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Deportes

11 de Agosto de 2014

Crespita Rodríguez tuvo que pagar de su bolsillo las 87 lucas que valían las zapatillas que le revalidaron el título mundial

La campeona mundial de boxeo, cuyo título revalidó este sábado, tiene fama y la gente le pide sacarse fotos, pero eso aún no significa más recursos. Ni siquiera las cinco mil personas que la acompañaron el sábado en el Polideportivo del Estadio Nacional, y el gran logo del gobierno que tenía el cuadrilátero, le han […]

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CRespita Rodríguez

La campeona mundial de boxeo, cuyo título revalidó este sábado, tiene fama y la gente le pide sacarse fotos, pero eso aún no significa más recursos. Ni siquiera las cinco mil personas que la acompañaron el sábado en el Polideportivo del Estadio Nacional, y el gran logo del gobierno que tenía el cuadrilátero, le han dado -aún- el dinero que necesita para mantener su exitosa carrera.

Carolina Crespita Rodríguez dice en El Mercurio que “ahora soy conocida, pero los auspicios siguen faltando” y comenta que por ahora la auspicia una empresa de casas prefabricadas de Buin y Puente Alto, lejos de lo que pueden llegar a tener deportistas de elite.

Ni siquiera la indumentaria llega a través de los auspicios. Las 87 lucas que costaron las zapatillas con que defendió el título salieron de su propio bolsillo.

Mientras comentaba lo anterior, su entrenador la interrumpe y asegura que se necesitan dos millones de pesos mensuales para cubrir todos los gastos de la campeona mundial.

La historia de la “Crespita” no ha sido fácil. Nacida en 1983 en La Pincoya, sufrió cuando a fines del año 2000 su hermano murió asesinado tras una celebración del club de fútbol de la población de la zona norte de Santiago.

En 2012 fue uno de sus peores momentos, donde solo la llamaban para cobrarle deudas. No tenía para comer y menos para pagar las cuentas. En ese momento, varios meses antes de conseguir el título mundial, la deportista chilena estuvo a punto de colgar los guantes, pero su entrenador Claudio Pardo la detuvo.

Tras una difícil situación, la oriunda de La Pincoya agarró un auto junto a su Coach y se fue a Buenos Aires, donde arrendó un departamento y entrenó a full. A la vuelta a Santiago con suerte tenía para pagar el peaje.

El entrenador Claudio Pardo dice que la meta siguiente es pelear en Japón, donde está la elite del boxeo femenino.

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