en contra al Junior. Por eso le bajé el perfil. Y en verdad en ese tiempo no le tomé el peso a la cuestión. Y salí diciendo que acaso nadie había besado un poto en la intimidad. Porque la gente más rescatada, trata de ser rescatada siempre, pero en su intimidad hace cosas más peores que uno. Los cuicos, hacen lo mismo que uno: cagan hediondo igual. Y demás que han besado un poto en su intimidad. Pero eso no quiere decir que encuentre que lo que le hicieron al Junior fue denigrante y feo. Porque estoy segura qur al Viñuela nica le hubiesen puesto un poto pa besar. Y si se lo pusieron al Junior es porque aguanta ese tipo de cosas. El Junior no ve la maldad en las personas. Y le hicieron una tremenda maldad. Y eso hasta el día de hoy se lo digo: a ti, hueón, te ponen una cara bonita y tú poco menos que pobrecita y no, hueón, no es así, el lobo también se disfraza de oveja. Eso al Junior lo afectó harto. Pero se las tuvo que mamar y ser fuerte. Se prestó para que la gente de fuera lo agarrara pal hueveo en la calle.

¿Qué le decían?
-Nos llamaban a las dos de la mañana pa molestar. Nos decían “¿dónde está el hueón, el chupaculos?” Fue bien humillante.

LA VIDA EN EL SUR
No eres de Santiago. Creciste en el sur.
-En Victoria y viví también en San Rosendo. Por esos lados nació el Junior. Pero ya no me considero de allá. No volvería pal campo.

¿Por qué no?
-No me hallo. Me aburro.

¿Por qué te viniste a la capital?
-Lo estaba pasando mal, mujer. Recién me había separado del papá del Junior. Y empecé a batírmelas sola, aunque yo recibía ayuda de él, pero era un moco, ¿cachai? Y empecé trabajando en un hotel, pero al poco rato me fui de banderera y andaba con esa paleta que dice “pare” y “siga” en la carretera.

¿En qué parte te tocaba estar?
-En los puentes que estaban de Victoria a Collipulli y que arreglaron de un pape. Un día estaba en un puente y al otro día en otro. Era entretenido. Después de pasar en la casa, cuidando niños y de ser señora de la casa, me sentía como cabra. Lo pasé bien. Recibí hartos regalos. Los camiones de la Coca Cola pasaban a las seis de la mañana tocándome la bocina para regalarme dos botellas grandes de bebida para llevarme a mi casa. Un día mi hermana me fue a ver para mi cumpleaños y me convenció de venirme pa acá. Pero me costó venirme. No me gustaba la capital. Cuando iba al Paseo Ahumada me daba una desesperación. Quería puro irme. Veía que iba a venir un terremoto y se iban a caer todos los edificios encima mío. Le tenía pánico. Pero me vine. Y llegué a trabajar a un motel, en el Saturno, que queda en Catedral. Vi cosas locas ahí.

¿Cómo qué?
-Ponte tú, iba a dejarle la bandeja con lo que pedían a las piezas y me encontraba con los gallos en pelota. Y era nooo. No es que haya sido cartuchona, porque no lo soy pa nada, pero no me gustaba ver eso. Yo me crié con mi abuela que era muy estricta conmigo. Y, claro, cuando veía a los hombres empelota quedaba media plop. Incluso, una vez pillé a un amigo, que era casado, con la patas negras en el motel. Yo lo encontré feo, pero no dije nada. Pero lo pasé bien en el motel. Gané su buena plata. Y me da risa esa época. Es que me veían como la huasita sureña, la que no sabe nada, la que no quiebra ni un huevo. Y te digo honestamente: tengo hasta octavo básico, porque no quise estudiar, me encapriché.

¿Por qué te encaprichaste?
-La estaba pasando muy mal. Mi papá fue alcohólico toda su vida. Pasé muchas vergüenzas por él en el colegio. Me sentía muy mal y no quise estudiar. Quería puro pescarme un marido, casarme, que me diera una vida distinta, ¿cachai? Fue muy dura mi vida en lo que es soltería. No disfruté mi juventud. Mi papá nos apaleaba por cualquier cosa. Quise salir de mi casa y casarme. Pero me fue mal. El papá del Junior se portó mal conmigo. Me basureó y me hizo daño sicológico. Pero eso ya no es tema.

FAN DE BACHELET
A Junior le encanta Bachelet. ¿Y a ti?
-Yo soy de izquierda. Crecí escuchando a Allende por mi papá que era comunacho. De hecho, yo duermo a la izquierda ja, ja, ja. Y toco pa la derecha y no hay nada, po, ja, ja, ja.
Bachelet me encanta. No sabís las ganas que tengo de abrazarla. Son muchas emociones con ella. Es una mujer para sacarse el sombrero. Hizo cosas que jamás nadie habría hecho como la pensión digna a las dueñas de casa. Es una mujer a todo dar. Igual ha tenido críticas. Pero da lo mismo. Es difícil dejar contento a todo el mundo. Me gusta porque es mujer. Es sencilla, de garra, no se achica con los hombres, la lleva. Ha hecho cosas buenas. Me gusta que quiera dar educación gratis, que quiera legalizar el aborto y ojalá legalice la marihuana. Hasta yo fumaría. Entre fumar estas cagadas de cigarro, sería mejor fumarse un pitito. Eso sí que no me gusta que quiera legalizar el matrimonio homosexual.

¿Por qué no?
-La cuestión es hombre con mujer, nomás. No mujeres con mujeres. Ni hombres con hombres. Yo digo cada cual haga su vida, pero pa qué casarse. Se salen de lo que está en la escritura. Mejor pesquen la Biblia y háganla de nuevo. Si quieren vivir juntos y tortillear, bien. Pero pa qué casarse. Pero lo que más me gusta es la reforma de la Bachelet. Es bueno que los ricos paguen más. Es obvio: ellos tienen y por qué no. Si no se hace nada, cuándo va a salir a flote este país. A este país le veo poco futuro. Independiente, que yo adore a esa mujer de la Bachelet, no veo buen futuro. Está todo malo, malo, malo. Es irónico. Yo postulé al subsidio y no me lo han dado porque tengo un puntaje de 15 mil. Pero vivo aquí. ¿Qué quieren acaso? ¡Que me vaya a vivir al Mapocho, llena de mierda, pa poder tener mi casa! Aquí las hueás no funcionan bien. Hay gente que saca subsidio y son casas pa veranear, po. Acá tienen que acabarse las vacas sagradas. Hay que hacer una limpieza profunda. Espero que lo pueda hacer la Bachelet. Pero la derecha siempre se opone. A ellos no les conviene. Y que no me vengan a vender la pescá ellos de los pobres y la hueá. A mí no me las ven.

Tenías dos patas: la Marlen Olivarí y la Lucianita Salazar ¿Qué pasó con ellas?
-Pasaron a otro mundo. A mejor mundo.

¡¿Se las comieron?!
-Estuvo rica la cazuela, ja, ja, ja. No, mentira. Los regalamos. Acá, en el barrio, la gente huevea por todo.

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