Cómo el Gobierno logró alinear a la Nueva Mayoría en la votación de la reforma al binominal

Sin acuerdo total en las filas de la Nueva Mayoría comenzó ayer la primera votación de la reforma electoral que le pone fin al sistema binominal, lo que logró ser revertido por una serie de gestiones iniciadas por el Gobierno desde las primera horas del día.

Durante la jornada, los ministros Rodrigo Peñailillo (Interior), Ximena Rincón (Segpres) y Alvaro Elizalde (Segegob), junto al principal asesor del jefe de gabinete, Róbinson Pérez, sostuvieron numerosas conversaciones con lo parlamentarios que habían condicionado su apoyo a la iniciativa, particularmente por el tema del re-distritaje.

A la par, el Ejecutivo repartía un documento de seis páginas en las bancadas oficialistas. “¿Las campañas pasan a depender más del dinero que del contacto con el barrio? No. ¿Los distritos más grandes harán más difícil hacer campaña? No”, se leía en uno de los párrafos del escrito. Con todo lo anterior, se logró alinear a los diputados y conseguir una mayoría suficiente para sacar la reforma sin “mutilaciones” en este aspecto.

Resuelto ese asunto, el Gobierno se concentró en convencer a los tres tres diputados socialistas “declarados en rebeldía”, quienes en particular se negaban a aceptar el fin de los subpactos, punto en el que durante los días anteriores polemizaron con sus colegas de la DC. En paralelo, Róbinson Pérez conversaba con los presidentes del PPD y el PR, Jaime Quintana y Ernesto Velasco, sellando el compromiso que sus partidos habían establecido con el proyecto.

En sucesivas reuniones con el titular de Interior y el vocero de Gobierno, finalmente los diputados socialistas “díscolos”, -Fidel Espinoza, Christian Urízar y Jenny Alvarez-, terminaron por entregar su apoyo. Según consigna La Tercera, para llegar a acuerdo el Ejecutivo comprometió mayores aportes públicos para las campañas, punto que se materializará en una eventual reforma a las leyes de gastos electoral y de partidos políticos.

En este escenario, el jefe del PS, Osvaldo Andrade, y el diputado Leonardo Soto, quienes habían encabezado las negociaciones, anunciaron que retirarían la indicación que reponía los subpactos. Frete a la petición de Peñailillo de “hacer un gesto” de unidad, fue el PS el que cedió.