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Mundo

9 de Agosto de 2014

Los alemanes saben: se alejan de la iglesia porque curas viven como reyes

Los impuestos y diversos escándalos que afectan a las iglesias cristianas alemanas alejan a los fieles, según se desprende del informe que la Conferencia Episcopal Alemana (DBK) realiza todos los años sobre la situación en sus diócesis. Cerca de 179.000 católicos se dieron de baja como creyentes durante 2013, lo que significó 60.000 más que […]

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Cruz A1

Los impuestos y diversos escándalos que afectan a las iglesias cristianas alemanas alejan a los fieles, según se desprende del informe que la Conferencia Episcopal Alemana (DBK) realiza todos los años sobre la situación en sus diócesis.

Cerca de 179.000 católicos se dieron de baja como creyentes durante 2013, lo que significó 60.000 más que el año anterior, cuando abandonaron la iglesia menos de 120.000 personas.

Esto hizo que el saldo total de católicos en Alemania descendiese desde el 30,3 por ciento al 29,9 con cerca de 24.200.000 fieles censados.

La cifra es especialmente llamativa porque retrotrae a los niveles de 2010, cuando dejaron la iglesia más de 181.000 personas en el que supuso el peor de los últimos 20 años, y rompe con dos años consecutivos en los que esta evolución había decrecido.

El ascenso de las bajas en la Iglesia Católica coincidió ahora con el escándalo del obispo de la diócesis de Limburg (oeste), Franz-Peter Tebartz-van Elst, quien gastó 40 millones de euros en su nueva residencia episcopal frente a los 5,5 millones de presupuesto inicialmente proyectados.

Ante el alboroto causado en el país, Tebartz fue apartado de su cargo temporalmente hasta que el pasado 26 de marzo el papa Francisco aceptó definitivamente su renuncia a la cátedra episcopal.

Preguntada a este respecto por Efe, la Conferencia Episcopal Alemana se remitió al comunicado remitido por su presidente, el arzobispo de Múnich, Reinhard Marx, cuando se dieron a conocer estos resultados.

Entonces, Marx reconocía que las cifras arrojadas por el estudio eran “dolorosas” y que debían ser tomadas “seriamente”, al tiempo que animaba a los miembros de la Iglesia Católica a afrontar este “desafío”.

“Debemos asumir el alto número de bajas, de modo que volvamos a recuperar la confianza en todos los niveles a través de un trabajo bueno y convincente” escribió Marx.

Sin embargo, según señalaban esta semana medios alemanes, no sólo los escándalos hacen peligrar el número de feligreses, sino que se apunta a la nueva regulación de los impuestos eclesiásticos como un quebradero de cabeza para las iglesias católica y evangélica del país.

Este “impuesto eclesiástico” es pagado por los contribuyentes registrados como creyentes en una de las dos iglesias, lo que equivalente al 9 % de su retención salarial.

Hasta ahora, la retención no era automática sino que era cada contribuyente el que debía hacerlo efectivo, lo cual no se producía en muchos casos.

Por ello, una nueva regulación obligará a que a partir del próximo 1 de enero la tasa sea retenida directamente extrayéndola de los rendimientos del capital, media que levantó algunas protestas y se teme que origine una nueva sangría de bajas.

Según publicaron medios alemanes, algunos miembros eclesiásticos temen que el nuevo sistema de recaudación pueda ser confundido con una supuesta “codicia insaciable” por parte de las autoridades religiosas.

Estos impuestos reportaron en 2013 alrededor de 5.450 millones de euros a la Iglesia Católica, mientras que la Evangélica obtuvo algo más de 4.840 millones de euros.

La Iglesia Evangélica, de la que aún no hay cifras oficiales, contaba en 2012 con más de 23.350.000 miembros, año en el que perdió más de 138.000 fieles, si bien esta cifra obedece a una tendencia descendente en el número de bajas, desde que en 2008 registraran un pico de casi 169.000 individuos desvinculados de la iglesia.

A pesar de estas cifras, el portavoz de la Iglesia Evangélica Alemana (EKD) Carsten Splitt, manifestó a Efe que, según sus estudios, “una gran parte de los miembros tiene una gran afecto por su iglesia” aunque admitió que el cambio en los impuestos “puede tener un efecto a corto plazo” en el número de bajas.

El representante de la EKD reconoció que “cada renuncia duele y conmueve a la Iglesia y las diócesis” al tiempo que lamentó que los escándalos de otras confesiones puedan afectar también a la confianza de los miembros de la Iglesia Evangélica.

Sin embargo, Splitt recordó que “Alemania es un país marcadamente cristiano” como demuestra que en 2012 el 62 por ciento de la población se declararse miembro de una iglesia de esta religión.EFE

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